Los padres de este chico, Ethan Crumbley, que mató a cuatro estudiantes de su instituto, en Michigan, e hirió a otras siete personas, incluido un profesor, irán 15 años en prisión. Son “culpables de homicidio involuntario” por “haber permitido que Ethan tuviera acceso al arma con la que cometió el crimen”. Mi padre había comprado la pistola cuatro días antes y no estaba cerrada con llave. También se les acusa de "haber ignorado los problemas de salud mental que tenía su hijo". Le habían llevado a un campo de tiro poco antes.
En Estados Unidos es legal comprar armas; por tanto, es muy normal que si es legal comprar armas, los fans de las armas lleven a los hijos a aprender a utilizarlas (yo llevo mi hija a la biblioteca ya los restaurantes). A mí, quizás me gustaría ir a un campo de tiro. Si los padres son culpables de haber comprado el arma, ¿no lo es el vendedor por haberla suministrado? ¿Y el presidente, para permitirlo? No cerraron el arma con llave, dice el tribunal. ¿Y los cuchillos de la cocina? ¿Y las tijeras de coser? ¿Y el hacha de cortar leña? ¿Qué son diferentes?
Leemos en el ARA que el tribunal “cargó especialmente contra la madre por haber ignorado las señales de su hijo”. ¿Y si los ignoraba porque ella también los sufría? En cualquier caso, ¿por qué ella debía no ignorar las señales más que el padre? ¿Por qué pasaba más tiempo? ¿Por qué le había parido? ¿Por qué una madre es distinta a un padre? No se me ocurre ninguna cuestión que acuse más a la madre que al padre, que a un hermano oa la abuela, salvo esta idea del pecado original. Hasta hace poco, a las madres de adolescentes con anorexia se las culpaba sin piedad por “cómo eran”. ¿Y los maestros? ¿Y los psicólogos del centro? En ese caso quien compró el arma fue el padre. Parece que el tribunal no lo encuentra peor.
