Aragonès plantea que el Estado transfiera a Catalunya las competencias para hacer referéndums

Quiere cerrar en verano el Acuerdo por la Amnistía y la Autodeterminación para llevarlo a la mesa de diálogo de septiembre

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, este miércoles desde el Centro  Cultural Blanquerna.

MadridEl presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, quiere que la solución al conflicto político de Catalunya llegue, en su última fase, con los catalanes votando en un referéndum el futuro político del país. Este martes, volvió a reiterarlo después de reunirse con Pedro Sánchez en la Moncloa. La clave de todo es, ¿cómo hacerlo? Este miércoles ha asegurado que hay "varios caminos" sin tocar ni una coma del marco constitucional actual y ha planteado que el Estado "transfiera a la Generalitat las competencias para hacer un referéndum". Él mismo ha recordado que "hace siete años" el independentismo ya lo planteó en el Congreso.

El 8 de abril de 2014 fueron Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV) los que fueron a la cámara española a defender esta vía. La propuesta era que, aplicando el artículo 150.2 de la propia Constitución, se procediera mediante una ley orgánica a transferir a la Generalitat "facultades correspondientes a materias de titularidad estatal". En definitiva, la facultad de convocar un referéndum. El Congreso lo tumbó por 299 votos en contra, 47 a favor y una abstención. A pesar de que ya es un camino que se intentó con el 9-N y la cámara baja española lo rechazó, el presidente catalán lo ha vuelto a poner hoy encima de la mesa. "Tenemos que tener una mentalidad abierta", ha defendido en una entrevista a La Sexta.

Si algo ha cambiado respecto a hace siete años es que entonces el PP gobernaba con mayoría absoluta y ahora el PSOE lo hace con mayoría relativa y dependiendo de los votos de ERC -entre otros partidos-, pero en 2014 los socialistas ya votaron en contra de esta operación política. Aún así, Aragonès ha insistido en que no se plantea en ningún caso renunciar al referéndum: "Nosotros no nos rendiremos. El punto de encuentro tiene que ser la decisión de la ciudadanía en una consulta". "Insistencia, perseverancia y perspectiva", se ha autorecetado. La declaración del president toma especial trascendencia porque precisamente hoy el presidente del gobierno español ha vuelto a rechazar que haya un referéndum de autodeterminación.

A corto plazo

Pero, para entrar en concreciones de la cuestión del referéndum, todavía queda mucho. A corto plazo, en los dos meses y medio que faltan para que se convoque la mesa de diálogo, Aragonès ha anunciado también este miércoles que se ha propuesto impulsar, negociar y cerrar el Acuerdo Nacional por la Amnistía y la Autodeterminación. "Centraremos el julio y el agosto en este ámbito", ha explicado en una entrevista con Catalunya Ràdio desde el Centre Cultural Blanquerna de Madrid. El objetivo es tenerlo terminado para poder llevarlo a la reunión de la mesa de diálogo que este martes pactó con Sánchez celebrar la tercera semana del mes de septiembre.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès entrando ayer en la Moncloa.

Este acuerdo es una idea que Aragonès ya propuso en campaña electoral: quiere que todo los partidos, instituciones y entidades de la sociedad civil partidarios de la amnistía y la autodeterminación firmen un pacto común en defensa de estas dos cuestiones. Interpreta que así tendrá más legitimidad cuando plante el documento en la mesa de negociación con el Estado. "Queremos que no sea la propuesta del Govern, que sea la propuesta del país", ha expuesto. El president considera que será la manera de hacer ver al gobierno español que las demandas de amnistiar a los represaliados y de hacer un referéndum de independencia tienen un apoyo "amplio y transversal" de la ciudadanía de Catalunya. De hecho, él cree que estos dos temas tienen un apoyo que va más allá de los catalanes que en las elecciones del 14 de febrero votaron a partidos independentistas.

Para que este acuerdo empiece a tomar forma, lo primero que hará el president de la Generalitat es establecer una especie de "grupo impulsor" con los tres partidos de su investidura: ERC, JxCat y la CUP. A partir de aquí empezará a buscar apoyos de entre la sociedad civil y también preguntará si otros partidos se quieren sumar. Los comuns parecen los únicos que podrían planteárselo. Aún así, en la misma entrevista ha reclamado al PSC que abandone su negativa perenne a avalar un referéndum para Catalunya y ha recordado que no hace tanto, en 2013, se desmarcaba del PSOE en el Congreso para votar resoluciones a favor del derecho a decidir de Cataluña.

En el día postreunión de la Moncloa, Aragonès también ha enfriado que en la parte catalana de la mesa de negociación estén presentes exiliados o ex presos políticos como el ex president de la Generalitat Carles Puigdemont o el presidente de ERC, Oriol Junqueras. El president catalán se ha mostrado partidario de que la representación catalana sea "institucional", es decir, como en la primera y única vez que se ha reunido este instrumento, en el que todos los presentes tenían algún cargo u otro en la Generalitat o el Parlament. Eso sí, ha dicho que Puigdemont, Junqueras y los otros líderes represaliados son "absolutamente relevantes" y "participarán de alguna manera u otra" en el periodo de negociación que ahora se abre con el gobierno español.

Solo bilateral

Los dos presidentes pactaron ayer la reactivación de la mesa de diálogo y también de las comisiones bilaterales Generalitat-Estado, y Aragonès quiere que estos sean los foros de relación con el gobierno español y no ningún otro. Así, ha descartado estar presente en la conferencia de presidentes que está prevista a finales de julio en Salamanca. Ha justificado que "a día de hoy" no prevé asistir porque considera que lo que le conviene a Catalunya es una relación "bilateral" con el Estado y no una multilateral en la que también estén los otros 16 presidentes autonómicos. "No será útil para avanzar", ha pronosticado sobre la conferencia.

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