El análisis de Antoni Bassas: 'Ministra, otra tomadura de pelo de "lluvia de millones" no, por favor'

"¡Tenemos el derecho de decidir sobre nuestras infraestructuras!" El manifiesto de 2007 criticaba el estado de las infraestructuras ferroviarias y viarias de Catalunya. También recogía una petición expresa para que las redes de transporte fueran traspasadas a la Generalitat. Uno ve este lema y no sabe si le provoca más nostalgia o más mal humor

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La ministra de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, y exalcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez ha anunciado este viernes una inversión de 3.000 millones en Catalunya en los presupuestos de 2022. 

En otro foro dijo: "Queremos que Catalunya vuelva a ser el motor de la transformación que este país necesita y que recupere el músculo industrial, la capacidad exportadora, la fuerza empresarial y la riqueza social". Y bla, bla, bla. Con toda cordialidad, ministra Sánchez, pero muy “bla, bla, bla”.

Y usted que tiene 45 años, es catalana y de Gavà, sabe de qué hablo y por qué se lo digo. Sin ir más lejos, cuando usted nació Gavà tenía menos de 30.000 habitantes. Ahora tiene 47.000. El entorno metropolitano de Barcelona ha crecido enormemente y, en cambio, el servicio de Rodalies no ha crecido y es pésimo. Usted nació en 1975, el año de la última ampliación de Rodalies en Catalunya. Usted ya era regidora del Ayuntamiento cuando el fenomenal caos en el servicio de Rodalies de Renfe debido a las obras de la entrada de los trenes de alta velocidad en Hospitalet cortó tres líneas de trenes entre Gavà y Sants.

Y usted seguro que recuerda una información de hace diez días: según los datos del primer semestre de este año del ministerio de Hacienda, Catalunya solo ha recibido el 10,7% del total invertido por la administración central y su sector público, a pesar de que aquí vive el 16,4% de la población. 

O sea que si ya cuesta creerles cuando prometen inversiones, todavía cuesta más creer que la inversión se ejecutará. Claro que, como dicen en inglés, si alguien te engaña, vergüenza para él. Si alguien te engaña dos veces, vergüenza para ti. Quiero decir que los partidos catalanes, Esquerra y el PDECat, o Junts o Convergència, habrían tenido que ser más exigentes en la negociación de los presupuestos. Por favor, no nos vengan con la lluvia de millones y digan de qué manera piensan garantizar la ejecución.

Si hablamos de Rodalies, el momento es muy importante. Hemos pasado unos días horribles con la huelga salvaje de maquinistas que no quieren que les traspasen a la Generalitat. Y no sé si se han salido con la suya, porque viernes, cuando desconvocaron la huelga, presumían de que Renfe les había dado garantías de que el traspaso no estaba sobre la mesa. La Generalitat dice que sí, y recuerda que los maquinistas ni perderían sueldo, ni movilidad interna dentro de la empresa, ni movilidad geográfica, y que si alguien no quisiera trabajar en Catalunya se podría ir a cualquier punto de España. 

Es que, además, esto de Rodalies hace muchos años que se arrastra. En 2009 empezó el traspaso a la Generalitat, que, como aquel quien dice, solo puede decidir los horarios. Pero la Generalitat no tiene ni los trenes, ni el personal, ni las vías, ni las catenarias, ni las estaciones. Ya me dirán. Ahora la Generalitat dice que no quiere que el operador sea Renfe, y no quiere renovar el contrato programa, como ha hecho siempre desde 2009, porque ya sería una tomadura de pelo. Se lo diré de otro modo. Esto, en Madrid, no pasa. Y tiene todo el sentido que un servicio de proximidad como es el de Rodalies esté dirigido por la administración más próxima, que es la Generalitat.

En Catalunya somos muy conscientes de este problema porque lo sufrimos, porque es un atentado casi diario a la movilidad y al tiempo de vida de los trabajadores y al medio ambiente, porque, claro, la gente coge el coche. Mire, ministra, si somos conscientes de que usted ya era regidora de Gavà en diciembre de 2007, hará catorce años, cuando 200.000 personas salieron a las calles de Barcelona y se manifestaron bajo el lema: “¡Somos una nación y decimos basta! ¡Tenemos el derecho de decidir sobre nuestras infraestructuras!" 

El manifiesto de 2007 criticaba el estado de las infraestructuras ferroviarias y viarias de Catalunya atribuido a la falta de inversión de los sucesivos gobiernos de España. También recogía una petición expresa para que las redes de transporte fueran traspasadas a la Generalitat. Diciembre de 2007. Uno ve este lema y no sabe si le provoca más nostalgia o más mal humor. 

Ministra, la lluvia de millones está muy bien, pero traspasen la integridad del servicio de Rodalies y cumplan las inversiones.

Un recuerdo para los exiliados y para los represaliados. Y que tengamos un buen día.

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