El catalán en la universidad

"Sabía que existía el catalán pero no que se hablara tanto"

Las universidades acercan el catalán a los 11.500 alumnos de intercambio con el objetivo de llegar al 80% de docencia en catalán

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Estudiantes de la UPF en Santa Maria del Mar estos lunes.

BarcelonaUn grupo de jóvenes extranjeros esperan en la puerta de la basílica de Santa María del Mar. Podrían parecer turistas, pero son estudiantes de intercambio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) en una de las visitas culturales para conocer el país en el que viven este curso. Hoy tocan unas pinceladas del "typical catalán gothic style" como previa de Sant Jordi. Dels setenta estudiantes, hay como la austríaca Marilena, que estudia un máster de historia del mundo y habla un buen catalán. "Siempre me ha gustado el Barça y por esto en 2015 hice un voluntariado en Menorca. Aprendí catalán charlándolo en el trabajo", dice. Y también las hay como Sabrina, de Roma, que estudia políticas y habla bien el castellano, que practicó en Houston: "Sabía que existía el catalán, pero no creía que se hablara tanto, creía que era como el irlandés". Jin, una doctoranda china que lleva cuatro años viviendo en Barcelona y le habla bastante, dice que "el catalán te permite vivir mejor aquí": "Conoces cómo es la vida de la gente normal".

Catalunya acoge a unos 11.500 alumnos de movilidad al año entre grados y posgrados, de un total de unos 208.600 estudiantes universitarios (son el 5,5%). ha 5.000 estudiantes extranjeros directamente matriculados en Cataluña y 13.286 alumnos del resto del Estado Todas las universidades catalanas despliegan un programa de acogida lingüística y unos 3.000 alumnos de intercambio hacen cursos de catalán en los servicios lingüísticos universitarios. lo aprenden incluso antes de venir, a través de los lectorados que el Institut Ramon Llull tiene en 21 universidades o con cursos online.

La UPF, por ejemplo, ofrece la opción de cursar los niveles A1 y A2 online y, una vez aquí, hace un intenso programa de Voluntariado Lingüístico, que el próximo año cumplirá 25 años. En la UPF realizan cerca de 400 parejas lingüísticas al año y este curso han propuesto 41 visitas como la de este lunes. "Somos la universidad pública catalana con más vocación internacionalizadora, tenemos muchos profesores y estudiantes de fuera, pero eso no va en detrimento del catalán. El catalán es la lengua de la institución y de los pasillos, y somos corresponsables: la lengua del docente en el aula es importante, porque los alumnos se adaptan a la lengua del profesor", dice el comisionado de política lingüística de la UPF, Marcel Mauri.

Objetivo: 80% de las clases

El principal reto del catalán en las universidades públicas es llegar al 80% de docencia en catalán en los grados (sin contar los de traducción y lingüística). Ahora se dan el 67% de las clases en catalán, el 21% en castellano y el 11% en inglés. Por eso, las universidades se han comprometido a aplicar un decreto de 2010 –que hasta ahora no se cumplía– que obliga a acreditar el nivel C1 de catalán a los profesores fijos, para garantizar que son aptos para impartir clases. Si, además, los alumnos extranjeros tienen nociones de catalán para seguir las clases, no existe el riesgo de que pidan cambio de lengua. "Un alumno debe saber la lengua de docencia por adelantado y no se puede cambiar una vez ha empezado la asignatura. Cada vez pasa menos y, si el estudiante se queja por los canales oficiales, podemos restituir la lengua anunciada", afirma la sociolingüista Marina Massaguer, responsable del Plan de Fortalecimiento del Catalán en el sistema universitario y de investigación. En el primer semestre de este curso se han registrado 71 quejas lingüísticas, 30 más que en todo el curso pasado, gracias a la campaña que las incentiva, "Si te cambian la lengua, no te cortes".

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