España y la 'barcadependencia'
Que la Federación Española de Fútbol riña al Barça por haber comenzado un tratamiento médico en Lamine Yamal es el mundo al revés. Si España ha pintado algo en el panorama futbolístico europeo y mundial de las últimas dos décadas ha sido gracias a los jugadores ya las jugadoras formados en el Barça, capaces de practicar un fútbol técnico, brillante y ganador, que acabó con todos esos años dedesarrollismofutbolístico tan bien resumidos en la expresión "la furia española", invocada con una copa de Soberano en la mano, que"es cosa de hombres".Un club que ha aportado una lista de jugadores que podríamos empezar con Puyol, Xavi e Iniesta, y acabar con Pedri (el Madrid no quiso) y Lamine, merece un agradecimiento y no una coza. Pero viendo que la Federació ha llegado a tener presidentes como Luis Rubiales, se entiende la coza.
Es incomprensible, por desagradecido y poco inteligente, que después de todos estos años debarcadependenciade la selección española (ha llegado a haber convocatorias recientes en las que no han llamado a ningún jugador del Madrid), ya meses del próximo Mundial, la Federación no sea capaz de mantener un diálogo fluido con el Barça. El club es el que paga a los jugadores y está en su perfecto derecho de administrarlos cuanto más convenga a sus intereses.
Por supuesto, los jugadores están encantados de ser seleccionados y sueñan con el Mundial, y así, a base de rellenar el calendario de partidos oficiales y de jugar cada tres días, afortunado es el partido que no termina con un lesionado. Sin embargo, a los jugadores nunca los verá pasar de una queja retórica. El show debe continuar.
