Partidos

Camps sacude el relevo de Mazón

El expresidente valenciano ataca a Lorca mientras el resto de aspirantes esperan Feijóo

El ex presidente valenciano Francisco Camps durante la presentación de su equipo de campaña.
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ValenciaSi Alberto Núñez Feijóo confiaba en que la federación valenciana dejara de provocarle quebraderos de cabeza tras el convulso relevo de Carlos Mazón, el expresidente Francisco Camps se ha encargado de frustrar ese sueño. El exjefe del Consell quiere volver a dirigir la formación y ser su cartel electoral y ha visto la oportunidad perfecta: el reciente nombramiento de Juanfran Pérez Llorca como presidente de la Generalitat. Considera que el político de Finestrat es un líder débil, que carece de la legitimidad de las urnas ni está refrendado por los afiliados populares. Por eso reclama dar voz a los militantes en un congreso. Sus posibles rivales –el propio Lorca y la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que son los mejor situados– guardan silencio y se mantienen leales en Madrid. En la calle Génova, piden tiempo. Primero quieren consolidar a Llorca al frente del partido, después evaluar si logra detener el trasvase de votos a Vox y, si no es así, promocionar a Catalá como sustituta o evaluar si hay algún candidato mejor entre su plantilla de alcaldes.

A quien más asusta la tutela de Feijóo se encuentra en Camps. Cree que sus oportunidades pasan por agitar el debate y dar voz a las bases. Incluso pide un cónclave con "el modelo americano" que permita que voten a los simpatizantes; también a los afiliados que han dejado de pagar la cuota. Justifica esta deferencia porque han sido "muy desatendidos" en los últimos meses. Así lo decía la semana pasada en la presentación de su equipo de campaña, que no incluye a ningún dirigente destacado. De hecho, la figura más relevante es Inés Peiró, concejala del municipio de La Pobla de Vallbona. Una persona sin peso en la formación. "Nuestro partido es ahora una pirámide invertida con pocos militantes y muchos cargos", se quejó el expresidente.

La gran presencia de medios en el acto propició que Camps tuviera que contestar alguna pregunta incómoda. Por ejemplo, si representa un problema para su partido: "Si acaso, para alguna persona del PP", respondió. También llamaron la atención los reproches del expresidente en Lorca, dado que el primero destacó que el actual jefe del Consell fue "la mano derecha" de Mazón y que si llegó a la secretaría general del partido fue gracias al político de Alicante, aunque ahora intente desmarcarse. Una crítica que Camps completó recordando sus años como universitario, cuando compatibilizaba su carrera de derecho con un trabajo. En este sentido, destacó la importancia de tener una formación sólida, una reflexión que todos los periodistas coincidieron en interpretar como un dardo en Lorca, que carece de estudios universitarios.

En el origen del pulso que Camps mantiene está la convicción de sentirse menospreciado por las direcciones valenciana y estatal. Se queja de que no le telefonean, de que no le tratan con el respeto institucional que merece y, sobre todo, de que no le han restituido tras su absolución por los delitos de tráfico de influencias y prevaricación. Además, su ambición no deja de crecer. Si hace unos meses afirmaba que sólo aspiraba a la dirección del partido, ahora ya suma estar el candidato a la presidencia de la Generalitat. Esa voracidad incomoda a sus compañeros. Así lo admite en el ARA un representante importante de los populares. "Nadie que en estos momentos tenga un puesto de responsabilidad valora que sea candidato", señala este dirigente. El alto cargo también relativiza los apoyos con los que cuenta el exjefe del Consell, entre ellos los expresidentes de las diputaciones de Valencia y Castellón Alfonso Rus y Carlos Fabra, y la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo. "Su candidatura crecería si sumara alcaldes, concejales y diputados. Pero no los tiene, y parece que no los busca, porque el suyo es un proyecto en el que solo se habla de él", subraya. Además, reprocha a Camps que ataque a Lorca, cuando "todo depende de Feijóo, que es quien ha puesto al nuevo presidente y quien decidirá si será el candidato en las próximas elecciones o si habrá que buscar una alternativa".

Lo que el político gallego ya ha decidido es que el nuevo jefe del Consell sea también nombrado presidente del PP. Esto ocurrirá en los próximos días o semanas. Después, habrá que esperar. Si Lorca no consigue el visto bueno de Génova para ser cabeza de cartel, la mejor situada es María José Catalá. La alcaldesa de Valencia afirma que tiene dos hijos pequeños y que está muy cómoda en el Ayuntamiento, pero si la dirección estatal apuesta por ella, la decisión podría ser otra. Quien parece no formar parte de las quinielas es el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. A Feijóo le cabreó mucho que el PP valenciano le postulase para el 2027 –tras un mandato transitorio de Lorca– sin su autorización. Por eso, ahora parece una carta quemada. Pero nunca se sabe. "En política, seis meses o un año son una eternidad", remarcan fuentes populares en el ARA.

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