Card Miró
28/09/2022
1 min

Albert Batet no mencionó el sintagma maldito, “salir del Govern”, y en cambio imploró a Aragonès que les diera una respuesta que les permitiera cerrar el debate interno que ellos mismos han abierto. Pero el president ignoró a Batet, con un punto de fruición malévola incluso, y ahora Junts tiene un problema. ERC tenía en su mano la posibilidad de lanzar un salvavidas a Batet y Turull, que no tienen ninguna gana de romper el Govern, pero los republicanos han decidido inhibirse y convertirse en espectadores del choque entre los pragmáticos y el sector liderado por Borràs (con la bendición de Puigdemont). Es una apuesta arriesgada, es cierto, pero ahora mismo los nervios son mucho más evidentes en las filas de Junts que en las de Esquerra. Y esto siempre es una buena pista.

stats