LA GOBERNABILIDAD DEL ESTADO

Las citas en las urnas marcan un punto de inflexión para Pedro Sánchez

Casado plantea una campaña permanente para la segunda mitad de la legislatura

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OT SERRA
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Imatge aérea del hemiciclo del Congreso  de Diputados el mayo del 2019.

MadridLa entrada en el 2022 adentra la legislatura española en una nueva fase marcada por el ciclo electoral que el 13 de febrero arranca en Castilla y León. Este viernes se logra el ecuador del mandato desde que Pedro Sánchez fue investido el 7 de enero del 2020: algunos pronósticos de entonces se han cumplido, pero el coronavirus y el transcurso de estos dos años dibujan ahora un punto de inflexión que convierte la segunda mitad de la legislatura en una campaña permanente.

Autonómicas y municipales

Las generales de finales del 2023 culminarán el ciclo electoral

La intención de la Moncloa es agotar la legislatura y aprovechar la presidencia europea que Sánchez ostentará el segundo semestre de 2023, a las puertas de las elecciones generales. Será la culminación de un ciclo que empezará con Castilla y León, continuará este año con Andalucía -Juanma Moreno de momento no avanza la convocatoria a pesar de la presión del PP- y tendrá un episodio central con las municipales y autonómicas de mayo de 2023. Estará también el plato fuerte de Madrid con Isabel Díaz Ayuso, las excepciones de Euskadi y Galicia y la incógnita de Catalunya.

A pesar de la hipótesis de que a la izquierda le podría ir mejor avanzar las generales y que haya el mismo día una triple elección, no parece que Sánchez tenga la idea de acortar la legislatura. Pablo Casado está convencido de que empieza una secuencia de convocatorias que acabarán con él en la Moncloa, y es por eso que se espera un segundo tramo de mandato, si es posible, con una oposición todavía más dura de la derecha.

La salud de la coalición

La incógnita de la nueva plataforma de Yolanda Díaz

Una de las sorpresas de 2021 fue la profunda remodelación del gobierno, con las salidas de Carmen Calvo, José Luis Ábalos e Iván Redondo como las más destacadas y la entrada de savia nueva con Isabel Rodríguez, Raquel Sánchez, Pilar Llop, Diana Morant y Pilar Alegría. La moción de censura fallada de Murcia que desembocó en elecciones en Madrid propició el adiós de Pablo Iglesias de la primera línea política y la consolidación del liderazgo de Yolanda Díaz en Unidas Podemos.

La plataforma que la vicepresidenta segunda quiere crear por reconfigurar el llamado espacio del cambio es uno de los elementos que incidirán en este tramo de la legislatura. ¿Afectará a la coalición? En Unidas Podemos crece el descontento con el nuevo hueso de Sánchez en la Moncloa por la falta de autonomía que, considera, deja al socio minoritario del gobierno. De momento, la formación violeta no expresa motivos para tener la tentación de romper el ejecutivo antes de unas elecciones en las que tendrá que competir con el PSOE por el voto de izquierdas.

La fiabilidad de los aliados

La reforma laboral, ¿con la izquierda o con Cs?

Si un proyecto podría trastocar a Díaz es el de la reforma laboral, pactada hace unas semanas con los agentes sociales después de algunas turbulencias en el gobierno por las resistencias de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. Pero le falta el aval del Congreso, y por ahora los aliados habituales -el PNV, Esquerra y EH Bildu- se desmarcan. El PP ya ha anunciado que votará en contra, a pesar de haberla avalado la CEOE y, de manera más tímida, la Fundación FAES de José María Aznar, pero Cs ha encontrado una rendija para intentar renacer de las cenizas.

La formación de Inés Arrimadas está dispuesta a votar a favor por “sentido de estado”, cosa que puede dificultar la concurrencia de las formaciones soberanistas. Se reproduce de nuevo el esquema de los presupuestos de 2021, que Iglesias consiguió decantar hacia la mayoría de izquierdas. Pero con las cuentas de 2022 aprobadas, el apoyo de los aliados habituales será cada vez más caro.

La mesa de diálogo

Aragonès reclama resultados tangibles de la negociación

“Sin mesa de diálogo no hay legislatura”, proclamó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, hace dos años. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, reclamó hace unos días “resultados tangibles” de la próxima reunión, que los republicanos situaban en enero. La Moncloa, sin embargo, ha enfriado esa urgencia. La razón del apoyo de ERC a Sánchez es avanzar en la resolución del conflicto y, hasta ahora, lo único que se ha logrado son los indultos para los presos políticos, previos a la reactivación de la mesa.

El Tribunal Supremo todavía tiene que evaluar la concesión y, también en el ámbito judicial, el Tribunal de Cuentas dirimirá este 2022 la responsabilidad patrimonial de una treintena de ex altos cargos por el 1-O y la acción exterior de la Generalitat. En Catalunya también está pendiente el juicio del sottogoverno del referéndum, y la batalla de Carles Puigdemont continúa en el exilio, con la reforma de la sedición paralizada.

La recuperación económica

La gestión: la prioridad de Sánchez ante la oposición de Casado

Con el permiso de la situación sanitaria, la recuperación de la crisis derivada del covid es, prácticamente, el único objetivo del presidente español de cara a la reválida en las urnas. La llegada de Mariano Rajoy en la Moncloa en 2011, en plena crisis, ha enseñado que la oposición a la gestión económica es lo que puede hacer saltar por los aires un gobierno del PSOE.

Leyes pendientes

Audiovisual, ‘mordaza’, memoria democrática y vivienda

En el Congreso hay otros proyectos del gobierno que marcarán los próximos dos años. Se prevén negociaciones intensas para sacar adelante la ley del audiovisual, la reforma de la ley mordaza, la de memoria democrática y la de vivienda. Todas ellas tienen un primer acuerdo con Unidas Podemos o ERC, pero ni mucho menos la garantía de aprobarse. El ecuador de la legislatura abre a Sánchez una nueva carrera de obstáculos.

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