Gobernabilidad en el Estado

Feijóo hace ahora marcha atrás: "No acepto a los indultos ni los aceptaré"

El PP cierra filas con el líder conservador para salvar las elecciones en Galicia

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Alberto Núñez Feijóo, en el mitin del PP en Marín (Galicia)

MadridCon alguna salvedad, conseguir o mantener el gobierno es una máxima básica e irrenunciable para un partido político. Así se explica que, a falta de una semana para la cita en las urnas en Galicia, crucial para el PP, Alberto Núñez Feijóo haya dado marcha atrás sobre un posible indulto a Carles Puigdemont. "Yo no acepto la amnistía ni la aceptaré. Yo no acepto a los indultos ni los aceptaré", ha asegurado en un mitin este lunes en Marín (Pontevedra). Esta vez ya no ha puntualizado que "no se da ninguna condición" para conceder la medida de gracia, tal y como había dicho el domingo, por lo que dejaba la puerta abierta a planteárselo si el expresidente era condenado, mostraba arrepentimiento y renunciaba a la vía unilateral.

El partido trata de aplacar las peores 48 horas que ha vivido el PP en los últimos meses. A la rectificación de Feijóo se añade el cierre de filas del resto de cargos de la formación. Los dos líderes territoriales populares con mayor peso, la madrileña Isabel Díaz Ayuso y el andaluz Juanma Moreno, han negado un cambio de posición de Feijóo este fin de semana respecto a los indultos que es evidente a ojos de todo el resto de partidos y medios de comunicación.

“Qué necesidad había, después de la entrevista [viernes en Es Radio], tan bien que quedó Feijóo, qué necesidad”, se lamentaba esta mañana el presentador de la emisora ​​ultra Federico Jiménez Losantos. Otros medios conservadores hablan de “deslizamiento” del líder del PP, mientras Génova se afana por culpar al PSOE y Vox de haberse conjurado por “manipular” e “intoxicar” la campaña gallega en detrimento de las aspiraciones de Alfonso Rueda.

Por eso, la dirección del PP envió un argumentario a sus cargos el sábado por la noche, cuando aparecieron los titulares en los medios, en los que intentaba apagar el incendio. El domingo, los varones evitaron declaraciones públicas y este lunes han obedecido a las instrucciones de Génova. "Dice lo mismo: no a los indultos y no a la amnistía", ha defendido este lunes Ayuso en una entrevista en Telecinco. “Si Feijóo hubiera querido amnistía e indulto, sería presidente del gobierno del Estado. Y se ha negado rotundamente siempre. No queremos que Puigdemont salga adelante como si nada después de lo que hizo”, ha subrayado Moreno Bonilla. Se ha añadido el presidente de la Generalitat Valenciana: “No hay indultos ni amnistía. Es inconstitucional y está en contra de los valores de la Constitución. El PP siempre ha sido unánime”, ha dicho Carlos Mazón.

Feijóo y el PP no tienen otra alternativa que aplazar la crisis que espera. Dinamitar las elecciones del 18 de febrero con una semana de trifulca interna sería prácticamente un suicidio, aunque el votante de derechas en Galicia mire poco a Madrid. Sin embargo, es evidente que el giro del líder conservador no quedará olvidado en cuestión de días, sobre todo porque el gobierno español se encargará de que así sea. "La gran mentira condiciona la legislatura", aseguraba esta tarde el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, en una comparecencia ante los medios. “Cada vez que salga Feijóo a hablar de indultos y terrorismo no tendrá credibilidad. Les doy la bienvenida al camino del reencuentro en Cataluña”, añadía.

“Con Juntos, ni en la esquina”

En el PP no todo el mundo está de acuerdo con el acercamiento sigiloso a Junts que ha practicado Génova desde las elecciones del 23-J. “Con Junts, no iría ni a la esquina”, expresaba Ayuso en una entrevista en Telecinco, y añadía que “todo indica que [Tsunami Democrático] es terrorismo según las leyes”. En cambio, fuentes de la cúpula del PP ven "difícil" que pueda probarse. El perfil españolista de Ayuso es el opuesto dentro del PP al de Feijóo, que se identifica con lo que históricamente ha significado el PP de Galicia, capaz de representar al galleguismo, que en otras comunidades se podría llamar nacionalismo y lo han representado Convergència o el PNV.

En cualquier caso, la consigna de estos días que faltan de campaña es cortar el fuego, y el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha minimizado los contactos de su partido con Junts. "Ni lo hay, ni lo ha habido", ha expresado, aunque Feijóo reconociera su existencia y que trascendiera que el jefe de filas popular en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​Daniel Sirera, se reuniera el agosto pasado con dirigentes de la formación independentista. Su portavoz, Josep Rius, no ha querido entrar: "Si tenemos que añadir algo más, ya lo añadiremos", ha apuntado, y ha advertido a Sánchez de que Junts "tiene las manos libres" para pactar con quien quiera . Por su parte, Feijóo trató de desviar el foco y se desplazó a Barbate para apoyar a los familiares de los guardias civiles fallecidos a manos de los tripulantes de una narcollancha el viernes por la noche.

Una campaña errática

Todo ello, coincidiendo con la publicación de un barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que dibuja un escenario muy delicado para el PP, al límite de perder la mayoría absoluta, y muy favorable al Bloque Nacionalista Gallego, que podría llegar a la Xunta de la mano de un PSOE que pierde comba. Y es que la campaña de Rueda está llena de tropiezos. "Se equivoca nacionalizándola en su primera elección como candidato a la Xunta", anota en el ARA la profesora de ciencias políticas de la Universidad de Santiago Nieves Lagares. El planteamiento de una campaña en clave española no ha funcionado y, justo cuando en la segunda semana quería cambiar el frame y centrarse en Galicia, como siempre había hecho el PP en esta comunidad, estalló la bomba del hipotético indulto en Puigdemont. Sin embargo, las consecuencias de la explosión el PP las ha dejado en vilo.

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