Ayuso niega que Catalunya haya sido nunca una nación y acusa a Sánchez de comprar las elecciones catalanas
Según la presidenta madrileña son Madrid, Extremadura o Murcia las que pagan las "embajadas" de la Generalitat
BarcelonaViernes, junto al presidente argentino, Javier Milei, ofrecía el preludio y este sábado, conmemorando su año de mayoría absoluta en Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha presentado el plato principal de su obra. La presidenta madrileña, desacomplejadamente erigida jefe de la oposición a Pedro Sánchez –Alberto Núñez Feijóo ha estado ausente en los dos días–, ha atacado una a una las líneas de flotación del sanchismo, recurriendo a la hipérbole como columna vertebral del discurso. Han salido Venezuela; el comunismo, la "persecución a jueces y fiscales"; los asesores que "hipotecan el futuro de las nuevas generaciones" (por el anuncio de la Moncloa de añadir asesores científicos a los ministerios); el ataque del PSOE a los medios de comunicación (a los pseudomedios de extrema derecha para ser más exactos); Begoña Gómez y, evidentemente, Cataluña, la amnistía y el independentismo. "Ni Cataluña, ni el País Vasco, ni Navarra han sido una nación ni lo serán", ha terminado proclamando ante una ovación cerrada y gritos de "presidenta".
Ayuso ha llegado a acusar a Sánchez de "comprar las elecciones de Catalunya con el dinero de los madrileños". No ha concretado los argumentos que le han llevado a hacer esta afirmación, pero ha estado haciendo énfasis de forma recurrente en las delegaciones de la Generalitat en el exterior, las popularmente conocidas por el PP como "embajadas": "Cada vez que un madrileño paga sus impuestos se va a pagar embajadas para que creen una nación en la que nunca ha habido". Obviando el déficit fiscal catalán, ha añadido que no sólo son los madrileños quienes pagan las "embajadas", sino también los murcianos o los extremeños, entre otros. De hecho, incluso confrontó la "corrupción" independentista con la falta de trenes en Extremadura.
"Países ilegales, repúblicas de ensueño que odian a España, al rey ya todos nosotros y que nos reclaman que les pidamos perdón y que les demos más dinero. Se acabó el negocio corrupto del independentismo. ¡Cero euros!", exclamó refiriéndose, sin citarla, a la negociación por la reforma del modelo de financiación.
La crítica a la política exterior catalana también le ha servido para reivindicar la suya: "¿Cuántas embajadas más? Y después los presidentes autonómicos no podemos invitar a presidentes internacionales", indicó en referencia al premio que concedió el viernes a Milei. En teoría, el acto convocado este sábado por el PP de la Comunidad de Madrid estaba destinado a reivindicar el año de mayoría absoluta, aunque Sánchez y Catalunya hayan terminado siendo sus protagonistas.