La comisión del Parlamento Europeo que ha visitado Catalunya instigada por la obsesión anti lengua catalana del PP, Ciudadanos y Vox se ha ido diciendo que: "Hemos tenido una visión clara de lo que pasa aquí". Son palabras de la jefa de la delegación, Yana Toom. Yo, como los Dupond y Dupont, diría aún más: han tenido una visión clarísima, la visión que se deriva de entrevistarse sólo con los padres antiinmersión y no con los que están a favor. "Es que vinimos porque son los padres del 25% los que lo pidieron, no los demás", se han justificado. Y es en este punto que es importante recordar cómo funciona el negocio.
Ciutadans fue creado para ir contra la enseñanza en catalán, en tanto que partido nacionalista español en Cataluña (lógicamente, cuando pasaron a la política española, se va deshacer porque ese mercado electoral ya estaba cogido). Pero como se pasó años envenenando a la sociedad con todo tipo de falsedades contra la lengua, amplificadas en las telas de la platocracia,hizo algún agujero. Y con la inestimable colaboración del PP y de la justicia, logró que los tribunales dictaran la sentencia del 25%. ¿Resultado? Según datos de Plataforma per la Llengua, de los cerca de 4.000 centros que hay en Cataluña, este curso la medida se aplica a 28.
O sea que la cosa va así: primero creas un problema, después envías una comisión para comprobar que hay un problema y sales confirmando que, efectivamente, existía un problema. Por cierto, en la rueda de prensa del final del viaje, la eurodiputada Toom ha afirmado que "el catalán no está en peligro". No, ahora ya no te lavan la boca con jabón ni te multan por hablar en catalán. Es usted muy amable.