Consejos

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar un coche eléctrico de segunda mano?

El estado de las baterías es un elemento esencial y decisivo en la compra de un vehículo eléctrico de segunda mano

El diccionario de los coches eléctricos
24/04/2025
4 min

El precio de los coches eléctricos nuevos no es, en estos momentos, un elemento facilitador para la mayoría de los compradores particulares de nuestro país. Los coches eléctricos son, todavía hoy, un producto más caro que los vehículos con motor de combustión, a pesar de las campañas y ayudas institucionales, las promociones y los descuentos sujetos a financiación de los grandes fabricantes. Precisamente por este motivo se ha podido detectar un incremento sustancial de la demanda de vehículos eléctricos de segunda mano, que en muchos casos se deprecian de forma mucho más acelerada que los vehículos con motor de combustión equivalentes. Queda claro, pues, que comprar un coche eléctrico en el mercado de segunda mano puede ser una muy buena idea para encontrar un producto a un precio más ajustado para la mayoría de los bolsillos, siempre que sepamos en qué estado real se encuentra el vehículo y, a ser posible, conozcamos al máximo su historial de servicio.

Lo primero que debe tenerse claro a la hora de buscar un vehículo eléctrico de segunda mano es que, a diferencia de los vehículos con motor de combustión, los kilómetros no son un factor diferencial en el estado de un vehículo. Y es que la gran ventaja de los coches eléctricos frente a los tradicionales tiene que ver con el mantenimiento, ya que los eléctricos no deben sustituir cadenas ni correas de distribución, filtros ni bombas de combustible, sistemas de embrague ni otros elementos mecánicos. El mantenimiento de los coches eléctricos a menudo se limita al desgaste natural de su uso, es decir, a la sustitución de tabletas y discos de freno y neumáticos, limpiaparabrisas y posibles averías electrónicas (sistema de alumbrado, freno de mano eléctrico o sistema de infoentretenimiento). Los motores eléctricos tampoco necesitan ningún mantenimiento especial, y no existe la posibilidad ni la necesidad de sustituir cilindros, pistones e inyectores o de engordar el motor o de tener que sufrir por una posible avería de la temida caja de cambios y el sistema de embrague.

El precio de los coches eléctricos de segunda mano es más asequible

El gran elemento a tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo eléctrico de segunda mano es conocer el estado real de la batería de litio, y su posible pérdida de capacidad, que se traduce necesariamente en una disminución significativa de la autonomía real de los coches eléctricos. Actualmente, existen varios sistemas de diagnóstico de baterías para coches eléctricos que permiten evaluar de forma clara, concisa y efectiva el estado real de la batería de litio de un vehículo. Ésta es una operación que podemos llevar a cabo en la mayoría de talleres, o incluso de forma autónoma en caso de tener la capacitación, las herramientas y los conocimientos adecuados. La diagnosis de las baterías de un coche eléctrico se puede realizar en menos de cinco minutos y permite asegurar al posible comprador de un coche eléctrico de segunda mano el estado real de las baterías de litio, el principal escollo a la hora de valorar la compra de un vehículo eléctrico en el mercado de segunda mano.

La mayor parte de las baterías de litio que utilizan los automóviles actuales tienen una vida útil aproximada de entre 150.000 y 200.000 kilómetros o, lo que es lo mismo, una horquilla comprendida entre los 3.000 y los 3.500 ciclos de carga, con un margen de degradación natural de entre un 5%. Sin embargo, esta cifra dependerá también del tipo de uso y de cargas rápidas de que haya sido objeto el vehículo, ya que el sobrecalentamiento al que son sometidas las baterías de litio en ciclos de carga rápida o ultrarrápida es uno de los elementos que más pueden afectar a la vida útil de las baterías. De hecho, existen algunos registros de vehículos veteranos, como el Nissan Leaf de primera generación o algunos Tesla Model S con baterías de litio, que acumulan el paso de más de 250.000 o incluso 300.000 kilómetros y más de 4.000 o 5.000 ciclos de carga, con una degradación.

Otro elemento a analizar y tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo eléctrico de segunda mano es el desgaste general del vehículo. El estado general del interior del vehículo y su carrocería son indicadores fiables para evaluar el nivel de cuidado en el mantenimiento del coche. Un coche proveniente de empresas de alquiler o de renting puede no haber sido objeto de un cuidado cuidadoso mantenimiento. En este sentido, aunque el mantenimiento mecánico no es tan decisivo como en el caso de un coche de combustión, la existencia de un libro de revisiones sellado y con las facturas asociadas permite suponer que el modelo en cuestión ha tenido un mantenimiento adecuado.

Por último, también es interesante saber que los coches eléctricos de kilómetro cero con menos de doce meses de antigüedad también se pueden beneficiar de las ayudas a la adquisición de vehículos eléctricos del plan Moves III, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2025, o hasta el agotamiento de los 400 millones con los que ha sido dotado.

4 consejos para comprar un coche eléctrico de segunda mano
  • Estado de las baterías

    Recurrir a un diagnóstico de baterías para coches eléctricos nos permite evaluar de forma clara, concisa y efectiva el estado real de la batería de litio de un vehículo, el elemento más importante de estos vehículos.

  • Estado general del vehículo

    Hay que fijarse en el estado general de la carrocería y de los interiores para identificar un desgaste prematuro o irregular, un indicador que en muchos casos puede convertirse en clave para decidirse por un modelo u otro.

  • ¿Coche de alquiler o de empresa?

    Los coches que han prestado servicio como coche de alquiler, renting o flota de empresa a menudo pueden no haber sido tratados con el mismo cuidado que el de un usuario particular.

  • Libro de mantenimiento

    La existencia del libro de mantenimiento debidamente sellado y, si puede ser acompañado por las facturas, añade una capa más de seguridad y garantía a la hora de adquirir un coche de segunda mano, ya sea eléctrico o combustión.

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