Los ataques a la izquierda centran una deslucida cumbre internacional de Vox

MadridLas alianzas de Vox con la extrema derecha mundial han sido tanto fuente de crítica (incluso interna) como de orgullo para un Santiago Abascal que aprovecha la convención anual del partido, convertida en un encuentro internacional, para presumir de sus vínculos transnacionales. Sin embargo, en esta ocasión el acto Europa Viva 25 celebrado este domingo en Madrid ha quedado deslucido por las ausencias. Si el pasado año el plato fuerte fue el presidente argentino, Javier Milei, al que también acompañó presencialmente a la líder del Reagrupamiento Nacional francés, Marine Le Pen, este año en el palacio de Vistalegre el dirigente más destacado a participar (presencialmente) ha sido el líder del partido de extrema derecha portugués Chega, André Ventura, que fue segunda fuerza en las últimas elecciones en Portugal. De hecho, la organización ni siquiera había difundido la escalerilla de un acto del que han ido cayendo hasta el último momento los participantes y en el que la mayoría de intervenciones han sido a través de vídeos proyectados en las pantallas gigantes.

El evento se ha convertido en un homenaje al activista de extrema derecha norteamericano Charlie Kirk, asesinado esta semana, y en un clamor contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al que los asistentes han llamado reiteradamente "hijo de puta". "Tenemos que acabar con el socialismo en España, debemos enviar a Pedro Sánchez a prisión", remachó el portugués Ventura despertando una sonora ovación del público. Uno de los denominadores comunes de los discursos ha sido el llamamiento que lidera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a aniquilar a la izquierda, a quien una de las ponentes –Afroditi Latinopoulou, líder de la extrema derecha griega– incluso ha tildado de "enfermedad mental que envenena a nuestros hijos". Ningún representante de la administración Trump ha intervenido, pero Washington sí ha enviado a un representante al acto –Ricardo Pita, consejero del departamento de Estado–.

También Abascal se ha sumado a la denuncia de una "izquierda criminal". "El asesinato de Charlie Kirk no es un caso aislado. Evidencia que la izquierda no renuncia a la violencia sino que la promueve y utiliza", aseveró. El líder de Vox, además, ha comparado ese asesinato con los de ETA. "Lo han hecho en España hasta antes de ayer con 1.000 muertes asesinadas por el terrorismo del izquierdismo separatista a manos de la banda criminal ETA", ha afirmado, para después asegurar que "hoy [ETA] reside en el gobierno de España". Abascal ha acabado advirtiendo: "No nos matan por ser fascistas, nos llaman fascistas por matarnos".

Pese al cartel descafeinado, 8.500 personas acudieron al llamamiento de Vox, según datos de la organización. La formación ha asegurado que han tenido que dejar fuera a gente porque se ha completado el aforo, si bien algunos asientos han quedado vacíos con banderolas de España (sin el escudo constitucional) encima, que no ha ondeado a nadie. Una de las intervenciones más aplaudidas ha sido la de Milei, que se ha conectado en directo por videollamada y ha recibido el calor de Abascal y del público tras el batacazo electoral en Buenos Aires. "Si nos atacan es porque estamos haciendo lo correcto y estamos cerca de conseguir vencerlos en los planes político, social, cultural y económico", aseguró. En los discursos tampoco ha faltado otro de los leitmotivs de la extrema derecha mundial, como la islamofobia y la defensa de las "deportaciones masivas" de inmigrantes. "Se lucran de los barcos esclavistas como el Open Arms. Que sí, debe confiscarse y hundirse", se afianzó Abascal después de haber generado polémica con declaraciones similares hace un par de semanas.

La ofensiva contra el PP

En clave española, con un Vox lejos de la implantación que tiene la extrema derecha en otros países donde gobierna o es primera fuerza, pero en pleno auge en detrimento del PP según las encuestas, Abascal ha atacado tanto a los socialistas como a los populares. El líder de Vox denunció los pactos del PP con el socialismo en la Unión Europea y criticó que en los gobiernos autonómicos de los populares, sin la intervención de Vox, "no cambian nada". El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, le replicó en un acto en Ciudad Real que "no acepta lecciones" de quien "cuando tuvo ocasión de estar en los gobiernos autonómicos, los abandonó". "Es mucho más fácil criticar que gobernar", remachó.

Abascal, que pretende dejar al PP fuera de juego planteando la dicotomía Sánchez-Vox, ha insistido en poner a Feijóo en el mismo saco que el PSOE. "Llevan muchos años siendo lo mismo y actúan de la misma manera. Cuanto antes lo aceptamos, antes llegará a España una alternativa". Según Abascal, de hecho, Europa está en riesgo de terminar en manos de los "hooligans de Osama bin Laden" por la "complicidad del PP" con "la izquierda islamista". "Nunca aceptaremos el califato de Bruselas", remachó.

Las diferencias en Europa

La presidenta italiana, Giorgia Meloni, también ha intervenido en un vídeo pese a no formar parte del mismo grupo en el Parlamento Europeo que Vox y sus aliados en el continente. Abascal preside Patriots, más radical, y Meloni lidera el grupo Conservadores y Reformistas Europeos (CRE). En su intervención, pese a haber sido muy aplaudida por el público, Meloni evidenció la división en la extrema derecha ante asuntos como la guerra de Ucrania o el ataque de Israel a Gaza. La italiana criticó al líder ruso, Vladimir Putin, y defendió la solución de ambos estados en Palestina justo antes de que se emitiera el vídeo del presidente húngaro Viktor Orbán, aliado de Putin y de Benjamin Netanyahu. Abascal, con estrechos vínculos con el húngaro, ha centrado su discurso en denunciar la actuación de Hamás y en reclamar que también se denuncie el "genocidio de los cristianos en África".

Espacio para el anticatalanismo

Gorras con el lema "Make España great again", camisetas de la Guardia Civil o banderas de España con el caballo de la Reconquista son algunos de los elementos de merchandising que los asistentes al acto podían comprar en los stands instalados en la entrada del palacio de Vistalegre. No ha faltado el de una organización, Unión de Brigadas, que hacía promoción del anticatalanismo con dos esteladas situadas estratégicamente en el suelo para que quien se acercara tuviera que pisarlas. Además, también tenían merchandising de la Diada del ANC colocado de forma irónica como decoración.