Mercedes presenta un prototipo eléctrico que aprovecha la pintura de la carrocería como panel solar

Mercedes-Benz es una marca icónica y prestigiosa que, con el paso de los años, se ha convertido en sinónimo de calidad y elegancia, pero que nunca ha querido renunciar a la vanguardia y al uso de las nuevas tecnologías asociadas al vehículo eléctrico, conectado e inteligente. El último paso en la evolución de la marca es el sorprendente prototipo Vision Iconic, un modelo capaz de unir lujo, exclusividad, innovación y sostenibilidad en un concepto que promete desarrollar el mundo de la automoción.

No es la primera vez que una marca trabaja sobre la idea de construir un coche solar, es decir, un vehículo eléctrico autopropulsado que aproveche la luz del sol para generar electricidad y alimentar al propulsor del coche. Sin embargo, lo que sí es del todo innovador es la idea sobre la que ha trabajado Mercedes-Benz en este modelo. Consiste en una capa fotovoltaica flexible exterior que realizaría las funciones de carrocería y que puede generar energía suficiente para alargar la autonomía del vehículo en unos 12.000 kilómetros al año, según apunta la marca. Mercedes asegura también que esta pintura o capa fotovoltaica no utiliza tierras raras ni silicio, y que puede reciclarse con facilidad, de modo que se reduzca la huella ecológica del vehículo para contribuir a un modelo de movilidad sostenible.

Pero las innovaciones de Mercedes-Benz presentadas en este prototipo no terminan ahí, ya que la marca alemana ha mejorado el uso de la inteligencia artificial con un procesador que imita los procesos cognitivos de la mente humana y al que han llamado "computación neuromórfica". Esto promete ahorrar hasta un 90% la energía empleada en los procesos de cálculo necesarios para la adecuación de la conducción autónoma y en mejorar la respuesta inteligente incluso en situaciones desfavorables. Este prototipo promete un nivel de conducción autónoma de 4 sobre 5 que permitiría que el vehículo circule en modo totalmente autónomo por autopistas y autovías y en algunas condiciones de circulación, para liberar al conductor de la tarea de tener que estar atento al volante y pudiendo descansar, leer o ver una serie, entre otras ocupaciones.

Una estética señorial

Pero más allá de las potentes innovaciones tecnológicas presentadas, este Vision Iconic mantiene la esencia clásica de los Mercedes-Benz de toda la vida, gracias a una carrocería de tres volúmenes cuyo capó alargado recuerda la fisonomía de algunos de los modelos más icónicos de la marca. Su imagen, poderosa y elegante, se queda a medio camino del legendario Mercedes 300 SL y un cupé contemporáneo como los actuales CLA o GLC, donde destaca una gran parrilla frontal sobredimensionada e iluminada por faros led presidida por la clásica estrella de tres puntas. El resultado obtenido es especialmente cautivador, trabajado y bien encontrado, que casa los coches clásicos de los años 30 y 40 del siglo pasado con las innovaciones tecnológicas del presente.

Los interiores del coche mantienen también un delicioso equilibrio entre la estética tradicional de los modelos más importantes de la historia de la marca de Stuttgart y los nuevos requisitos tecnológicos digitales, pero manteniendo la elegancia y la exclusividad. Por ejemplo, el tablero es sustituido por una capa de vidrio transparente llamada Zeppelin (ya que su forma recuerda a los globos de los años 30 del siglo pasado) que integra diferentes funciones de instrumentación y control, y los tapizados de los asientos y del suelo recuerdan a los empleados por los muebles, sillas y sofás del siglo XVIII, en un claro gesto y sofás del siglo XVIII, en un claro gesto elementos más modernos.

Este prototipo no verá la luz en cuanto a producción, pero no deja de ser una pista más de la hoja de ruta y de la capacidad técnica y tecnológica de Mercedes-Benz, así como un esbozo más de su libro de estilo y diseño de cara al futuro. Igualmente relevante es fijar el foco en el sitio escogido para la presentación internacional del modelo, Shanghai, en el corazón de la industria del gigante asiático, toda una declaración de poder en un contexto de guerra comercial entre los fabricantes europeos y los chinos en la carrera por el coche eléctrico.