Victoria Monique Sáez: "Un movimiento feminista sin las mujeres trans no tiene ningún sentido"

Activista y, sobre todo, artista del espectáculo, Victoria Monique Sáez (Lleida, 1990) ha estudiado derecho, moda y comunicación. Colabora con la asociación Colors de Ponent, la Paeria de Lleida y el consejo comarcal del Segrià en asuntos vinculados al colectivo LGBTIQ+. Con Oriol Mauricio es organizadora de la fiesta La Marimorena, la única dedicada a las personas disidentes de Lleida.

¿Qué es La Marimorena?

Un espacio seguro donde poder desarrollarnos libremente lesbianas, gays, bisexuales, personas trans, queer y disidentes en general, que son el mejor público. Pero es sobre todo un espacio diverso, donde es bienvenida gente de fuera del colectivo. ¡Viene incluso mi madre, que tiene setenta años!

Es el primer espacio de este tipo en Lérida. ¿Estamos atrasados?

Lleida es a veces una ciudad y otras, un pueblo. Aquí vivimos mucho la proximidad, pero también hace difícil echarlo de la norma. En Barcelona hay un gran nivel de disidencia y aquí parece que siempre debamos rendir cuentas.

Esto no deja de ser una buena oportunidad para explotarlo...

De esto me he dado cuenta hace muy poco. Antes creía que en Lleida no había nada que hacer. De hecho, huí porque no podía desarrollarme. Luego entendí que, volviendo a casa, alguien más se quedaría para hacer cosas que valgan la pena. Sin embargo, no se trata de hacer dinero, sino de mantener este espacio.

Has vuelto también como activista y convirtiéndote en portavoz de todo un colectivo, apareciendo en medios de comunicación, participando en debates y actuando en todas partes, incluyendo Barcelona. ¿No te provoca vértigo todo?

La verdad es que no mido lo que digo, soy natural y no tengo filtros. Me encanta equivocarme, porque así aprendo. No pretendo saberlo todo porque tanto el colectivo como la sociedad evolucionan a pasos de gigante. Siento la responsabilidad, pero me lo he buscado yo sola. De hecho, cuando salí del armario lo hice con la intención de convertirme en un referente.

Tu nombre actual es Victoria Monique. ¿Por qué lo escogiste?

Lo hicieron mis padres.

¿Una especie de renacimiento?

Mi madre eligió de una lista que le hice, y precisamente escogió a mi preferido, que le había pensado en referencia a la Victoria de Samotracia, la escultura con alas, porque me sentía empoderada.

¿Y el padre?

Fue muy divertido. Me propuso Monique, sin pensárselo. Es el nombre de una íntima amiga suya cuando vivió de joven en Bélgica [sonríe].

¿Cuándo nació Barbie Calva?

Yo ya me travestía años antes de mi transición definitiva y fue Barbie quien al final se comió mi antiguo yo.

Aunque sea tu alter ego artístico, opino que una Barbie representa el estereotipo de la mujer. ¿Es la trampa en la que está cayendo el movimiento trans?

Al contrario. La sociedad proviene tradicionalmente de estos estereotipos y, gracias al no binarismo, estamos saliendo. Antes, para que la sociedad nos aceptara, no teníamos más remedio que caer en los estereotipos. Hoy en día, esto no es así, y lo que intento es desdibujar estos estereotipos. Barbie era lo que yo siempre quería ser, mis referentes de pequeña, pero la calvicie, lo que a mí me ha tocado ser, me saca de la norma.

Una parte del feminismo ha mostrado su rechazo a la ley por la igualdad de las personas trans porque dice que vulnera sus derechos.

Tengo una opinión muy firme al respecto. Nosotros también somos mujeres y un feminismo sin mujeres trans no tiene sentido. ¿Quién dice que nosotros no hemos sufrido violencias machistas? ¡Quizás de más graves! Lo que queremos prevenir con la ley trans es una tasa de suicidios que da miedo.

Pero hay ámbitos sensibles como el deporte donde la equiparación de mujeres cis con mujeres trans es polémica...

Lo que deberíamos hacer es adaptar las regulaciones deportivas a la realidad actual. La idea es hacer también del deporte un espacio seguro para las personas que no encajan en el binarismo. Debemos entender de una vez que la sociedad ya no es binaria y eso que dicen que el hombre es más fuerte que la mujer... Bien, deberíamos hablar de ello.

¿No es así?

Ésta es una percepción machista. Entiendo que la testosterona tiene un componente fisiológico que implica ciertas capacidades físicas, pero cualquier atleta femenina te dirá que pensar que ella no es tan fuerte como un hombre es anticuado.

¿Lograremos cambiar la sociedad?

Siempre habrá un sector opresor que estará en contra de nosotros. Pero haremos que vivir sea algo mejor.