Salud

Con el sueño... ¡No hacemos la gamba en verano!

Mantener una rutina de sueño regular es crucial en verano a pesar de la alteración de rutinas y horarios

Dr. Antoni Esteve
2 min
Una chica durmiendo, en una imagen de archivo

BarcelonaPor fin llega el verano, con su calorcillo, su gazpacho fresquito, las ensaladas coloreadas y la correspondiente dosis de siesta, playa y sol. Vamos, que dejamos atrás el crudo invierno y las intermitencias primaverales para sumergirnos en esta ligera sensación de relax estival y noches al fresco.

Todo parece más ligero, más ágil, más fácil.

Las temperaturas nos invitan a estar más con la naturaleza ya convivir disfrutando de la compañía de amigos y conocidos hasta tarde.

¡Qué placer! Sin embargo, no todo es coser y cantar. Una cosa no quita la otra y la salud debe vigilarse igual en verano que en las otras estaciones.

Uno debe cuidarse y dentro de este cuidarse está el bien dormir y dormir bien, ya que el tema no es cosa de vagos ni un accesorio de poner y quitar. Dormir a gusto y dormir las horas adecuadas es fundamental para la salud y el bienestar general durante todo el año, pero en verano se pueden presentar retos particulares que hacen que sea aún más importante prestar atención a nuestros hábitos de sueño.

Durante el verano, el termómetro subido de grados puede dificultar la regulación de la temperatura corporal, lo que es crucial para conciliar el sueño. El cuerpo necesita bajar la temperatura interna para entrar en un estado de sueño profundo, y un ambiente demasiado caluroso puede interrumpir ese proceso. Dormir en un espacio fresco y bien ventilado es vital para asegurar un reparador sueño. Por otra parte, la luz solar adicional en verano puede influir en nuestros ritmos circadiarios, que regulan los ciclos de sueño-víspera.

La exposición prolongada a la luz del día puede retrasar la liberación de melatonina, la hormona que induce el sueño, y dificultar conciliar el sueño a una hora razonable. Por eso, es importante limitar la exposición a la luz intensa en las horas previas a dormir y considerar el uso de cortinas opacas para mantener la oscuridad y la frescura en el dormitorio.

El verano suele ser una época de mayor actividad física y social, con más eventos, vacaciones y tiempo al aire libre. Aunque esto es positivo para la salud mental y física, también puede resultar en horarios de sueño irregulares y en menor cantidad de horas de sueño. Mantener una rutina de sueño regular es crucial para evitar la acumulación de déficit de sueño y para permitir al cuerpo recuperarse adecuadamente.

Ya ven, dormir no es de vagos ni perezosos, más bien es de quien disfruta de la vida y se cuida.

Buen verano a todo el mundo.

Disfrute.

Dr. Antoni Esteve

AdSalutem - Instituto del Sueño

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