Pasolini, poeta y profeta
¡Hace cincuenta años, medio siglo!, que Pier Paolo Pasolini fue asesinado. Era el día de Todos los Santos, como hoy, claro, y después de cenar con su amado Ninetto Davoli y su esposa en una trattoria de Roma, PPP se fue. La mujer de Davoli le dijo: "¿Por qué no le acompañas?" Pero Davoli sabía que no podía acompañarle. PPP se acercó a la estación Termini. Allí, un jovencito llamado Pelosi se subió al Giulietta de PPP. Invitó al chico a cenar en una trattoria cerca del Tíber. Él no comió nada, ya había cenado. Luego fueron hacia Ostia. A la mañana siguiente encontraron el cadáver del poeta en un descampado. Todo lo que ocurrió exactamente nos es desconocido. Pelosi fue acusado de asesinato y él lo admitió. Pero no todo el mundo lo creyó. Es un crimen que nunca se ha resuelto.
Pasolini tenía muchos enemigos, porque era implacable en sus versos, en su cine, en su teatro, en sus artículos. No paraba de denunciar lo que, a sus ojos, era un crimen escalofriante: la corrupción, por parte del capital, los partidos políticos y la Iglesia católica, de todo lo auténtico en la vida de los humanos. De eso van sus versos, su teatro, sus ensayos. En las revueltas de Mayo del 68, PPP se puso no a favor de los estudiantes, sino de la policía que les atizaba. El argumento era que los estudiantes eran hijos de papá, burgueses, y en cambio los policías eran hijos del pueblo que si eran policías era porque no habían tenido otra oportunidad. Pasolini era un hombre incómodo. Denunciaba los rastros de fascismo que veía en la sociedad de su tiempo. Se hizo muchos enemigos. Cuando le mataron, tenía entre manos una novela, Petrolio, magmática, inacabada, donde repasaba la evolución hacia el mal de su sociedad y denunciaba quiénes eran los culpables.
¿Quién mató a Pasolini? El caso se resolvió rápidamente: un chico que se declara culpable y está. Qué fácil les fue a los jueces, que se habían pasado la vida juzgando a la víctima. Pasolini fue de proceso en proceso. Un filme era denunciado por obscenidad; el otro, por escandaloso; otro, por blasfemo. Pasolini estorbaba; todo el mundo con un cierto poder quería quitárselo de delante. ¿Quién orquestó su asesinato? ¿Sólo fue una venganza personal de Pelosi? Nunca me lo he creído.
Pasolini era un poeta, fundamentalmente. Su cine, que le hizo famoso, era un cine que surgía de su concepción personal de la poesía. Así como su teatro. Éste –lo dijo él– era un teatro de Palabra. Su cine lo era de Imagen. Antiguo discípulo y amigo de Roberto Longhi, el gran historiador del arte, Pasolini, él mismo pintor a ratos perdidos, era un gran aficionado al arte, y su cine se servía muchas veces. Primeros planos, rostros desconocidos, tejían una poética de la sorprendente realidad. El estatismo de los primitivos impregna su visión. Él también, cuando dirigió su obra de teatro Orgía, optó por ese estatismo que le venía del arte de los primitivos. Según explica Luca Ronconi, la dirección de Pasolini fue un fracaso, porque las palabras –la Palabra–, debido al estatismo de los actores, no llegaba al público, y si lo hacía, volvía al escenario como un boomerang.
Un poema, Versos del testamento, que traduje por encargo de Xavier Albertí para su inolvidable espectáculo PPP, comienza: "Hay que ser muy fuerte para amar la soledad…" Pasolini era un hombre solo que amaba su soledad. Una soledad profunda, del alma, en la que se generaba su poesía, ya fuera en versos, teatro o cine. Esa soledad del alma no le impidió tener amigos. Sobre todo fue amigo de Alberto Moravia y de Dacia Maraini, con quien se construyó una casa doble en las dunas de Sabaudia. Y de Elsa Morante. La lista de sus amigos es enorme. Bertolucci, que le hizo de ayudante de dirección deAccattone, Fellini, Bolognini, Maselli, todos los directores que contaban algo en su tiempo. Y los actores: Maria Callas, con quien tuvo una relación de amistad amorosa, por así decirlo; Silvana Mangano, la madre de Teorema; Anna Magnani, la protagonista de Mamma Roma… Y los chicos: Franco Citti y sobre todo Ninetto Davoli, que fue mucho más que un amigo. Durante nueve años estuvieron juntos y cuando Davoli le dijo que se casaba, Pasolini tuvo una enorme depresión.
Ante los cambios de la sociedad, corrompida por el consumismo, dijo que no se trataba de un cambio generacional, sino de un cambio antropológico… Ahora hemos llegado. Era un profeta.