Barcino y Moll: cien y noventa años

Oriol Magrinya
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No hace mucho, y con pocos días de diferencia, celebraron cumpleaños redondos dos editoriales especialmente emblemáticas (creo que aquí este adjetivo es adecuado) de la cultura catalana: Moll sopló noventa velas, mientras que Barcino festejó los cien años.

Con sede en Mallorca y fundada por un menorquín egregio, Francesc de Borja Moll, de entrada can Moll es la editorial del colosal Diccionario catalán-valenciano-balear, el gran proyecto filológico de Antoni M. Alcover, conocido sobre todo por su mote, el Alcover-Moll. También de las Fábulas mallorquinas, la otra gran aportación etnográfica y literaria de Alcover. Además, durante todo el franquismo y después en democracia, Moll ha sido el editorial de una parte fundamental de la literatura catalana moderna: desde los grandes autores de la generación de los cincuenta como Blai Bonet, Josep M. Llompart o Jaume Vidal Alcover, hasta nombres actuales como Lucía Pietrelli, Jaime C. Pons Alorda o Juan Tomás Martínez Grimalt, pasando por la generación de los setenta –Antònia Vicens, Maria Antònia Oliver, Gabriel Janer Manila, Guillem Frontera– y otros autores de primero orden como Baltasar Porcel, Miquel Àngel Riera, Antoni Vidal Alcover o el orientalista y místico, traductor del Baghavad Gita y de los otros grandes textos del hinduismo, Joan Mascaró Fornés. Después de haber llegado al cierre por asfixia económica, desde 2019 Can Moll ha iniciado una nueva etapa con el nombre de Nova Editorial Moll y bajo la dirección de Tomeu Canyelles.

También hace relativamente poco que Oriol Magrinyà se ha puesto al frente de Barcino, que es la editorial de la colección Nuestros Clásicos, creada por Josep Maria de Casacuberta e impulsada actualmente por la Fundación Carulla. Las diferentes series de Nuestros Clásicos (Autores medievales, Autores modernos, y Serie A) conforman un catálogo insustituible, que ofrece las grandes obras de la literatura catalana (escondidas al gran público hasta la existencia de este proyecto) en pulcros ediciones elaboradas con un máximo rigor filológico: encontrará desde Llull, March y Martorell hasta la incorporación más reciente, elEspejo de la vida religiosa (también conocido como Deseoso), una novela anónima del siglo XVI que fue un auténtico éxito internacional en su momento y que ahora se incorpora a la serie de los Autores modernos de Nuestros Clásicos en una excelente edición de August Bover i Font . Esto puede parecer que sería suficiente, pero Barcino cuenta con otras colecciones de máximo interés como la Biblioteca Barcino, la Biblioteca Histórica de la Traducción Catalana, o las más recientes, Cata de Clásicos e Imprescindibles, dirigidas a un público más amplio y más joven, así como la colección Mirades, dedicada al ensayo literario. Ahora ha incorporado también una cabecera de referencia, la de la revista Los Márgenes, de estudios literarios.

Catálogos editoriales que son monumentos a la lengua catalana, así como expresiones de la vitalidad de la cultura catalana. Deseamos a Barcino ya Moll larga vida, y hablemos de ellos a los jóvenes, porque nos equivocaríamos de dar por descontada su existencia.

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