Las presentadoras del Gaudí, las talentosas Maria Rovira (Oye Sherman) y Ana Polo dicen en la gala de los premios (transcribo): “Ya era hora de ver a tantas mujeres haciendo cine y hablando de sus historias. Y no dejarlo todo en manos de directores y guionistas que se empeñan en estereotiparnos, en romantizarnos, en meternos en su peli sólo porque le ponemos un poco morcillona a la mitad de la audiencia . Un poco de pechugui siempre hace iluo. Y también cuando las mujeres hacen cine ocurre que se hacen equipos más equitativos”.
Sobre los equipos equitativos, fantástico. Es listo tener equipos equitativos. Acerca de mujeres haciendo cine. Yo quiero gente genial haciendo arte, y, por tanto, quiero mujeres. "Mujeres hablando de sus historias"? Esto lo veo diferente. No sé si existen historias de hombres e historias de mujeres. Espero que no. Soy escritora. Escribo historias. Y eso no quiere decir que, tal vez, porque me pica, elija a más protagonistas mujeres. Pero también me gusta escribir sobre varones, sobre animales. Me preguntan a menudo si tal novela que he escrito, al ser de una menopáusica, trata “un tema de mujeres”. ¡No! Es sobre un personaje. "¿Las mujeres se identificarán?". No sé. Pero no se puede leer sólo cosas que te hagan identificar o nunca leeríamos a la genial Moby Dick, que va de una ballena.
Sobre dejarlo todo en manos de directores y guionistas que nos romantizan y estereotipan. Hay mujeres que estereotipan y romantizan y hombres que también. Y estereotipar y romantizar no es malo ni bueno, sino sólo se romantiza y estereotipa. Se estereotipa y se romantiza hombres y mujeres. Tiene que haber público por todo. Y hay directores, como Tarantino, como David Trueba, como Cohen, que no romantizan.
En cuanto a “poner morcillona la mitad de la población” con las actrices, gracias a los directores hombres. Los actores y actrices hacen soñar, son más guapos que nosotros, ellos y ellas o quizás más “de fantasía”. Ha habido más directores, en el pasado, cuantos más escritores. Entonces se entiende que quizá el director deLos Fabulosos Baker Boys se enamorara de Michelle Pfeifer y quisiera que los espectadores también. Pero ¿qué pasa con Brad Pitt en Troya? ¿Y con Cary Grant y con John Wayne? En la gala se homenajeó a Ventura Pons, fallecido recientemente. Su Anita no pierde el tren, ¿no era un homenaje a la Sardà? Yo creo que no es necesario confrontar directores y directoras por una razón como la del género. Es demasiado fácil.
