Premio Nobel de la Paz

El Nobel de la Paz, para Greta Thunberg (no para Donald Trump)

Greta Thunberg en una rueda de prensa en Estocolmo el 7 de octubre, a su regreso de Israel.
10/10/2025
Analista de paz, conflictos y negociaciones.
3 min

El presidente Trump está acuciando al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para poner fin a la guerra de Gaza, entre otros motivos porque está convencido de que se merece el premio Nobel de la Paz. Presumió de haber terminado con más de siete conflictos armados en el mundo, y está convencido de que puede poner fin al conflicto de Palestina, "que dura desde hace 3.000 años". Para empezar, si miráis la lista que divulgó el propio Trump sobre los conflictos solucionados, veréis que algunos todavía están activos y otros son más bien acuerdos comerciales y de inversiones de las empresas amigas del presidente, que piensa más en términos de negocio que de pacificación.

Lo más divertido, sin embargo, es que la fecha máxima para presentar candidaturas al Nobel de la Paz terminó el 31 de enero, once días después de que Trump tomara posesión del cargo de presidente. Si algo es evidente es que tiene muy malos asesores, tanto por esta ignorancia de las fechas como por plantear un plan de paz en Palestina totalmente inviable y bastante colonizador. Así, las propuestas de presentar a Trump como candidato al Nobel del congresista Darrell Issa del 4 de marzo y de Netanyahu de julio llegaron fuera de tiempo.

Pero aún quedan tres meses para proponer candidaturas para el próximo año. Ante esto, hay que tener en cuenta el maltrato que se ha infligido de forma expresa a Greta Thunberg en la cárcel de Israel, tras su detención por formar parte de la flotilla de barcos que se dirigían a Gaza, y hay que valorar que es una figura muy simbólica en la lucha por revertir el cambio climático y por la causa palestina. Por todo ello, creo que sería interesante que algunas instituciones catalanas (académicas, políticas, sociales, culturales, etc.) la propusieran para el Nobel del 2026, de forma razonada y antes de finalizar el año.

Hay también otra motivación para esta candidatura. Thunberg ya no es esa jovencita de 15 años que sorprendió y movilizó a millones de jóvenes. Ahora tiene 22 años y representa a una juventud inquieta y vindicativa. En los últimos meses, en Nepal, Marruecos, Kenia, Filipinas, Indonesia, Timor, Mongolia, Madagascar, Perú, Uruguay y otros países, la llamada generación Z se está movilizando masivamente para pedir cambios políticos, civiles y sociales en sus países. Existe un auténtico tsunami mundial protagonizado por los jóvenes, y un Nobel para una persona carismática que los representa sería un estímulo para sus demandas. Los jóvenes quieren tener un futuro, no ser ignorados. Además, esta juventud que se manifiesta representa todo lo contrario de lo que encarna el presidente Trump, que niega el cambio climático, promueve las energías fósiles y reduce los presupuestos para la sanidad, la educación y la cooperación. Lo que sí merecería Trump sería un nuevo premio Nobel, el de las guerras comerciales a través del sistema de aranceles. Ese seguro que lo ganaría.

Siempre ha habido polémicas por la concesión de algunos premios Nobel de la Paz, como Abiy Ahmed Ali (2019), Barack Obama (2009) y Henry A. Kissinger (1973), pero en la mayoría de los casos se han dado a personas o instituciones que en el momento de recibir el premio eran protagonistas de los cambios políticos o sociales, a veces arriesgando la vida o su libertad. Tener el premio Nobel de la Paz puede ser muy útil para personas perseguidas y para quienes lideran cambios necesarios, promueven procesos de paz o denuncian injusticias. Nada de todo esto recae en el señor Trump, que tiene una falta de virtuosidad y un exceso de egolatría, pero sí recae en Greta Thunberg y lo que representa, unos valores a impulsar por todas partes y, como he dicho, especialmente entre la juventud, que también está en el punto de mira de fuerzas reaccionarias, populistas y racistas. Tomad nota: Norwegian Nobel Committee, Henrik Ibsens Gate 51, 0255, Oslo (Noruega).

stats