¿Qué diferencia existe entre un híbrido ligero, un híbrido convencional, un híbrido enchufable y un coche de autonomía extendida?

Los coches híbridos están de moda. Estos vehículos con etiqueta ecológica son ya los más vendidos del mercado en Cataluña, las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, con una especial prevalencia en las principales ciudades y capitales. Los híbridos son, a ojos de muchos compradores, una apuesta segura e inteligente en el proceso de transición entre la movilidad de combustión y la movilidad eléctrica, punto intermedio que aporta seguridad tecnológica y ambiental a los compradores. No obstante, entre los coches híbridos, podemos diferenciar tres tipos: híbridos ligeros (MEV), híbridos convencionales (HEV) e híbridos enchufables (PHEV), tres tipologías de vehículo que encajamos dentro del gran cajón de sastre de los vehículos híbridos y que desarrollaremos de manera individual para facilitar su individualidad para facilitarla.

Híbridos ligeros (MEH)

Los híbridos ligeros o microhíbirdos, también llamados MEH (mild electric hybrid), no serían híbridos al uso, sino coches de combustión convencionales con un sistema eléctrico de 48 V que les ayuda a iniciar la marcha o liberar el motor térmico de algunas funciones como el aire acondicionado y la radio, pero que no puede manejar el coche por sí solo.

Los coches híbridos ligeros con sistemas de 48 V son la opción más económica y sencilla que tienen los grandes fabricantes para electrificar sus vehículos, lo que ha supuesto que muchas marcas apuesten. En el caso del mercado español, además, estos híbridos ligeros o MEV también gozan de la etiqueta ecológica de la DGT, aunque el sistema eléctrico no permite que el vehículo deje de utilizar el motor de combustión y que sólo sirva como un elemento de soporte.

En términos de eficiencia energética, los híbridos ligeros tampoco suponen ningún gran ahorro de carburante o de emisiones porque varios estudios apuntan a que permiten reducir alrededor de un 5% del consumo y emisiones finales del vehículo, sobre todo cuando circulamos con el climatizador activado, por ejemplo.

Híbridos convencionales (HEV)

Los vehículos híbridos convencionales o HEV (hybrid electric vehiculo) son los híbridos más populares y conocidos, los vehículos que siguen la tecnología iniciada por Toyota con el Prius a finales del siglo pasado. desacoplando el motor térmico de la transmisión.

La gran ventaja de estos vehículos es la posibilidad de recargar las baterías del coche con el mismo movimiento cinético, prescindiendo de los enchufes y tiempo de espera de las cargas. Además, es una tecnología muy fiable y evolucionada, con una sofisticación y perfeccionamiento muy elevados, que utilizan marcas como Toyota (pionera y referente de los coches híbridos), Kia-Hyundai y Renault.

Probablemente sea la opción más adecuada en términos de relación entre precio, prestaciones y calidad para la mayoría de conductores que hacen un uso diario del vehículo tanto en ciclos de circulación urbanos como inteurbanos gracias a su versatilidad y adaptabilidad.

Híbridos enchufables (PHEV)

Los coches híbridos enchufables o PHEV (plug-in hybrid electric vehiculo) son los únicos coches llamados híbridos que pueden circular en modo totalmente eléctrico durante, como mínimo, unos 50 kilómetros.

El hecho de poder circular en modo eléctrico prescindiendo totalmente del motor de combustión permite que estos coches puedan disfrutar de la etiqueta de cero emisiones y de diversas ayudas e incentivos de las administraciones, siendo especialmente útiles para un uso urbano intensivo. A modo de ejemplo, un híbrido enchufable podría servirnos para ir a trabajar y hacer pequeños desplazamientos diarios sin tener que gastar ni una gota de combustibles fósiles y sin generar ni un gramo de emisiones contaminantes.

Pero hay que tener en cuenta que los híbridos enchufables o plug-in son coches sensiblemente más caros y que presentan un peso más elevado debido a la presencia de las baterías de litio de mayor capacidad, lo que penaliza el consumo de carburante una vez agotado la capacidad de la batería y activamos el motor de combustión para circular a 120 km/h por autopistas y autovías. Pero también es cierto que los híbridos enchufables actuales tienen un sistema electrónico preparado para salvaguardar la carga de la batería eléctrica cuando cae al 20% o al 15% de la capacidad y pasan a funcionar como un híbrido convencional e incluso derivando parte de la potencia del motor de combustión para alimentar a las baterías eléctricas del coche. Esto hace que el coche siempre disponga de un remanente de capacidad para moverse en modo eléctrico, una opción interesante e inteligente que nos permite movernos en modo de cero emisiones cuando circulemos por el centro de una población después de haber recorrido muchos kilómetros en modo híbrido convencional por autopista, por ejemplo.

Coches de autonomía extendida (REEV)

Los coches de autonomía extendida o REEV (range extended electric vehiculos) son, en realidad coches eléctricos que tienen un depósito de gasolina y un generador que utilizan el combustible para generar energía eléctrica para mover el coche, pero que no inciden sobre el movimiento de transmisión en las ruedas tiene en función de la motor de motor de motor sólo de motor motor. Es activar un generador de energía eléctrica cuando las baterías están descargadas. hace unos cinco años, con modelos como el BMW i3 y el Chevrolet Volt, pero la mejora de las autonomías de los coches eléctricos han acabado eclipsándolos. De entre los grandes fabricantes sólo Nissan sigue desarrollando una tecnología de autonomía extendida, ampliada o prolongada, mediante la tecnología e-power que utilizan los modelos más modernos de la marca.

¿Cuál es la mejor tecnología?

Las tres opciones de sistemas híbridos tienen ventajas e inconvenientes y su adaptabilidad dependerá del presupuesto y las necesidades reales de cada cliente. pierden buena parte del sentido. Por último, los híbridos ligeros o MEV son vehículos habitualmente más económicos, pero su nivel de electrificación es poco destacable porque sólo realiza un papel de apoyo al trabajo del motor de combustión.