Vladímir Putin y Emmanuel Macron reunidos, lunes en Moscú, alrededor de la polémica y famosa mesa larga.
09/09/2022
2 min

No está la cosa internacional para bromas pero ya que Iván Redondo y Enric Juliana han abierto la veda humorística comparando Soria, con Siria y con Siberia, me voy a lanzar yo también al humor negro apocalíptico. Circula un meme en el que se ve al presidente Macron sentado en una larga mesa del Kremlin. Tiene enfrente al presidente ruso Vladimir Putin. Macron le pide a Putin que, por favor, le ofrezca un vaso de agua. Y Putin le pregunta, entre carcajadas, si la quiere con gas o sin gas.

El caso es que Rusia cumplió con sus advertencias y Gazprom, la principal empresa gasística del país, ha detenido el flujo de gas a través del gaseoducto Nord Stream. Juliana y Redondo, al tiempo que recomiendan a Sumar pactar con el PSOE las listas al Congreso en las provincias sorianas, recordarán seguramente que el frío siberiano siempre trae al más histórico de los generales rusos, el manido general invierno, presto a colocar sus piezas para la guerra de posiciones contra la Unión Europea.

Gazprom asegura que el corte se ha producido por una fuga de aceite pero el gobierno ruso ha venido a decir que o se levantan las sanciones o el agua se la va a tener que tomar Macron sin gas.

Si algo sabemos (porque lo han dejado claro además su patronal y sus sindicatos) es que la economía alemana necesita a toda costa el gas ruso. Por eso su gobierno mira al sur de Europa y a nuestro gasoducto MidCat tan defendido por La Vanguardia de Juliana (pasa por Catalunya) y tan ignorado por la prensa de Madrid (el gasoducto a diferencia de la red ferroviaria y de carreteras no pasa por Madrid). Pero Macron parece comprometido a privar a toda Europa del agua de Vichy y se resiste a las presiones alemanas e ibéricas y, con heroísmo cincuenta por ciento napoleónico, cincuenta por ciento ecologista dice que el Midcat no sirve para suplir la falta de gas ruso y que perjudica mucho al medio ambiente.

De hecho Macron se reunió con el canciller alemán Olaf Scholz y dijo que el jefe del gobierno alemán no le había dado motivos suficientes para abrir este gaseoducto y que quedaba a la espera de que Pedro Sánchez le convenciera. Mucho me temo que si Alemania no ha convencido a Francia, España lo va a tener muy difícil a pesar de los últimos éxitos internacionales de un jefe del ejecutivo español más preocupado por Siria que por Soria, como decían Redondo y Juliana.

El comunicado de esta guerra del gas es que tenemos las principales economías de la zona euro a bofetadas. Qué gran idea fue para los europeos esto de ir a muerte con la OTAN a ver si derrotábamos al sátrapa Putin. Cómo debe de ser la cosa que incluso el ponderado Enric Juliana ha denominado antipático a Macron por haber echado un cubo de agua fría y sin gas a Alemania, España y Portugal y a su voluntad de enviar gas desde Argelia a través del gasoducto que cruza los Pirineos.

Agua sin gas para todo el mundo, parece que ha decretado Macron mientras todavía hay lobos y perros del periodismo progre defendiendo que seguir a la OTAN es como defender a la República Española de Franco, Hitler y Mussolini… Así es el capitalismo, dicen.

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