El Madrid que cierra tarde y regala pastillas de Matrix

BarcelonaAl Madrid extractivo, al Madrid que vacía España –o sea: Castilla– hay que sumarle el Madrid ultracentralista mediático. Desde siempre, la Villa y Corte había acaparado buena parte de la atención de los medios, en cuanto que centro de poder. Y es una capital que arrastra, además, algunos acomplejamientos históricos que ha aprovechado para resolver, ni que sea a golpe de talonario y dumping fiscal. Normal que se busque un relato ganador. Pero nunca antes había impulsado una identificación tan bestia de Madrid=España, hasta el punto en que las elecciones autonómicas han quedado asimiladas en un plebiscito sobre Pedro Sánchez.

"Díaz Ayuso y Mónica García, la apuesta por la política en la campaña del ruido", titula El Mundo. Sustraer a Ayuso de la ecuación de la polarización y la crispación solo se puede hacer desde una burbuja a prueba de realidades. "Noto el apoyo del votante de izquierdas en la calle", es la cita de la candidata popular en la portada de La Razón, en una nueva muestra de los beneficios de la píldora azul, en este universo de Matrix en que se ha convertido la política madrileña y, por extensión, la española. Claro que El País también apuesta por la negación fantasiosa: "La izquierda fía su suerte a una movilización histórica", dice el titular de portada. Y el texto habla de unas "últimas encuestas" que "constatan una importante movilización". Solo falta un "lo tenemos cerca" para resultar deliciosamente irónico. Pero la dosis de realidad virtual no debía de ser suficientemente fuerte, porque el redactor no tiene otro remedio que añadir: "Eso sí, también en la derecha".

(Coda. Seguro que hay voces quejosas por lo que consideran un tratamiento excesivo de los medios de aquí. Pero negar la influencia de estas elecciones en la cosa catalana me parece, también, entregarse a la automedicación con píldoras gentileza del laboratorio Matrix.)