1. Seguramente es una de las fotos del año. Incluso de la década. Es Netanyahu, en el Despacho Oval, hablando por un teléfono con cable. Siguiendo las instrucciones de Donald Trump, el líder de Israel le está pidiendo disculpas al primer ministro de Qatar. El presidente de Estados Unidos, serio además de no poder, le aguanta el teléfono a Netanyahu, al que no quiere ni mirar. La semiótica no engaña. El mensaje está claro. "Tiene, Bubú; llamo, te lo paso y le pides perdón porque te lo digo yo". Del hecho se ha hablado mucho, porque ha sido clave para todo lo que ha venido después hasta llegar al alto el fuego en Gaza, tan esperanzador como largamente anhelado. Se ha escrito mucho menos, en cambio, del detalle estético que nos llamó la atención desde el primer momento. ¿Por qué la Casa Blanca, en 2025, pasó esta fotografía sólo en blanco y negro?
2. La cronología puede que nos ponga sobre la pista. El martes 9 de septiembre, Israel hace un ataque en territorio de Qatar, sin haber avisado previamente ni a los Estados ni a nadie. Netanyahu se felicita de la acción en la que mueren cinco miembros de Hamás. En el bombardeo también muere un policía qatarí. Veinte días después, el 29 de septiembre, Netanyahu es invitado en Washington. Se reúne con Trump, dan una rueda de prensa conjunta y todo parecen flores y violas después de que se anuncie un posible plan de paz basado en 21 puntos. Pero, en un santiamén, se filtra que durante la reunión Trump ha obligado a Netanyahu a pedir disculpas al primer ministro de Qatar por el ataque de tres semanas antes. Es la constatación de que Estados Unidos tiene la sartén por el mango en el conflicto. Se bombea el hecho de la llamada a regañadientes de Netanyahu, pero no hay pruebas. No es hasta dos días después, el 1 de octubre, que la Casa Blanca entrega a los medios la ya célebre fotografía.
3. ¿Por qué la Casa Blanca filtra la instantánea? Por mera propaganda. Para demostrar el poder de Trump, para mostrar al mundo un Netanyahu humillado/riñado/castigado (cada uno que elija el verbo que le haga sentir más cómodo), que debe hacer lo que el presidente de Estados Unidos le manda. Hay un antes y un después de esa fotografía. Netanyahu queda debilitado. A partir de ahí, y tras el error de atacar a Qatar, que es el país donde Estados Unidos tiene su implantación militar más potente en esta región caliente del mundo, Israel pierde fuerza y debe pagar su resbalón. Pero más allá de las consecuencias geopolíticas que nos han llevado hasta esta paz standing, ¿por qué el equipo de comunicación de Trump sirvió estas fotografías únicamente en blanco y negro? La Casa Blanca, hasta ahora, no ha dado ninguna explicación.
4. De hecho, no es una fotografía, sino que son tres. Las tres son muy buenas, pero ninguna de las tres va firmada por su autor, tan sólo pone "fuente: Casa Blanca". Pero me atrevo a vaticinar que sólo habrá una que pasará a la historia. Y precisamente, por eso, no la pasan en color. La historia se escribe en blanco y negro. Pretendían que la foto tuviera una dimensión icónica y atemporal. El blanco y negro confiere un aura de solemnidad y gravedad que es la que pretendían dar al evento. El relato fotográfico del último siglo casi nunca se transmitió en color. La narrativa histórica se ha realizado con la formalidad de toda la gama de grises y matices. Los emblemas de los grandes momentos internacionales son en blanco y negro y Trump, qué caray, quería el suyo. Todo parece calculado en la propaganda del personaje. Tras esta distribución de las fotografías de la llamada de Netanyahu, nada es un capricho. Si bien podría muy bien que un asesor más trumpista que Trump, con ganas de hacer puntos, pensara que un señor con la piel calabaza y la tofa amarilla llamaría demasiado la atención, si la distribuían en color. El hombre es tan grotesco, que existía el riesgo de que nadie se fijara en el teléfono de la humillación.
