¿Quién osará matar a 'Los Simpson'?

La serie comienza la temporada 28 en Estados Unidos con audiencias discretas y críticas que hacen tambalear su continuidad

Qui gosarà matar  ‘Els Simpson’?
Núria Juanico
24/09/2016
4 min

BarcelonaHan sobrevivido a decenas de accidentes de coche, explosiones de cerveza, el choque de un cometa e incluso al apocalipsis. Ninguno de estos infortunios ha logrado truncar la trayectoria de Los Simpson, que con 27 años de emisiones se ha erigido como una serie de animación irreductible y prácticamente inmune a los embates de las parrillas televisivas.

La irreverente y chapucera familia de Springfield, que este domingo estrena la 28ª temporada en la cadena estadounidense Fox, se mantiene intacta entrega tras entrega. A pesar de que el tiempo ha pasado para los espectadores, Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie siguen congelados en su época.

Sin embargo, los seguidores de la sitcom creada por Matt Groening cada vez visitan menos Springfield, hasta el punto de que en los últimos años Los Simpson han perdido una parte relevante de audiencia. La serie debutó con una primera temporada que siguieron, en promedio, 27,8 millones de hogares de EEUU. Aquel fue el máximo de audiencia de la producción para una temporada, que a partir de entonces ha vivido altibajos en cuanto al número de seguidores. Las siguientes entregas oscilaron entre los 24,4 y los 14,4 millones de hogares, pero a partir de la 15ª temporada Los Simpson han experimentado una caída prolongada de televidentes. Con la última temporada emitida, la ficción ha tocado fondo y se ha quedado con cuatro millones de casas. Este descenso va ligado a una caída de las valoraciones de los usuarios. La puntuación de la serie en el agregador 'online' Metacritic ha pasado de un 8,9 para la primera entrega a un 6,7 para la última. La cuarta, la sexta y la séptima temporada son las mejor valoradas, con un 9,5, mientras que la 23ª temporada es la que recibe la peor puntuación, un 6,2.

El momento de oro queda lejos

Las opiniones de los usuarios coinciden con la afirmación de varios críticos estadounidenses que consideran que el momento de gloria de Los Simpson comenzó con la tercera temporada y terminó con la docena. La serie, por lo tanto, queda lejos de aquel clímax que la impulsó al Olimpo televisivo. En el libro TV (The book), los críticos Matt Zoller Seitz y Alan Sepinwall califican Los Simpson como "la mejor ficción televisiva de la historia", pero admiten que "ya ha pasado su momento de oro". En una línea similar, el periodista de The Telegraph Jonathan Bernstein aseguraba el año pasado que la ficción "ya no hace mucha gracia" y que ha perdido "el ritmo, la mirada ácida, las referencias y la amplia diversidad de personajes, todos los atributos que han convertido a Los Simpson en un clásico". Asimismo, en el portal de críticas IndieWire afirmaban que "ahora sólo vale la pena el gag del sofá" y criticaban "la deformación de los personajes, que han pasado a ser caricaturas de ellos mismos", como también "la falta de sátira de la ficción, que ha derivado en una parodia de broma fácil".

Ahora bien, las críticas sólo han provocado que el futuro de la serie se tambalee ligeramente, sin poner en peligro su continuidad. De hecho, Los Simpson tienen los pies endurecidos de superar obstáculos, crisis y rumores sobre su final. Uno de los momentos en los que la amenaza de la cancelación se hizo más real fue en 2011, cuando los responsables de la producción vivieron una de las peores disputas con los actores de doblaje estadounidenses por cuestiones salariales. Las discrepancias económicas estuvieron ligadas a las peticiones de algunos directivos de la Fox que pedían que Los Simpson acabaran con la temporada 24. Finalmente, las dos partes se pusieron de acuerdo y la cadena silenció las voces que querían cerrar la serie. Hace pocos meses, la posibilidad de cancelarla volvió a sonar cuando el 'showrunner' de la ficción, Al Jean, dijo que se retiraría después de la 30ª temporada.

El capítulo más largo de la serie

A corto plazo, los simpsonianos pueden estar tranquilos. La cadena estadounidense FOX anunció en mayo del año pasado que la continuidad de la serie está garantizada hasta la temporada 28. Esta entrega incluye el capítulo número 600, que será un episodio especial de Halloween que se emitirá el 16 de octubre en EEUU y que resucitará el personaje de Frank Grimes (la némesis laboral de Homer) e incluirá una parodia de El Gran Gatsby a ritmo de hip-hop. Será el capítulo más largo de la serie y durará una hora en vez de 25 minutos. Esta novedad es el gancho principal de Los Simpson para una nueva temporada que llega envuelta en un cierto aire de desgaste.

Si bien es cierto que la familia amarilla sigue desquiciando a Springfield año tras año sin que les salgan arrugas, también es evidente que la serie ha agotado numerosas opciones para reinventarse y sorprender a los espectadores. A lo largo de su trayectoria los Simpson han hecho shows en directo, se han transformado en figuras de Lego, se han fusionado esporádicamente con ficciones hermanas como Padre de familia y Futurama y han protagonizado un episodio como marionetas con la cantante Katy Perry.

También han explotado innumerables giros narrativos: el matrimonio de Homer y Marge se ha roto, Smithers ha abandonado al Señor Burns y ha salido del armario y el Actor Secundario Bob ha conseguido matar a Bart (aunque luego el primogénito de los Simpson resucita). La producción ha vivido tantas evoluciones que, inevitablemente, ha repetido tramas. Con todo, la retahíla de capítulos la ha convertido en la ficción de animación estadounidense más larga de la historia y le ha dado el récord mundial de cameos de celebrities invitadas en una serie de televisión.

La longevidad de Los Simpson se debe, en gran parte, al bagaje que han acumulado y que los ha consolidado como un instrumento satírico de dimensiones gigantescas y de alcance global. Nadie se atreve a tocar una ficción que ha roto con los límites televisivos y se ha convertido en una institución cultural, porque quien le dispare el tiro de gracia tendrá que cargar con la culpa para siempre. La familia amarilla ya sabe cuál es su futuro ficticio: en muchos episodios, los Simpson han viajado en el tiempo y han conocido hacia dónde los llevará la vida. En el mundo real, su existencia cada vez se pone más en duda. Pase lo que pase, Los Simpson ya son eternos.

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