

Tal y como prometió, Donald Trump ha firmado un decreto con el título "Sin hombres en deportes femeninos" para vetar la participación de las mujeres trans en la categoría. Ya respiramos tranquilos.
Un político debe tener la habilidad de detectar y amplificar las "preocupaciones" (no llamaremos "problemas") que pueden remover la sensibilidad de los ciudadanos, lo que no quiere decir que tenga la habilidad (y las ganas) de "solucionarlas". Trump en esto es lo mejor. Naturalmente, esa "preocupación" es más ambiental que concreta. Provoca, en cualquier caso a sus fans, incomodidad moral. Las "preocupaciones" que sí son "problemas" suelen ser concretas y, por tanto, tienen "soluciones" imposibles. La salud (en todos los sentidos), por ejemplo.
Lo mismo que quizá ocurre entre los votantes de Trump pasa, en este caso por reacción, en las filas de la izquierda. Para los trumpistas de derechas los trans son los "sacrificios humanos" que hace la tribu para apaciguar a los Dioses (que están enfadados y no sabemos por qué). Y el ciudadano que considere –metaforejo– que "un sacrificio humano" no sirve para nada será ridiculizado, insultado e investigado. En el caso de los de izquierdas, los trans son lo contrario de un sacrificio humano. Son los "muñecos indultados" de las fallas. Quien abandone el apego acrítico y considere que hay que hacerse alguna pregunta será considerado traidor y facha.
Ni con los inmigrantes, ni con los transdeportistas, ni con los palestinos, ni con el feminismo, ni con ninguna de las "preocupaciones" que tan bien localiza Trump hay ganas de ponerle remedio político. Trump supongo que no quiere trans en el deporte femenino porque tienen ventajas físicas (ganarían todas las carreras). Habría que poder hablar, incluso caso por caso, de que no hay tantos. Y debería poder hablarse de los hombres trans en equipos masculinos. Pero los de izquierdas no se pronuncian claramente, dicen inconcreciones o niegan y niegan. Con esto y con todo lo que es, para ellos, "sensible". Que sería todo, sin embargo, exceptuando los preservativos de marca blanca.