El mar de la libertad

Antoni Benaiges fue un maestro de Mont-roig del Camp que, en 1934, destinado a un pequeño pueblo de provincia de Burgos, intentó poner en práctica una metodología de enseñanza revolucionaria, basada sobre todo en la participación activa de los niños en el aprendizaje. Fue asesinado el 19 de julio de 1936.

Hasta hace relativamente poco, nadie había oído hablar de este hombre. Su nombre fue silenciado en Bañuelos de Bureba, donde ejerció y dónde perdió la vida. Tampoco sabíamos nada en Catalunya hasta que, en el 2010, un exalumno se atrevió a hablar de ese maestro desaparecido.

A partir de ahí, como cuando se ha encendido una mecha que ya no puede apagarse, varios investigadores fueron agrietando poco a poco pero con constancia la losa del silencio que se había derribado sobre la memoria de Benaiges.

Francesc Escribano escribió un libro titulado Desterrando el silencio: Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar, con la colaboración de Queralt Solé, Francisco Ferrándiz y Sergi Bernal. Del libro salió una exposición y ahora, finalmente, llega a los cines la película del mismo título, que ha dirigido Patricia Font.

El día que se presentó la película, Paco Escribano denunció el olvido al que se ha sometido tantas muertes como la de Benaiges, tantas historias como la de este maestro: es un olvido que no podemos asumir, dijo.

Si va a ver la película creo que va a tener una mezcla de sensaciones que van desde la emoción y la ternura hasta un cierto alivio por las grietas que este proyecto ha abierto en este olvido impuesto.

El joven actor ampurdanés Enric Auquer es Antoni Benaiges. Lo es con el cuerpo desgajado y con la inocencia de sus ojos, con la sonrisa esperanzada y con la actitud tensa pero calmada de su coraje.

Un grupo de pequeños actores y actrices acompañan la magnífica interpretación de Auquer y recrean aquella burbuja que el maestro supo crear en la inhóspita realidad de aquel pueblecito de Burgos en 1934. Antoni Benaiges, entre otras cosas, descubrió que aquellos niños nunca habían visto el mar y les prometió que él mismo les llevaría a verlo. Una promesa de esperanza, de tiempos mejores y de libertad que, evidentemente, se interrumpió. Estroncaron.

Vi la película una noche de los que, en Madrid, los gritos fascistas volvían a bramar para tratar de imponer silencio y tenebror. Los creadores de la cinta –guionista, directora, actor– reivindicaron la memoria histórica y homenajearon a través de la familia de Benaiges –presente en la sala– a todas las familias que aún buscan a sus muertos.

La actriz Laia Costa interpreta a una chica actual que se empeña en buscar los restos de su bisabuelo y que entra en contacto con la historia del maestro que prometió el mar y que dejó un recuerdo mudo pero indeleble en sus alumnos .

Al final de la proyección, los chillidos alegres de los niños actores rompieron felizmente el silencio angustiado y emocionado de los espectadores adultos. Después, un largo aplauso por Antoni Benaiges tragó el nudo que se nos había instalado a todos en la garganta.