Leemos en el ARA que la camiseta que sudarán los futbolistas del Barça esta temporada llevará el isotipo de Spotify, sin el nombre de la empresa, mientras que la que está a la venta ahora sí lo lleva. A partir del otoño se podrá comprar la misma versión de la camiseta. "Es un tema ajeno al club, Spotify decidió suprimir la palabra de la empresa y mantener el logo cuando Nike ya había fabricado las camisetas. Y las nuevas están en proceso de fabricación", ha explicado al ARA una fuente oficial del club.
Puedo imaginar que en Spotify hicieron varias reuniones para hablar de la camiseta. Y las distintas reuniones dieron lugar a diversas reuniones e informes. En estos informes se apuntó que querían el nombre en la camiseta, en cuerpo de letra tal y color tal, varios secretarios que habían tomado nota enviaron los emails pertinentes, y en varias empresas de fabricación de camisetas, varios patronistas crearon un prototipo, y lo mostraron, por videoconferencia, a todos los interesados, entre ellos, el Barça, y todo el mundo hizo las enmiendas necesarias, y se volvió a hacer el prototipo, y finalmente se inició el proceso de fabricación, y después se empaquetaron las camisetas y se enviaron en barco a Barcelona.
Pero he aquí que, una vez ha pasado esto, alguien, quizás un directivo, cambió de opinión. “No, no. El nombre no. Sólo el logo, no seamos obvios”. Y como fabricar nuevas camisetas es muy lento, las camisetas que ya no son las que llevarán los jugadores se ponen a la venta, veamos si alguien las compra. Esto sólo me hace pensar dos cosas. La primera: nunca más debemos dejarnos regañar cuando cambiamos de opinión. La segunda: Nunca más debemos dejarnos reñir cuando habíamos prometido un trabajo para mañana y no lo tendremos hasta la próxima semana.