Quien tiene un amigo tiene un tesoro (y un mem)
En una cena con amigos que hace tiempo que no ve, lo hace. Coge el móvil porque uno de ellos ha preguntado cuántos años tiene no sé qué actriz, y no se ponen de acuerdo. Quiere buscarlo en Wikipedia. Pero en cuanto desbloquea la pantalla, ve que en el grupo de amigos de la escuela alguien felicita a Xevi, que hoy hace años. A toda prisa (él no sabía que Xevi hacía años hoy) también le felicita. Y qué caray, por no ser adocenado y conformarse con un whatsapp, le reenvía la canción Cumpleaños feliz, de Parchís, que es mucho de su generación y siempre bromean. Enseguida le contestan con aplausos y risas todos los demás. Su madre, ahora lo ve, le preguntaba si iría a comer, pero no puede. "¡No, mamá!", escribe. Porque se da cuenta de que habría tenido que decirlo antes. Mamá, con su ortografía particular, le dice que le sabe mal, que había preparado lo que a él más le gusta. Sonríe, al leer esto. Está contento de la ternura que chorrea esta mujer. Le envía un corazón y un mem, que ya sabe que a su madre la hacen reír mucho, los memes, y siempre los reenvía a las amigas de Imserso.
Una notificación la alerta de lluvias torrenciales probables. Ostras. Es una noticia interesante. Abre el enlace, pero entonces debajo le sale otra noticia. "¿Sabes en qué pueblo se ha rodado la serie gallega de moda?" Ah, sí. La serie esta, del veterinario. Le gustaría saber el nombre del pueblo. Pero hasta que no pueda leerlo tendrá que pasar muchos anuncios de bicicletas y de barbacoas, que son las dos cosas que a él le interesan. Le gusta hacer vida social.
Tira hacia abajo, abajo, hasta que se cansa. No es tan importante saber el pueblo de la serie. ¡Ah, sí! ¡Iba a mirar la edad de la actriz! Levanta la cabeza. Los amigos ya hablan de otra cosa mientras disparan la mesa.