El fiscal suizo 'reactiva' las diligencias sobre el Ave y las suspende por segunda vez

Cita y aplaza las declaraciones de Canonica y Fasana, directivos de las fundaciones Lucum y Zagatka, vinculadas a Juan Carlos I, este viernes 18 de diciembre

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Ernesto Ekaizer
16/12/2020
7 min

MadridEl fiscal de Ginebra, Yves Bertossa, ha aplazado por segunda vez la "reactivación" de las diligencias de investigación sobre las presuntas comisiones abonadas en la obra del tren Ave Medina-La Meca en Arabia Saudí y los 100 millones dólares (64,8 millones de euros) transferidos a favor de Juan Carlos I, según fuentes jurídicas suizas.

El fiscal había citado una audiencia con Dante Canonica y Arturo Fasana, gestores y directivos imputados en la investigación el pasado 6 de noviembre, y aplazó la convocatoria - por la evolución del covid-19 en Suiza- al próximo viernes, 18 de diciembre.

Sin embargo, el pasado martes, ha vuelto a cancelar la audiencia, según ha podido confirmar ARA.

Canonica y Fasana son los creadores, gestores y directivos de los consejos de administración de las fundaciones Lucum (Panamá) y Zagatka (Liechtenstein), vinculadas a Juan Carlos I.

Se trataba, según fuentes jurídicas consultadas por Ara en Ginebra, de la primera citación de imputados después del 11 de marzo de 2020, cuando el fiscal interrogó a los directivos del banco Mirabaud.

Los directivos, entre ellos Antonio Palma, de origen español, explicaron que en 2012, al abrir Mirabaud sus actividades en España, con la compra de Venture Finanzas, la cuenta de la fundación Lucum, era una carga, ya que pertenecía a Juan Carlos I. Podía interpretarse tanto que el rey había facilitado la actividad de Mirabaud y que el banco le debía un favor. Por ello, explicaron, se canceló la cuenta.

A esa cuenta de la fundación panameña Lucum en la citada entidad ginebrina transfirió el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí, el 8 de agosto de 2008, la cantidad de 100 millones de dólares, a favor del entonces rey Juan Carlos I, primer beneficiario de la fundación, creada especialmente para recibir la transferencia, según ha quedado acreditado en la investigación suiza.

Canonica y Fasana fueron imputados a raíz de la citada transferencia a primeros de agosto de 2018 en las diligencias P 14703/2018 por un presunto delito de blanqueo de capitales (artículo 305 bis del Código Penal suizo).

El fiscal ginebrino, especializado en casos complejos de corrupción, ha relacionado los 100 millones de dólares (64,8 millones de euros de la época) con presuntas comisiones pagadas en el proceso de adjudicación de la obra de construcción del tren Ave Medina-La Meca, en Arabia Saudí, a empresas españolas, en 2011.

Ni los otros dos imputados en la causa, laexamante de Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, ni el banco Mirabaud, habían sido citados a la audiencia (hearing) que debía celebrarse este viernes 18 de diciembre, aunque podían estar presentes, o enviar a sus abogados, al ser partes en el procedimiento.

Hasta ahora, la actuación de Bertossa se ha centrado en la fundación Lucum, tanto en el envio de los 100 millones de dólares de Arabia Saudí a favor de Juan Carlos I como en la posterior transferencia de su equivalente, 64,8 millones de euros, a la cuenta de la sociedad Solare en Bahamas, propiedad de Corinna, como resultado de un contrato de donación irreversible.

El fiscal intenta aclarar si la empresaria de origen danés ha sido un instrumento de blanqueo -testaferro o fiduciaria- de Juan Carlos I, es decir, si el actual rey emérito sigue siendo el beneficiario real de ese dinero, una hipótesis que la examante ha negado durante su interrogatorio en Ginebra, el 19 de diciembre de 2018.

La imputación de Corinna, desde agosto de 2018, se debe al hecho, según la Fiscalía ginebrina, de haber aceptado en junio de 2012, “siendo que este dinero proviene de una pretendida donación del rey de Arabia Saudí en favor de Juan Carlos I que tuvo lugar en 2008, siendo acreditado que esa transferencia al [banco] Gonet Bahamas ha sido preparado y organizado por Gonet Ginebra”, según reza la acusación del fiscal.

La otra fundación, cuyos documentos fueron requisados por la Fiscalía ginebrina en agosto de 2018 en el despacho de la firma Rhône Gestión, firma gestora de los fondos de Juan Carlos I, es Zagatka.

El primer beneficiario de esta fundación creada, según sus estatutos, en Liechtenstein en 2003, es Álvaro de Orleans, primo lejano de Juan Carlos I; como segundo figura su hijo Alvaro y Juan Carlos I es tercer beneficiario; en cuarto figuraba, hasta el 15 de marzo pasado, el actual rey Felipe VI, y en quinto compartían la posición las infantas Elena y Cristina.

Tanto Canonica como Fasana, aparte de ser gestores y administradores de Lucum, son miembros del consejo de administración y mandatario-gerente de la fortuna del cliente, respectivamente.

Según explicó De Orleans el pasado 2 de marzo en entrevista con EL PAÍS, “hay un director, que es quien firma y administra, que es el señor Canonica. Y un asesor de inversiones, en este caso Arturo Fasana. Ha sido así desde el principio”.

Bertossa ordenó primero bloquear la cuenta de la fundación Zagatka en 2018. Y tomó declaración a De Orleans, el 10 de octubre de 2018, quien lo hizo como persona llamada a prestar declaración (personne appelée a donner des renseignements o padr)

Según el artículo 178 del Código de Procedimiento Penal helvético, se entiende como persona llamada a dar información, a todo aquel que sin ser él mismo imputado (prevénu), pudiera resultar autor de los hechos a esclarecer, o de un delito conexo, bien sea partícipe de estos hechos, o tenga la condición de imputado en otro procedimiento, por una infracción relacionada con aquellas que se quiere esclarecer.

La persona llamada a dar informaciones tiene una posición intermedia entre el imputado y el testigo y puede declarar asistida de letrado. No se le puede castigar por falso testimonio.

Pocos días después de la declaración de De Orleans, quien aseguró ser el único beneficiario de la fundación Zagatka y negó ser un hombre de paja de su primo -pese a que Juan Carlos figura como tercer beneficiario-, Bertossa dictó una orden de desbloqueo de los fondos de la fundación.

Zagatka ha pagado importantes gastos de Juan Carlos I, como los vuelos en jets privados, entre 2016 y 2018, sin que el rey emérito figure en los contratos con la empresa contratista. Quien ha firmado es Alvaro de Orleans. Se contabilizan en el citado periodo 5 millones de euros en vuelos a Abu Dhabi y otros países del Golfo Pérsico, Bahamas o República Dominicana.

El origen de los fondos de Zagatka es contradictorio. El diario británico Daily Telegraph informó, el 15 de febrero pasado, sobre la existencia de esta fundación, al reproducir un documento del banco Credit Suisse, Ginebra, donde la fundación mantuvo cuenta entre 2003 y 2015.

Según el documento, denominado “perfil de clientes gestionados por gestor de fortuna externo”, fechado en 2009, en el casillero que dice “Especifique cómo se adquirieron inicialmente los activos” la respuesta es: “Comisión percibida por la presentación de los que intervinieron en la venta de Banco Zaragozano al banco Barclays en Londres”.

El diario cifraba en 50 millones de francos suizos la comisión (44,5 millones de euros). El siguiente en apuntar el nombre de Zagatka fue el rey Felipe VI en su comunicado del 15 de marzo pasado, al negar tener conocimiento de de que figuraba como cuarto beneficiario, después de Juan Carlos I.

Existe un paralelismo entre Lucum y Zagatka. La primera se crea en Panamá en 2008 para recibir la presunta donación de Arabia Saudí; la segunda se crea en Liechtenstein en 2003.

En mayo de 2003, el banco británico Barclays adquiere mediante oferta pública amistosa el 98,3 por ciento del Banco Zaragozano tras obtener el acuerdo con los principales accionistas, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, quienes percibieron por la venta de sus paquetes 230,4 millones de euros y 226,3 millones respectivamente (unos 457 millones de euros).

La comisión pagada, según el Daily Telegraph, ascendía a 50 millones de francos suizos (44,5 millones de euros).

La amistad entre los primos llamados Los Albertos es sólida y estrecha durante décadas.

El abogado de De Orleans, el penalista Jean-Marc Carnicé, ha señalado a este periódico que no existe en la contabilidad de Zagatka ninguna entrada que acredite la presunta comisión. “Se trata de un error del responsable de dar la información a Credit Suisse, el gestor de la fortuna, el señor Arturo Fasana”, aseguró a EL PAÍS en una conversación telefónica esta semana.

En su interrogatorio a De Orleans, el fiscal Bertossa no preguntó por la presunta comisión de la venta del Banco Zaragozano.

En 2015, seis años después de la explicación cursada por Fasana al Credit Suisse, los gestores de Rhône Gestion decidieron cambiar de entidad bancaria. En la nueva versión sobre el perfil de cliente, se especifica que la fortuna tiene su origen en la herencia de la familia de De Orleans y de sus empresas.

La versión de Corinna zu Say-Wittgenstein, según su declaración, es diametralmente opuesta a la de De Orleans.

El 19 de diciembre de 2018, la examante de Juan Carlos explicó a Bertossa que “en 2011 o 2012, Juan Carlos I me exhibió un perfil de inversiones pidiéndome asesoramiento. Se mencionaba a la fundación Zagatka. Juan Carlos I me explicó que la fundación Zagatka le pertenecía. El documento que me mostró incluía las inversiones de esta fundación. Lo miré en detalle por eso lo recuerdo todavía hoy. Los activos de esta fundación eran gestionados por un banco suizo, Credit Suisse. Puedo encontrar este documento para enviárselo de hoy hasta el 21 de enero de 2019”. Fuentes jurídicas aseguran que los representantes legales de Corinna enviaron dicho documento a Bertossa.

Corinna fue concluyente: “Para mi la fundación Zagatka es la fundación de Juan Carlos I. Está inscrita indebidamente en nombre de su primo Alvaro”.

Sin embargo, Bertossa, según se ha apuntado, ordenó desbloquear los fondos de Zagatka -unos 10 millones de euros- apenas días después del interrogatorio de De Orleans, una señal, según Carnicé, de que el fiscal dio credibilidad a su declaración.

Pero, al parecer, hay una evolución en la posición del fiscal Bertossa.

La información que transmitió a la Fiscalía Anticorrupción un año más tarde, es un rastro sobre dicha evolución.

El 29 de octubre de 2019, Bertossa y Raphaël Zbinden, “analista en criminalidad del Ministerio Público”, acudieron a la Fiscalía Anticorrupción en Madrid para examinar la colaboración judicial Suiza-España con el fiscal jefe, Alejandro Luzón, el juez Manuel García-Castellón y los fiscales del caso Tándem-Villarejo y el tren Ave Medina- La Meca.

Bertossa señaló, según dijeron fuentes presentes en dicha reunión a Ara, que De Orleans era uno de los hombres utilizados por Juan Carlos I para ocultar parte de la comisión del Ave Medina-La Meca.

En base a estas afirmaciones, el fiscal Luis Pastor, a cargo de la investigación en la citada Fiscalía, envió una comisión rogatoria a Suiza, el 12 de febrero de 2019, según lo acordado con Bertossa, en la que solicitaba información sobre la fundación Lucum, y en la que añadía, según el documento al que ha tenido acceso este periódico: “Igualmente se hace preciso disponer de las declaraciones de Dante Canonica, Arturo Fasana, Corinna zu Sayn-Wittgenstein y Alvaro de Orleans”.

Es sugerente el fundamento para solicitar esta última declaración. “Y Álvaro de Orleans, porque tal y como usted indica, es otra de las personas utilizadas por Juan Carlos para ocultar parte de las comisiones recibidas”.

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