Deportivos

Ferrari cancela su segundo modelo eléctrico debido a “una demanda inexistente”

Los de Maranello constatan que gran parte de sus clientes no quieren comprar coches eléctricos y reorientan su estrategia

Ferrari F80
26/06/2025
2 min

Los clientes de Ferrari no quieren coches eléctricos, según apunta un informe de la agencia Reuters. Fuentes internas de la compañía aseguran a este medio que existe una "demanda cero" relativa a deportivos de la marca impulsados ​​por motores eléctricos, incluso si éstos son igual o más potentes que los modelos de combustión equivalente. astronómicas por las unidades limitadas y exclusivas.

El plan de negocio de Ferrari hasta 2030 que presentó el director ejecutivo de la marca Benedetto Vigna implicaba presentar este mismo 2025 su primer modelo totalmente eléctrico y un segundo modelo en 2028, una fecha que en estos momentos parece casi sentenciada. Y es que los objetivos de Ferrari para el año 2030 preveían que los eléctricos supondrían una cuota de mercado del 40% del total de la producción ese año, los híbridos ocuparían otro 40% del total de ventas y que los vehículos con motor de combustión se reducirían a sólo un 20% del mercado, una cifra que parece muy poco superdeportivos.

¿Los ricos no quieren eléctricos?

Aunque Ferrari tiene previsto presentar su primer modelo eléctrico a finales de este año o inicios del próximo año y entregar las primeras unidades de su primer eléctrico en el último trimestre de 2026, la realidad de la demanda, así como las reservas de los clientes de la marca, muestran una clara tendencia a la adquisición de modelos con motores de combustión.

Uno de los motivos que explica el cambio de estrategia en la electrificación de la marca ha sido el éxito inesperado del Purosangue, el primer todocamino de la marca. Muchos analistas y expertos coincidían en apuntar a que incluir un SUV en la gama de los de Maranello era todo un sacrilegio, pero la entusiasta respuesta de los clientes ha sido el detonante de la decisión de la marca italiana. La clave del éxito del Purosangue es, también, que este vehículo disponga del mítico motor V12 y una estética rompedora, más allá de su precio exclusivo (superior a los 450.000 euros).

La otra piedra en el zapato que está encontrando Ferrari con sus deportivos eléctricos es el reto técnico que supone integrar el peso de las baterías de litio en unos coches diseñados y fabricados para obtener un alto umbral de rendimiento tanto en carreteras de curvas como en los circuitos, donde la marca de Maranello se juega el prestigio.

El último motivo –y seguramente el más decisivo– que explica la cancelación del segundo vehículo eléctrico de Ferrari es, precisamente, que el primer modelo no está generando demasiado interés entre los clientes de la marca. Por primera vez en muchos años Ferrari ha visto cómo uno de sus coches no levanta demasiado entusiasmo entre sus seguidores, y ha entendido que el proceso de electrificación de la marca deberá ser mucho más lento y gradual. A modo de ejemplo su gran rival Lamborghini también ha retrasado su primer eléctrico hasta el 2029, y Maserati también ha renunciado a sus planes de electrificación total de la marca.

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