El caos de Mazón esparce el pánico entre los 'barones' del PP
La estrategia en Extremadura también choca con las negociaciones que los populares tienen con Vox en la Comunidad Valenciana
Barcelona / MadridCarlos Mazón es un problema para el PP que está provocando un efecto de pánico interno. El caos perpetrado por el presidente valenciano en funciones, con su gestión de la dana y su dimisión un año después, ha abocado a unas negociaciones con Vox en el País Valenciano –validadas por Alberto Núñez Feijóo– que transmiten una fuerte dependencia de la extrema derecha, que no deja de crecer, y con una multiplicidad de mensajes. Una inquietud transmitida por múltiples fuentes del PP a los distintos territorios consultadas por el ARA, pero que la dirección estatal se esfuerza en rebajar, pese a que fuentes de Vox dejan claro que el ultimátum valenciano es total e implica un mensaje a Feijóo para el futuro: "Gobernar con el programa de Vox o nada". Todo ello, mientras a las puertas de una nueva reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) escenifica aún más la división entre las comunidades del PP en un asunto como la financiación. La presidenta balear, Marga Prohens, ha pedido esta semana garantizar "la ordinalidad" –que si es la segunda comunidad en aportar a las arcas del Estado, sea la segunda en recibir–, en el nuevo modelo. Ahora bien, otros varones populares como el andaluz Juanma Moreno o el aragonés Jorge Azcón llevan meses exhibiendo el rechazo frontal contra una reivindicación defendida también por Catalunya.
El PP está dividido por la financiación y por las relaciones dispares con Vox mientras está inmerso en un ciclo electoral que da el pistoletazo de salida a Extremadura, junto a la presidenta regional, María Guardiola, que ha querido adelantar las elecciones para no doblegarse a las pretensiones de la extrema derecha en los presupuestos. Una operación que se produce a la par que, en la Comunidad Valenciana, el PP está negociando una cesión a sus exigencias. Los populares valencianos incluso sugirieron que están trabajando en una propuesta "irrechazable" y Vox también constata una "muy buena predisposición". Pese a que en Génova 13 quitan hierro a que las negociaciones en la Comunidad Valenciana con Vox coincidan con el adelanto electoral en Extremadura, hay voces del PP que admiten que existe un riesgo de "contradicción" en los mensajes.
Al mismo tiempo que el ejecutivo de Guardiola acude a las urnas con el objetivo de superar una dependencia de la extrema derecha que le ha llevado a un callejón sin salida, se está atando la alianza de la que reniega ésta baronesa al otro lado de la península. ¿Cómo casar ambas estrategias? Según la dirección estatal, "Valencia es una pieza separada" y "no está supeditada" en el escenario extremeño. La dirección popular niega que desde Extremadura se les haya trasladado petición alguna para evitar verse salpicados por el impacto de la negociación valenciana y enmarcan las conversaciones en la normalidad de gobernar en solitario sin mayoría absoluta.
"Cogidos por Vox"
Otro dirigente del PP consultado relata que "no se calculó bien" el asunto Mazón y que les "ha dado por el saco mucho a todos", también en las encuestas –aunque internamente constatan una recuperación en sondeos encargados por la dirección. "Todo el mundo está pendiente de las consecuencias de Mazón", sostienen, porque "en Valencia Vox intentará joder con lo que puedan para pactar alguna animalada". De hecho, recuerda que "Mazón ya fue el primero en estropear la estrategia de Feijóo [antes de las elecciones estatales del 2023] pactando con Vox". El problema es que "la imagen es fea" porque los populares proyectan que están "cogidos por Vox", que "quiere marcar paquete".
Otras fuentes del PP remarcan que las relaciones con Vox "son las estrictamente necesarias", y en estos momentos "que debe negociarse en Valencia, pues se negocia". Pero la tensión se corta con un cuchillo porque en las filas populares se siente que "más que intentar ganar elecciones o echar a Sánchez, Vox quiere sustituir la posición del PP, como quería Ciudadanos". La voluntad del PP, según esta fuente, es ir a la suya con su "programa" propio de un "partido de gobierno" y mantener una máxima que en los pactos autonómicos ha caído a menudo: "Si Vox tiene capacidad de decisión, que decidan o, si no, si quieren, que gobierne el PSOE". En todo caso, no pretenden "cabezarse", y expresan de forma categórica lo que en realidad es un deseo: que el PP "nunca gobernará con el programa de Vox".
Relaciones PP-Vox
Las relaciones con el PP están con un "estira y afloja" permanente, y en múltiples territorios como Catalunya "no hay relaciones de ningún tipo", según otro dirigente. El PP busca "el voto útil" y parte de que "en Extremadura irá bien", pero que "si necesitas a Vox, depende del resultado". A estas alturas, la formación está centrada en "sacar los mismos escaños que toda la oposición" y el campo de pruebas es esta región, la primera en la que se verá si hay efectos del caos de Mazón y las negociaciones al límite con Vox. Allí pretenden sacar jugo de la "debilidad" del líder socialista, Miguel Ángel Gallardo, acosado judicialmente por el caso del hermano de Pedro Sánchez, apuntan fuentes de Génova.
Sí que es cierto que pese a la competencia frenética, según fuentes de Vox consultadas, hay "cordialidad", relaciones reanudadas a alto nivel entre los partidos y disparidad en el ámbito regional. Prueba de la reanudación fue "la segunda llamada en un año" que se produjo este martes entre Feijóo y Abascal para comunicar que el candidato al País Valenciano sería Juanfran Pérez Llorca. La primera fue para iniciar las conversaciones valencianas y en junio también se reunieron en el Congreso. Sin embargo, "cada vez se ve más claramente que un gobierno en solitario del PP no será posible, que dependerá de Vox y eso incidirá en el programa de gobierno", rematan sobre un eventual escenario tras unas elecciones en España.
La primera prueba de fuego son las negociaciones del País Valenciano, que Vox tiene como un "mensaje" para que tenga claro lo que le puede venir a Guardiola y al propio Feijóo. Con Guardiola las tensiones se produjeron desde después de los comicios autonómicos del 2023 y en Andalucía, con mayoría absoluta del PP, Vox incluso ha pedido la dimisión de Juanma Moreno y elecciones anticipadas. Esta tensión entre los dos partidos también se vive en Castilla y León, pero la siguiente prueba será Aragón, donde también existen desavenencias entre Vox y Jorge Azcón y donde la falta de cuentas puede propiciar elecciones. En cuanto a Murcia, Fernando López Miras ha rehecho el entendimiento presupuestario entre formaciones, como en Baleares, aunque allí hay un toma y daca entre Vox y Marga Prohens, por ejemplo en la cuestión del catalán. En Madrid, en cambio, Isabel Díaz Ayuso gobierna con mayoría absoluta, pero con el temor a si el viento a favor de Vox le complica las cosas a la Comunitat. La crispación entre ambos partidos en las últimas semanas es un indicador.