Aragonès defiende a los Mossos pero anticipa que habrá cambios en Interior con el nuevo Govern

Cree que se tiene que investigar si ha habido "malas prácticas" sin manchar la profesionalidad de todo el cuerpo

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Quim Bertomeu
3 min
El vicepresidente del Gobierno , Pere Aragonès, este viernes en Girona.

BarcelonaEl papel que están teniendo los Mossos d'Esquadra en las protestas contra el encarcelamiento de Pablo Hasél ha irrumpido en las negociaciones de la investidura, y no precisamente para facilitar que haya un acuerdo rápido. La CUP, actor clave para desencallar la legislatura, presiona para que haya dimisiones y cambios sustanciales en la conselleria de Interior, mientras que JxCat y ERC hacen equilibrios. Los primeros porque dirigen el departamento actualmente –a pesar de que han criticado la actuación policial–, y los segundos porque están en la pole position para conseguir que Pere Aragonès sea el próximo presidente de la Generalitat y quieren el mínimo ruido posible. Precisamente ha sido Aragonès quien ha hablado de la cuestión este viernes. Por un lado, ha defendido el trabajo del cuerpo. De la otra, ha anunciado "cambios" en este ámbito cuando se constituya el nuevo Govern.

Por la parte de la defensa del cuerpo, Aragonès ha expuesto que una "eventual mala actuación policial no puede manchar" el trabajo que hacen los 17.000 agentes de la policía catalana que trabajan para "proteger la seguridad y los derechos y libertades de la ciudadanía". Según él, hará falta clarificar si habido "malas prácticas" –en alusión a la mujer que ha perdido un ojo-–, pero ha insistido que en el cuerpo predominan la profesionalidad "y el compromiso".

En cuanto al futuro, Aragonès ha hablado de cambios en Interior, a pesar de que no ha concretado ninguno, entre otros motivos porque la negociación por la investidura todavía está en la fase inicial. "Habrá cambios en muchas áreas porque el 14 de febrero ha dejado un resultado claro que dice que los ciudadanos quieren cambios en muchas áreas respecto a cómo se habían gestionado desde siempre", ha argumentado. La única pincelada que ha soltado es que su intención es "fortalecer un modelo de policía democrática" basado en "la confianza entre el cuerpo y los ciudadanos".

Aragonès está desde hace meses en una posición singular en el Govern, que ahora se acentúa. Si desde la inhabilitación de Torra (septiembre de 2020) era el vicepresidente del Govern en funciones de presidente, ahora se le tiene que añadir la etiqueta de principal aspirante a la presidencia. Este viernes desde Girona ha intentado evitar abrir cualquier tipo de conflicto con JxCat y la CUP, sus dos socios más factibles para llegar a presidente. Cuando le han preguntado por el hecho de que la CUP pida la dimisión del conseller de Interior, Miquel Sàmper (JxCat), ha evitado posicionarse y ha reclamado no hacer batalla partidista de la cuestión. "No nos tiraremos la seguridad ciudadana por la cabeza", ha concluido. También ha hecho equilibrios con la protesta en sí misma, puesto que ha considerado "lógico" que la ciudadanía esté "indignada" por el desenlace del caso Hasél, pero ha pedido que todas las manifestaciones se desarrollen "pacíficamente".

Torra se pronuncia

El área de Interior siempre ha sido de las más polémicas del Govern, un hecho que se acentuó con el Procés y que se agravó todavía más cuando se llevaron a cabo las protestas y los disturbios de la postsentencia del 1-O. En primera línea lo vivió Quim Torra, que el otoño de 2019 ya se planteó apartar al conseller de la época, Miquel Buch, que acabó ejecutando un año después. Precisamente Torra ha reclamado este viernes un reforma de la policía que "permita rehacer la confianza que la ciudadanía haya podido perder hacia la policía". "No puede pasar ni un solo día más sin emprenderla", ha dicho en un artículo en Vilaweb. Una de las propuestas que ha formulado es potenciar "la mediación" y reformular "el diseño de los dispositivos de contención".

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