Aragonès traslada a los 'consellers' que no quiere romper y descarta elecciones
Si Junts deja el ejecutivo, el 'president' se compromete a tomar decisiones de manera "breve y ágil"
BarcelonaLa de este martes podría haber sido la última reunión del Govern con la coalición de ERC y Junts en vigor. Mientras se resuelve la incógnita de si Junts deja el ejecutivo o no -una decisión que está pendiente de su consulta interna-, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha trasladado a los consellers que su voluntad es que se evite la ruptura y que su gabinete "pueda continuar". Sea cual sea el desenlace, el president también ha dejado entrever que en ningún caso prevé avanzar las elecciones y que el Govern seguirá trabajando "los próximos meses desplegando los objetivos fijados".
El de hoy ha sido el primer encuentro del consejo ejecutivo sin la presencia del vicepresidente, Jordi Puigneró, que fue destituido la semana pasada por Aragonès alegando "pérdida de confianza". Fue la gran prueba de que esta vez la crisis entre ERC y Junts era más seria que nunca. A pesar de la ausencia de Puigneró, ni el president ni los consellers han roto la costumbre de entrar todos juntos en la reunión, una tradición que se mantiene desde el principio de la legislatura. Si normalmente Aragonès entraba siempre flanqueado por Puigneró y la consellera Laura Vilagrà, hoy ha entrado con Vilagrà y la consellera Gemma Geis, que es quien ha asumido temporalmente las funciones del ya el ex vicepresidente.
A pesar de que se mantiene el fair play entre miembros del Govern intentando dar una imagen de máxima normalidad posible, nadie esconde todo pende de un hilo. Incluso la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha admitido que hay un "contexto excepcional" porque uno de los dos socios tiene que decidir sobre su continuidad. "Es una semana importante para el panorama político del país", ha resuelto. Es un posicionamiento destacado teniendo en cuenta que, hasta hace muy poco, Plaja defendía que el Govern vivía "aislado" de las disputas entre sus dos socios. Ahora, de estas disputas depende el futuro del gobierno catalán.
Mientras Junts se decide, la principal obsesión del president Aragonès es que la ciudadanía perciba que el Govern, a pesar de todo, sigue funcionando. Es por eso que han transmitido también a los consellers que sigan trabajando al cien al cien al frente de sus departamentos. "No hay nada roto, ni nada cerrado", ha añadido. Ahora bien, si el desenlace es la ruptura, la portavoz ha asegurado que el president tomará las decisiones de manera "breve y ágil". Esto significa que el viernes por la tarde tendría que tomarse las primeras decisiones.