Tensión en la declaración de la ex directora del CNI por el espionaje en Aragonès

BarcelonaEl espionaje al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha centrado de lleno los focos políticos y judiciales este viernes. Era una fecha rodeada en rojo en el calendario, ya que la exdirectora del CNI Paz Esteban tenía previsto declarar, y lo ha hecho con mala marejada en la sala. En concreto, declaró durante más de una hora a puerta cerrada y por videoconferencia por el espionaje al presidente: no lo pudo hacer hasta dos horas más tarde de lo previsto debido a problemas técnicos de conexión, y cuando pudo defenderlo se, en calidad de investigada, ha estado en una atmósfera de alta tensión entre las partes, según fuentes judiciales.

De todas formas, no ha trascendido qué es lo que ha afirmado. Incluso el abogado de ERC, Andreu Van den Eynde, ha llegado a asegurar a los medios de comunicación, a la salida de los juzgados, que ha sido amenazado durante la declaración con una posible querella por el delito de revelación de secretos si se atrevía a explicar nada de la declaración.

De hecho, Paz Esteban ha declarado en la causa instruida por el magistrado Santiago García, del juzgado de instrucción 29, pero ha intervenido desde el juzgado número 1 de Madrid, en la plaza Castilla. Ha sido defendida por cuatro abogados del Estado –dos desde Barcelona y los otros desde la capital española–, en un procedimiento en el que el hecho de que sea investigada no le ha obligado a decir la verdad, algo que sí debería pasado si se la hubiera citado como testigo. Precisamente, un día antes el juzgado recibió las autorizaciones judiciales que dio el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Lucas al CNI para permitir el espionaje en Aragonés entre finales del 2018 y principios del 2020. Unas revelaciones que afianzan que los agentes de inteligencia lo justificaron por considerar al presidente coordinador de los CDR .

Información "censurada"

Todo ello también ha ocasionado un incendio político. En una atención a los medios esta mañana desde Girona, Aragonès ha acusado al CNI de "mentir" y ha presentado su espionaje como una "segunda parte" de la operación Catalunya. "Parece una aventura de Mortadelo y Filemón", aseveró. "Es lamentable", aseguró esta mañana Aragonés. El jefe del Ejecutivo ha explicado que en los documentos que envió el Ejecutivo español hay muchas partes tapadas, "censuradas", que no dejan entrever la información completa: "Es una información incompleta con páginas enteras manchadas de negro porque no se pueda ver su contenido". En esta documentación se explicita que el argumento para espiar al presidente fue que se le consideraba el "coordinador" de los CDR. "Son afirmaciones fuera de toda realidad y el sentido común", lamentó Aragonès.

"Si una parte de la seguridad nacional está en el servicio de inteligencia que comete errores de esta magnitud, que justifica la vulneración de derechos fundamentales a partir de mentiras, me preocuparía por la seguridad nacional", ha añadido. Aragonés insistió en que ninguna de las afirmaciones "tiene base" y se comprometió a llegar "hasta el final" para "depurar responsabilidades". Este jueves, la ministra de Defensa, Margarita Robles, defendía que "queda claro" que "todo lo que se hizo fue con autorización judicial" y con "respeto absoluto a la ley". Un argumento insuficiente para Aragonés, que considera el espionaje con Pegasus una "vulneración de derechos".

Iglesias dice que el consejo de ministros nunca "deliberó" sobre si espiar a Aragonés

En paralelo a las palabras de Aragonès, esta mañana también había expectación en torno a la comparecencia de Pablo Iglesias en la comisión de investigación del Parlamento sobre Pegasus. ¿El gobierno español lo sabía? Durante la comparecencia, por videoconferencia, Iglesias ha asegurado que "nunca se produjo una deliberación" al consejo de ministros sobre si había que pedir al CNI que espiara Aragonés cuando él formaba parte.

Iglesias ha enmarcado los espionajes en el uso de "mecanismos ilegales" habituales dentro del Estado, que, a su juicio, son incompatibles con generar las confianzas necesarias para que Esquerra y el PSOE lleguen a acuerdos. "Creo que el espionaje es un mecanismo que debe ser excepcional cuando se produce con autorización judicial, y que en ningún caso puede justificarse por algo diferente a la prevención de delitos. Utilizar el espionaje para obtener ventaja política sería extremadamente grave", ha dicho. Iglesias sostuvo que España "está lejos de ser una democracia plena" y lamentó que el PSOE no haya abierto "puertas y ventanas" para esclarecer responsabilidades.

En el Parlamento también tenían que comparecer el ex director del gabinete de Pedro Sánchez Iván Redondo y dos altos cargos del gobierno español –Juan Jesús Torres, secretario general de administración digital del ministerio de Asuntos Económicos, y Luis Jiménez, subdirector del Centro Criptológico Nacional –. Los tres han trasladado al Parlament que no comparecerían amparándose en dictámenes del Consejo de Estado según los cuales sólo son responsables ante el Congreso de los Diputados. Esquerra, Junts, la CUP y los comunes han lamentado el "despreciamiento" de los tres citados al plantar la cámara catalana. Ante la incomparecencia, el Parlament tiene la opción de volver a citarlos y, si no van, trasladarlo a la Fiscalía para que actúe. Ya se ha hecho otras veces, pero la Fiscalía siempre ha terminado archivando las investigaciones.

El PP respeta las decisiones del CNI

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, expresó "respeto" por todas las decisiones tomadas por la directora del CNI siempre que fueran "conformes a derecho". En una atención a los medios desde la feria internacional de turismo Fitur, Feijóo ha dicho que el PP no critica el espionaje en Aragonés, sino que censura a Sánchez por "mentir". "Lo que no puede pasar es que el propio presidente del gobierno esté negociando su investidura con los independentistas y al mismo tiempo autorizando espiarlos", ha remarcado.