Esta Liga va a costar mucho

Pedri presiona a Valverde.
26/10/2025
Periodista
3 min

1. El Barça perdió por 2-1 en el Santiago Bernabéu en una tarde que nadie recordará en un año. En un partido malo, pero entretenido para los espectadores que no eran ni de unos ni de otros, en la primera parte pareció pasar de todo y, en cambio, en la segunda no pasó nada. Y eso favorecía al equipo de casa, que tenía todo a favor: el marcador, la intensidad, la profundidad de banquillo y una afición motivada que este domingo lo dio todo porque fue caliente a Chamartín. ¿Del árbitro? Hablaremos más adelante. Tras el descanso sí ocurrió algo significativo. Szczesny detuvo un penalti a Mbappé. Hubiera sido el 3-1 y, prácticamente, la sentencia. Pero el guardameta polaco redondeó una de sus mejores actuaciones desde que dejó la jubilación dorada en Marbella para hacer un favor al Barça y para enmarcar su currículum. Ayer, el polaco, aparte del penalti, hizo siete muy buenos paros. Pero cuando el señor de los guantes es el mejor de tu equipo, mala señal. Ayer el Barça apenas creó ocasiones de gol, estuvo muy impreciso y se demostró que la fe, el fútbol y la generosidad en el esfuerzo de Pedri y De Jong no bastan. Hay que hacer más cosas bien hechas para ganar a un rival que tiene una gran plantilla y, por ahora, un equipo muy poco cohesionado. Después de once jornadas, el Madrid le saca cinco puntos al Barça. Demasiada distancia. Pero todavía no estamos en Tots Sants y, por tanto, queda mucha liga para que el equipo se pueda rehacer. Pero, en estos momentos, la lista de ausencias, la desorientación de Flick, el ruido innecesario y la obsesión arbitral harán muy difícil que se pueda ganar esta Liga. Vamos a palmos.

2. Julio Tous, cuando llegó como nuevo preparador físico, aseguró que habría el 50% de lesiones que antes. El resultado es justo lo contrario. La delantera que maravilló al mundo el año pasado, Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha, no están. Entre el polaco y el brasileño marcaron 76 goles. Ahora no juegan. Lamine juega a medio gas porque, por su daño, debería descansar. Raphinha ha recaído tres veces de una lesión muscular que debía curarse con tres semanas ya este paso quizá sean dos meses. La plantilla corta, con tantos heridos, no da por ganar la guerra. Ojalá que cuando se recupere a todo el mundo, no hayamos hecho salado.

3. Parece que los jugadores, con la barriga llena de los tres títulos de la pasada temporada, no tienen tanto hambre como hace un año, cuando llegó un entrenador nuevo al que tenían que demostrar todo su talento. Para Flick, la temporada tampoco ha arrancado bien. El mal humor viene del verano, cuya pretemporada no era como él la había planificado, con una fiesta de mayoría de edad de Lamine Yamal que no digirió, con el regalo de Iñigo Martínez al fútbol árabe, cuyo vestuario se le está escapando de las manos. Ayer Flick no estuvo en el banquillo, pero renunciar a la rueda de prensa previa al partido (¡un Madrid-Barça!) es enviar un mal mensaje. Peor fue ver cómo acababa el equipo: con Casadó y De Jong de centrales, Araujo de delantero centro y Lamine Yamal centrando balones desde atrás. El desaguisado también ha llegado a la pizarra del entrenador.

4. Que Laporta y el padre de Lamine Yamal, antes de un clásico, envíen mensajes optimistas que encienden Madrid no es una provocación. Forma parte del juego. Que a Lamine Yamal, en la semana decisiva, le hayamos visto más de dos días seguidos haciendo el meco en la King's League no se entiende. Y, mucho menos, que nadie del club le pare los pies. El de Rocafonda lo tiene todo por ser como Messi y, según cómo, puede acabar como Neymar. ¿Y el árbitro? En el minuto 11 el resultado era 0-0. Sin VAR, habría sido 2-0, por un penalti que no era y un gol en orsai de Mbappé. Ya está todo dicho. El trabajo sucio ya lo había hecho Gil Manzano, hace una semana, expulsando a Hansi Flick.

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