L'actor Antonio Resines
05/01/2025
3 min
  1. La anécdota nos la explicó Manolo Vázquez Montalbán, en las instalaciones de TV3, poco antes de hacerle Un paseo por la vida. Allí, en el camerino 2114 –un sofá, una bañera y un tocador con bombillas de vedete–, nos dijo que unos meses atrás habían invitado a cenar a casa, en Vallvidrera, un amigo profesor de la Universidad de Salamanca. Era un catedrático de izquierdas, un sabio con dos carreras que, entre primer y segundo plato, y viendo que el perro de la familia se acercaba a la mesa, les sorprendió con una pregunta: "¿ ¿Al perro también le habláis en catalán?". Manolo y Anna se miraron, atónitos. Que el matrimonio se hablara en su lengua dentro de su casa quizá ya le parecía extraño, pero... ¿al perro? ¿Dónde se ha visto? Cuando, además además, no hace falta ser un premio Nobel de ciencias para saber que los perros, en todo el mundo, se comunican en castellano entre ellos. buena fe, una tontería como aquella, ¿cuáles no serían los prejuicios del españolismo recalcitrante?
  2. Han pasado más de treinta años desde ese episodio y estamos allí mismo. O peor. Esta semana, uno de los actores más cotizados en España, Antonio Resines, se ha soltado en una entrevista en El Mundo. Aprovechando el desaguisado que clavaba en el PSOE para pactar con Junts ("Son casi de ultraderecha, nacionalistas, racistas y de todo"), expresaba sus pensamientos sobre la lengua: "¿Qué tontería es esa de que se hable en catalán y euskera en las Cortes? ¿Cuál es el idioma oficial en España? El castellano, las otras lenguas son lenguas cooficiales en sus territorios. ¿Pero qué tontería se está de ver al presidente del Gobierno como un pinganillo en el Congreso mientras hablaba Nogueras? Es una imagen que me dejó destrozado completamenteQué grave que alguien que estuvo en la UCI tantos días por culpa de la covid ahora quede trinchado por eso. Que un actor, que es alguien que vive de la voz, de la palabra y de la mueca, tenga tan poca sensibilidad lingüística es para echar el sombrero al fuego.
  3. Y entonces Resines dice lo que suele soltarse para dar más trascendencia a sus palabras. Confiesa que todo esto lo dice él, que es socialista de toda la vida, como si votar al PSOE fuera un salvoconducto hacia la razón y un certificado de buena persona. Él mismo, con tantos amigos catalanes del mundo de la farándula, nos subraya que todo este posicionamiento sobre el catalán, los catalanes y Cataluña –todavía gracias– no es una manía de alguien de Vox o más allá. Lo dice uno que lleva la etiqueta de progresista pero a quien le toca totalmente los huevos la tontería que se hable catalán en el Congreso.
  4. Hablar en catalán, o en cualquier otra lengua, nunca puede ser una estupidez. gente que nació en Torrelavega, que se emociona con las Champions del Madrid y atiza a la catalanofobia tan a la ligera. Hay partidos políticos que siembran el odio para recoger votos. No creo que Resines busque público ni unas declaraciones así. conjunto de síntomas de una enfermedad crónica: la intolerancia. Cincuenta años después de la muerte del dictador, todavía estamos en este punto. si su PSOE cumple con los distintos pactos de investidura, quizás pronto también hablaremos en catalán en el Parlamento Europeo, no lo soportará.
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