EDITORIAL

El preocupante fracaso de Feijóo con Vox

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante su sesión de control en el Congreso
22/03/2025
2 min
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Cuando el PP se quedó a las puertas de la Moncloa en julio del 2023, los de Alberto Núñez Feijóo tenían al menos un motivo para la esperanza: habían hecho retroceder a Vox un total de 19 escaños –de los 52 había pasado a 33–. Esto les hizo pensar que a lo largo de la legislatura podrían ir erosionando el partido ultra por la vía de convencer a su electorado de que sólo la concentración de voto en el PP podía garantizar la derrota de Pedro Sánchez en el futuro.

Casi dos años después, ya se puede afirmar que la estrategia ha fracasado de forma estrepitosa. Vox no sólo no ha retrocedido en este tiempo, sino que incluso se ha fortalecido en las encuestas y se sitúa en torno a los 40 escaños. Y no sólo eso. Vox ha logrado condicionar el discurso del PP hasta arrastrarlo a sus posiciones negacionistas del cambio climático, criminalizadoras de la inmigración e incluso euroescépticas, tal y como pone de manifiesto el contenido del pacto entre Carlos Mazón y Vox de esta semana que ha sido bendecido por Génova.

El resultado de este fracaso de Feijóo es especialmente preocupante porque dibuja un PP sin unos principios ideológicos claros y dispuesto a cambiarlos para conseguir el poder. Y eso que en un principio la figura de Feijóo se había vendido como el regreso del PP a la centralidad después de la etapa de Pablo Casado, e incluso con un toque autonomista y anticentralista. Pero ni siquiera en esto Feijóo ha sido capaz de mantener su posición. Los presupuestos valencianos recortan las ayudas al valenciano, a la memoria histórica, a la protección del medio ambiente ya la cultura en general. Resulta significativo que, teniendo las cuentas más expansivas de la historia, el gobierno valenciano rebaje su aportación a museos como el IVAM ya cambio aumente las partidas destinadas a los toros.

Ahora ya no cabe duda de que si el PP llega algún día al poder lo hará de la mano de Vox y habiendo comprado todos sus marcos mentales, hasta el punto de que ya resultan inseparables el uno del otro. Después de todo, en su intento de hacer equilibrios entre las dos almas del partido, lo que habrá hecho Feijóo es entregarse al dúo Aznar-Ayuso y alejarse de la estrategia centrista de otros varones como el andaluz Juanma Moreno Bonilla. Así, el político gallego habrá demostrado que no tiene ni talla ni poder interno para imponer al partido una determinada línea, lo que explica sus volantazos constantes.

Con el acuerdo valenciano, además, Feijóo pasa a ser rehén no solo de Vox, sino también de Carlos Mazón, que es ahora mismo un peso muerto que amenaza con hundir a todo el partido. La declaración de la exconsejera de Interior Salomé Pradas el próximo 11 de abril será clave para el futuro de Mazón, pero también de Feijóo, que puede quedar aún más en evidencia por haber dado cobertura al presidente valenciano. Mientras, Vox seguirá marcando el debate político y la agenda en el ámbito de la derecha y, en consecuencia, subiendo a las encuestas.

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