Financiación singular

Aliados parlamentarios de Sánchez se rebelan contra la financiación singular para Cataluña

Compromís y la Xunta Aragonesista dejan en el aire el apoyo a la coalición si no se aborda la situación de sus territorios

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La portavoz de Compromís en el Congreso, Águeda Micó, en rueda de prensa en la cámara baja

MadridAunque todavía no hay ninguna propuesta concreta sobre la mesa y el PSOE rebaja las expectativas de las peticiones de ERC, sólo la posibilidad de que una financiación singular para Catalunya forme parte de un hipotético acuerdo entre los socialistas y los republicanos por investir Salvador Illa ha puesto en alerta al resto de territorios adscritos al régimen de financiación común. No solo ha generado el previsible rechazo del PP, sino que también algunos de los aliados parlamentarios de Pedro Sánchez en el Congreso, de la mayoría plurinacional, arrojaron ayer una advertencia al PSOE. Compromís y la Xunta Aragonesista, que forman parte del grupo parlamentario de Sumar, avisaron de que si no se aborda la situación de la Comunidad Valenciana y de Aragón, el apoyo parlamentario a Sánchez puede peligrar.

Ambos se mostraron dispuestos a romper el acuerdo que permite la continuidad del gobierno español en caso de que el PSOE sólo aporte una "solución concreta" y "partidista" sólo para Catalunya. "No es la única comunidad autónoma que tiene problemas", defendió en rueda de prensa Águeda Micó, portavoz de Compromís en el Congreso. "No apoyaremos ninguna reforma si no se aborda la infrafinanciación del País Valenciano", dijo, y recordó que desde la entrada de su formación en la cámara baja, en el 2011, el PSOE, al igual que el PP, se ha negado a abordar su "reclamación histórica". "El PSOE está jugando con nosotros, con ERC y con el conjunto de partidos de la investidura. Pedimos seriedad", añadió.

El diputado de la Xunta Aragonesista, Jorge Pueyo, también avisó en rueda de prensa en el Congreso que "si Catalunya tiene una financiación singular y Aragón no", "no podrá apoyar parlamentario" a Sánchez. "Es una línea roja", subrayó. Sin el apoyo de Pueyo y de los dos diputados de Compromís, el gobierno de coalición no tendría mayoría para aprobar una reforma del sistema de financiación ni garantizar la gobernabilidad del Estado. Su posicionamiento, además, muestra las distintas sensibilidades dentro de Sumar –los comunes sí defienden que se negocie bilateralmente la financiación singular para Catalunya y lo ven compatible con abordar la del resto–. El portavoz del grupo parlamentario, Íñigo Errejón, trató de quitarle hierro al debate interno negando que esta cuestión ponga en peligro la continuidad del ejecutivo PSOE-Sumar.

Compromís y la Xunta Aragonesista fueron los más contundentes, pero no son los únicos socios parlamentarios que ven con reticencia vincular cambios en la financiación de un territorio a la investidura catalana. Otras formaciones que forman parte de la coalición de Sumar, como Más Madrid y Izquierda Unida, ya alertaron anteayer de que se opondrán a cualquier reforma que favorezca un único territorio y vaya en detrimento de la "solidaridad". Por su parte, la líder de Podemos, Ione Belarra, ha dicho que este "debate estratégico" en el Estado "no puede ser un intercambio de cromos en el marco de una investidura".

Otras formaciones con implantación en territorios periféricos, como el BNG o Coalición Canaria, evitan por ahora lanzar amenaza alguna, pero recuerdan sus reivindicaciones. Fuentes de los nacionalistas vascos responden a este diario que no entrarán a valorar futuribles sobre Catalunya, y apuntan a que el BNG también quiere, desde la fundación del partido, una financiación singular para Galicia. Desde Coalición Canaria advierten que es "peligroso" hacer una financiación autonómica "a la medida" de Catalunya, que puede "romper las relaciones entre el Estado y las comunidades autónomas", en palabras de su secretario general, Fernando Clavijo. De hecho, cualquier pacto entre Esquerra y el PSOE también debería contar con el aval de Junts, que condiciona su apoyo a los presupuestos del Estado a que la Generalitat recaude todos los impuestos.

Fuentes de la parte socialista del gobierno español se escudan justamente en que no disponen de una mayoría parlamentaria para aprobar modificaciones del sistema de financiación que tengan rango de ley para pedir a ERC que pida cosas "viables". Ahora bien, las mismas fuentes restan importancia a las advertencias de sus aliados parlamentarios y sugieren que Sumar debería poner orden en su espacio político.

El PP defiende la multilateralidad

Por su parte, el PP ha reaccionado exigiendo a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que convoque al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para hablar de ello. En una carta firmada por los consejeros de Hacienda del PP, reclaman que sea ese foro multilateral donde se tenga ese debate. La portavoz del gobierno español, Pilar Alegría, ha reiterado tras el consejo de ministros que la negociación bilateral con Catalunya puede mantenerse en paralelo a las conversaciones multilaterales para realizar una reforma global. Ahora bien, desde el gobierno español descartan convocar al CPFF hasta que el PP no plantee una propuesta de reforma del sistema. Las mismas fuentes subrayan que ni siquiera las comunidades en manos de los populares tienen posturas confrontadas, y dudan de que Génova quiera imponerlas.

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