La salida de tono de Abascal diciendo que Sánchez acabará colgado como Mussolini pone a Feijóo contra las cuerdas
El líder del PP condena las palabras y la ultraderecha le acusa de asumir la "manipulación" de la izquierda
MadridLas polémicas palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, pronunciadas desde Argentina han acabado situando al PP en la diana tanto de la ultraderecha como del PSOE y Sumar. En una entrevista en el diario Clarín, Abascal aseguró que "habrá un momento" en el que el pueblo querrá "colgar por los pies" al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez; en una referencia a la muerte del dictador italiano Benito Mussolini, que después de ser fusilado en 1945 fue colgado por los pies en medio de la plaza Loreto de Milán. El presidente del partido de ultraderecha lo dijo en el marco del viaje para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente argentino, Javier Milei, que tuvo lugar este domingo. Las críticas del PSOE fueron inmediatas y ministros socialistas salieron en tromba durante el día ante Abascal. El mismo aludido, Pedro Sánchez, ha reaccionado este lunes en el acto de presentación de su libro, Tierra firme, poniendo el foco en el PP recordando que Abascal "iba a ser vicepresidente del gobierno español" si el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, hubiera podido articular una mayoría, y sugirió que estas palabras deberían "hacerle reflexionar". Feijóo ya se había pronunciado por la mañana para desmarcarse del pronunciamiento de Abascal y condenar sus palabras. El presidente de los 'populares' las calificó de "lamentables" y criticó que lo que hace el líder de Vox es "dar juego" a la estrategia de Sánchez de "dividir España a través de un muro".
La condena de Feijóo no ha convencido ni a los partidos a su izquierda ni a su derecha. Vox acusó al PP "de asustarse" y lamentó que esté "pidiendo perdón a la izquierda". El secretario general del partido de extrema derecha, Ignacio Garriga, negó que Abascal haya incitado al odio y aseguró que el PP es la "marca blanca del PSOE" por haber asumido como "realidades" las " manipulaciones del gobierno" español, por unas palabras que ahora Vox sostiene que están "descontextualizadas".
En una rueda de prensa posterior, el PP ha mantenido su posicionamiento. El portavoz estatal, Borja Sémper, ha argumentado que son palabras "censurables" tanto por motivos "éticos" como "políticos". Por un lado, porque "evocan violencia" y, por otro, porque "suponen un balón de oxígeno sobre Sánchez". "Nosotros tenemos otro estilo y es lo que vamos a defender", ha asegurado.
El portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha reclamado al PP que vaya más allá: "No basta con rechazar, el que es necesario romper todos y cada uno de los acuerdos con Vox en las instituciones, que son lo que les da alas". En rueda de prensa, Urtasun ha alertado de que las de Abascal son declaraciones "peligrosísimas".
Fuentes del PP han descartado tomar esta iniciativa y han restado importancia a la gesticulación y presión de Vox hacia los populares. "Ellos sabrán", sostienen, y remarcan que la línea de actuación con la ultraderecha está "definida": "Cuando digan algo que no nos gusta lo rechazaremos. Nosotros vamos a lo nuestro". Según el PP, Vox se dedica a hacer "oposición a la oposición" mientras que ellos tienen claro que los ataques deben ir hacia Sánchez.
Debate sobre la amnistía
Sémper lamentó que esta polémica está sirviendo para que Sánchez logre tapar el hecho de que el martes se vota a la toma en consideración de la ley de amnistía. "Creo que se puede hacer política contundente sin morder el anzuelo que el gobierno nos va a poner muchas veces", ha afirmado. De cara al debate de la norma en el Congreso, Sémper avanzó que será Feijóo quien intervenga en el pleno que empezará a las tres de la tarde. Sémper ha instado a Sánchez a hacer lo mismo y "dar la cara".
El portavoz de los populares ha advertido, de nuevo, de que el PP "no descarta ninguna iniciativa parlamentaria contra esta ley y los atropellos que diseñe Sánchez en beneficio propio". En este sentido, fuentes del PP no descartaron la posibilidad de impulsar una comisión de investigación en el Senado sobre la norma y la negociación con el independentismo.
