-Enseñanzas aplicadas y prácticas.
-Contacto con las empresas y el mercado laboral.
-Altos niveles de inserción laboral y empleabilidad.
-Posibilidad de realizar movilidades internacionales.
-Puerta de entrada a la universidad
Casi un millón de personas de entre 25 y 64 años en Cataluña tienen estudios de formación profesional. Una cifra que ha crecido casi un 11% en los últimos cinco años y que constata que cada vez más jóvenes se interesan por esta modalidad. Según datos delObservatorio de la Formación Profesionalrelativas al curso 2021-2022, casi 4 de cada 10 estudiantes catalanes cursan estudios de FP cuando terminan la ESO, lo que supone que más de un 37% del total de estudiantes matriculados en estudios postobligatorios eligen un ciclo de FP, un 7% más que en el curso 2016-2017.
La modalidad de estos estudios, con ciclos de corta duración, la posibilidad de poner en práctica los conocimientos aprendidos a través de proyectos laborales reales y las buenas perspectivas de trabajo, son algunos de los factores que responden al incremento de demanda de esta formación : "La formación profesional ofrece grandes oportunidades para que en poco tiempo los jóvenes puedan empezar su proyecto de vida", apunta José Luís Duran, director del Instituto Escuela del Trabajo de Barcelona, uno de los centros de FP más importantes de Cataluña. “Se trata de estudios profesionalizadores de ciclo corto [...] con una elevada empleabilidad y, en algunas familias, sueldos bastante competitivos [...]. También se ha mejorado, y la nueva ley lo mejora más, la existencia de itinerarios formativos verticales que permiten al alumnado seguir formando dentro de una misma rama”, añade. El incremento de plazas reservadas para acceder a grados superiores desde los grados medios, la implantación de los cursos de especialización que permiten obtener el título de máster en FP si se accede desde un grado superior o la posibilidad de entrar en la universidad desde un ciclo formativo o, incluso, reconocer créditos a los grados universitarios, son otros factores que, según Duran, contribuyen a que la FP sea cada vez una opción a tener más en cuenta. Este incremento de demanda también lo han percibido en el Institut Escola del Treball, donde han pasado de 2.750 estudiantes en 2012 a 3.150 en 2024, un 14% más.
A diferencia del número de estudiantes de bachillerato, que en los últimos cinco años ha aumentado ligeramente en Cataluña, pasando de los 94.000 en 2016 a los 103.000 en 2021 (+9,5%), la cifra de estudiantes que optan por un ciclo formativo se ha disparado en más de un 95% en el mismo periodo (de 131.000 en 2016 a 201.000 en 2021), según los indicadores delObservatorio de la Formación Profesionalde CaixaBank Dualiza. “La sociedad se está dando cuenta de que el éxito social que venía asociado al título universitario no es tal y como se lo habían imaginado. El subempleo de muchos titulados universitarios que ocupan puestos de trabajo con perfiles competenciales muy inferiores a sus capacidades y con unos salarios que no se corresponden con el esfuerzo de formación que le han dedicado genera mucha frustración”, destaca José Luís Duran.
En este sentido, el perfil de quien escoge esta opción formativa es cada vez más heterogéneo "dependiendo del nivel", como detalla el director del Institut Escola del Treball. Se incluyen aquellos jóvenes que tienen interés por aprender un oficio ya los que les gusta manipular, hacer y probar; chicos y chicas que no han finalizado la ESO y que provienen de la formación profesional básica o de los Programas de Formación e Inserción (PFI) y que se reincorporan a las enseñanzas regladas para evitar, así, un abandono prematuro de los estudios; adultos que acreditan sus competencias técnicas a través de un certificado de profesionalidad, o bien, aunque en un porcentaje todavía pequeño, titulados universitarios que complementan la formación con un ciclo formativo de grado superior (CFGS) para obtener una formación más práctica , la “posibilidad de hacer formación dual en las empresas y mayor probabilidad de empleabilidad”, destaca.
Sanidad (26,4%), informática y comunicaciones (13,69%), administración y gestión (11,98%), servicios socioculturales y en la comunidad (11,98%) y comercio y marketing (6,9%) son las familias profesionales con mayor demanda en nuestro país, según informes recientes. Si bien en ámbitos como el sanitario y el informático existe una alta inserción laboral, otros sectores generan poco interés entre los estudiantes a pesar de que el mercado laboral necesite cada vez más técnicos en estas especialidades: “Los ciclos de fabricación, ciclos de carpintería , de instalaciones de calor, frigoríficas y de climatización, instalaciones eléctricas, ciclos de eficiencia energética y de energía y de agua tienen una altísima inserción laboral, pero desgraciadamente suelen quedar vacantes en los centros. Es en este grupo donde es necesario trabajar más la orientación y la generación de vocaciones, haciendo valer las profesiones”, apunta José Luís Duran. Asimismo, las empresas catalanas también tienen dificultades para cubrir vacantes que solicitan técnicos mecánicos, mecatrónicos, en robótica, instaladores de climatización, técnicos en energías renovables y encargados de albañilería. Justo al contrario ocurre con “los ciclos de deportes, de grado medio de vídeo, disc-jockey y sonido, que generan mucho interés entre el alumnado a pesar de que no hay mucha inserción laboral”, añade.
Precisamente con el objetivo de llevar a cabo una planificación más eficiente entre la oferta formativa y las demandas de puestos de trabajo en la formación profesional en Cataluña (Sistema FPCAT), el Govern ha publicado elInforme general de prospectiva 2023-2025, que determina tres líneas de actuación: 1) Incrementar la oferta de plazas en las familias profesionales de química; informática y comunicación; transporte y mantenimiento de vehículos; sanidad, y servicios socioculturales ya la comunidad; 2) Fomentar las vocaciones a través de la orientación en familias profesionales donde existe necesidad de personas cualificadas y un elevado número de plazas vacantes en el Sistema FPCAT, como son la marítima pesquera; industrias alimentarias; edificación y obra civil; industrias extractivas; hostelería y turismo; madera, mueble y corcho; fabricación mecánica; electricidad y electrónica; instalación y mantenimiento; seguridad y medio ambiente; energía y agua, y comercio y marketing. 3) Estabilizar las plazas en familias profesionales como la agraria; imagen personal; actividades físicas y deportivas; imagen y sonido; artes gráficas; textil, confección y piel; artes y artesanías, y administración y gestión.
-Enseñanzas aplicadas y prácticas.
-Contacto con las empresas y el mercado laboral.
-Altos niveles de inserción laboral y empleabilidad.
-Posibilidad de realizar movilidades internacionales.
-Puerta de entrada a la universidad