CANDIDATURA OLÍMPICA

Los alcaldes del Pirineo reclaman concreción al Govern sobre los Juegos

El ejecutivo se compromete a dar todos los detalles antes de la consulta

Cesc Maideu i Joan Abel Yuste
4 min
Imagen de la estación de esquí de La Molina (la Cerdaña) con varios esquiadores bajante por la pista.

BarcelonaNo hace ni siquiera un mes, la alcaldesa de la Vall de Boí, Sònia Bruguera, se reunió con la consellera de Presidencia. Laura Vilagrà estaba ahí para hablar de la candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno, y Bruguera salió de la reunión con la duda de si los Juegos aterrizarían en Boi Taüll. Una concejala republicana de otro pueblo del Pirineo pidió a la consellera si les podían enviar algún documento en el que se explicara el proyecto. Vilagrà, dice, les respondió que no lo tenían listo. Son dos anécdotas que resumen la sensación que impera en los ayuntamientos del Pirineo ante los Juegos: el Govern les dice que son una oportunidad y la mayoría de cargos locales no lo ven con malos ojos, pero piden que se les facilite información.

No los han faltado oportunidades para resolver las dudas. Vilagrà ha visitado las seis comarcas del Alt Pirineu y Aran; el vicepresidente, Jordi Puigneró, fue la semana pasada a Sort y hace poco al Alt Urgell, y el conseller de Economía, Jaume Giró, fue a principios de diciembre a Puigcerdà. El tema de los Juegos estaba marcado en rojo. “Por supuesto que se abordó”, explica Francesc Vilaplana, alcalde de la Seu d'Urgell. “Pero nos falta información”, dice. “El único compromiso es que volverán a venir para explicar el proyecto”, afirma Maria Pilar Cases, alcaldesa de Tremp. “Solo nos respondieron que la consulta lo decidirá todo”, apunta la alcaldesa del Valle de Boí. “Pero no sabemos qué se consultará ni dónde”, añade Maria Vergés, Síndica de Aran. Ante esto, fuentes de Presidencia responden que los viajes han sido más para escuchar al territorio que para explicar el proyecto. “Cuando empiece el proceso participativo -presupuestado para el 2022- lo explicaremos todo”, insisten las mismas fuentes. Varios alcaldes, como el de Puigcerdà o la Seu d'Urgell, entienden que, pensando en el 2030, el Govern todavía tiene margen para acabar de definir el proyecto.

Las posiciones

A pesar de que hay pocos alcaldes que, de primeras, se opongan a los Juegos, la falta de información hace que muchos ayuntamientos y consejos comarcales todavía no se hayan posicionado. “En la Cerdanya no impulsaremos nada antes de conocer el proyecto”, explica el presidente del Consejo Comarcal, Isidre Chia. De hecho, ni el propio Govern se posiciona claramente en el Parlament. Ahora hace dos semanas una moción del PSC quería instar al Govern a apoyar los Juegos, pero tanto Junts como ERC se abstuvieron enmendando que apoyaban la consulta.

Una pregunta recurrente en las visitas de los consellers es si los Juegos se harán. “Lo pone en el acuerdo de investidura”, respondió, según fuentes presentes, Puigneró. El pacto, sin embargo, tampoco está claro: habla de “concretar la candidatura” y “proponer una consulta”. “Tuve dos reuniones con dos miembros del Govern -uno de Junts y uno de ERC- y en un lado oía una cosa y en el otro otra diferente”, explica Josefina Lladós, presidenta del Consejo Comarcal del Alt Urgell. Los colores partidistas quedan aparcados, puesto que los actores políticos del Pirineo dicen que valorarán el proyecto más allá de la militancia. Lladós es un ejemplo de ello. Ella, de Junts, se opone a los Juegos porque “la independencia es necesaria” y no quiere entrar en una “aventura con España” a tantos años vista.

Puigneró, Aragonés y Vilagrà en una imagen reciente antes de entrar en el Govern

Gerard Sabarich, alcalde de Rialp por el PDECat, verbaliza un sí rotundo. Es alcalde desde el 2007, y rebate el argumento de que falta información: narra que desde el 2010 ha asistido a infinidad de reuniones y que incluso ha ido a la sede del COI en Suiza. Hace unos días tuiteó un vídeo de Rialp nevado con el comentario siguiente: “A este ritmo quizás en 2030 nos nevará en agosto ”. “Trumpismo del bueno”, contestó Bernat Lavaquiol, portavoz de la plataforma STOP Juegos Olímpicos, que también constata la falta de “transparencia”. La plataforma, a la que se ha sumado el ex president Quim Torra, lamenta que el Govern todavía no haya hecho un informe de impacto ambiental.

En el Aran es donde lo ven más claro. Tanto el alcalde de Vielha como la Síndica, los dos del PSC, son tajantes. “El Pirineo necesita un revulsivo ya”, afirma la síndica. Lo tienen tan claro que creen que la consulta ciudadana no hace falta. “Gobernar es tomar decisiones”, sentencia Vergés. Esto contradice la opinión mayoritaria de los cargos locales, que ven bien preguntarlo.

Los motivos del sí y del no

Buena parte de los alcaldes recalcan que el interés turístico de los Juegos no es “ni la primera prioridad, ni la segunda, ni la tercera del Pirineo”, en palabras de Vilaplana. Sí que lo son las mejoras en carreteras, telecomunicaciones, vivienda y servicios médicos. También los hay que se muestran reticentes al planteamiento porque ven que hacer los Juegos es el único motor de inversión, y ponerlos en esta tesitura, dicen, es casi un “chantaje”. Lo ilustra la alcaldesa de Tremp: “Que me digan que si se hacen habrá un eje transversal del Pirineo no me sirve”. Unos argumentos que no se alejan mucho de los de la plataforma STOP Juegos Olímpicos. Su oposición se basa en tres ejes, según Lavaquiol: es “inviable” por el cambio climático, falta transparencia e impulsa un modelo turístico que no comparten. “Las plazas hoteleras por cada 1.000 habitantes en el Pirineo multiplican por siete la media de Catalunya”, dice. Ante esto, fuentes de Presidencia aseguran que las mejoras no van condicionadas a los Juegos, sino que en todo caso son un “revulsivo”.

Con todo, otra anécdota que demuestra la incertidumbre que rodea el proyecto es que a mediados de noviembre el Aran organizó un encuentro con el COE y los presentes tenían que decidir si se adherían a un manifiesto a favor de los Juegos. Descubrieron que en el documento aparecía Barcelona-Pirineo-Zaragoza, a pesar de que hasta entonces no sabían que en la ecuación también entraba Aragón. Esto ya echa un poco atrás a algunos alcaldes, como el de Sort, Baldo Farré, que lo ve como “un sapo que hay que tragarse” para que el Estado apueste por el proyecto, mientras que otros, como los del Aran, ven bien compartir candidatura. La Generalitat afirma que, aunque no se haya concretado, el peso lo llevará Catalunya. Otra duda para resolver es quién podrá votar la consulta. La mayoría de los alcaldes quieren que solo lo haga el Pirineo, y se oyen comentarios como “yo no he votado Port Aventura”. Consulta al margen, quien tendrá que elegir sede para los Juegos del 2030 será el Comité Olímpico Internacional.

stats