Portavoz de JxCat

Josep Rius: "Las coaliciones de gobierno comportan tensiones, pero las palabras de Rufián son inaceptables"

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BarcelonaHace una semana Josep Rius (Barcelona, 1974) asumió la responsabilidad de ser el nuevo portavoz de JxCat en sustitución de Elsa Artadi. En pocos días ya le ha tocado gestionar dos crisis con Gabriel Rufián y Laura Borràs de protagonistas.

¿Qué piensa Junts de las palabras de Gabriel Rufián sobre los supuestos vínculos entre Puigdemont y Putin?

Son palabras muy graves, muy desafortunadas. Creemos que no son aceptables y menos en un partido con el que formamos gobierno conjuntamente. Por eso les hemos pedido que se exija que se rectifiquen (Rufián ha acabado pidiendo disculpas “si alguien se ha sentido ofendido por el tono”).

¿Ustedes pidieron explicaciones, pero ERC les ha dado alguna?

— Hasta donde yo sé de momento no han hecho ninguna declaración pública en este sentido. Y son palabras que, más allá de Junts, han sonado mal a todo el espacio independentista.

¿Qué harán si no rectifican?

— Lo tendremos que analizar, porque repetimos que son unas palabras de extrema gravedad.

¿Cómo interpreta el silencio de ERC? 

— Sé que estos días se estaba hablando sobre el futuro inmediato del señor Rufián como alcaldable de Santa Paloma y también es verdad que estamos en el contexto de unas jornadas de huelga con un eco importante convocadas por los sindicatos de docentes. No sabemos si también era una manera de hacer una cortina de humo. 

¿Usted sabe si el presidente Puigdemont se reunió en Suiza en junio de 2019 con un presunto espía del Kremlin? 

— A mí no me consta. Lo que sí que le puedo decir es que no se ha reunido con ningún dirigente, con ningún exdirigente ni con ningún mandatario del gobierno ruso. Desde que el presidente Puigdemont se marchó al exilio, lo que ha hecho incansablemente es una tarea para internacionalizar el conflicto que vive Catalunya con España. 

¿Esto quiere decir que no ha buscado el reconocimiento de la Rusia de Putin en una Catalunya independiente? 

— No estamos todavía en un momento de buscar los reconocimientos, porque los reconocimientos se buscan cuando se culmina la independencia. 

“No nos representan”, decía Rufián. ¿Esto es un episodio más de esta mala salud de hierro o realmente ya están en la cabeza de la calle? 

— No, la cultura de los gobiernos de coalición comporta de una manera inherente que haya tensiones, que son saludables. Nosotros conseguimos un acuerdo de investidura que costó mucho tejer y que se basaba en los principios de respeto, confianza y lealtad. Las declaraciones del señor Rufián no responden a estos principios y por eso pedimos que se rectifiquen.

Rufián dice esto, pero el secretario general de su partido, Jordi Sànchez, respondió que Rufián era un miserable. ¿Se puede continuar conviviendo así? 

— Tenemos que vigilar que, de alguna manera, los episodios como el de ayer del señor Rufián no se repitan. 

¿La causa general contra el independentismo también trata de buscar las relaciones entre el independentismo catalán y Rusia? 

— Sin duda. No es gratuito que de un tiempo a esta parte vuelvan a rebrotar estas presuntas vinculaciones entre el entorno del president Puigdemont y Rusia, en un momento –la invasión rusa en Ucrania– en el que lógicamente la reputación de Rusia está en unos momentos muy bajos. No es gratuito; se busca desgastar el independentismo y a uno de los principales líderes, si no el primero, que tiene. 

El TSJC ha concluido que hay indicios de delito en la gestión de Laura Borràs en la ILC. Si la Fiscalía lo acusa, ¿tiene que dimitir de presidenta del Parlament? 

— Todos estos casos pensamos que forman parte de una causa general contra el independentismo. Estaremos atentos a este escrito de acusación a ver qué dice y, una vez se decida si se abre o no juicio oral, tomaremos las decisiones oportunas. Según manifiesta la defensa de Laura Borràs, el procedimiento está plagado de irregularidades y ya veremos. Las cosas con poco tiempo cambian mucho y no queremos avanzar estos acontecimientos. Confíamos plenamente en la presidenta Borràs con la tarea que hizo como directora de la ILC. 

¿Teme que ERC o la CUP puedan votar a favor de suspender a Borràs? 

— Nosotros procuramos siempre dar una respuesta colegiada a todos los embates que hace el estado español y trabajaremos con ellos para dar una respuesta oportuna a la represión.

ERC acaba de aprobar una ponencia con el 97% de apoyo defendiendo la mesa de diálogo.

— De momento es una mesa de silencio y silenciadora, porque la aprovecha Pedro Sánchez para ir diciéndole a todo el mundo que el conflicto con Catalunya está controlado. Nosotros fuimos vetados de esta mesa. Para negociar hace falta una posición de fuerza y para tenerla hace falta una estrategia consensuada con todo el espacio independentista.

¿Se ha cumplido el pacto de Govern?

— La gestión del mientras tanto se está haciendo, con dificultades, pero de forma excelente. Pero no el diálogo ni la dirección estratégica, que no existe. Nosotros empezaremos ahora una auditoría de este pacto para ver si los compromisos que se tomaron han funcionado y si hay que mejorar. 

¿Puigdemont seguirá siendo el presidente de JxCat?

— Hace no mucho, en el marco del Consell per la República, vino a decir que llegado el momento podría dar este paso si esto ayudaba en pro de la unidad de todo el espacio independentista, pero es una cuestión que no está encima de la mesa en este momento. Él está muy fuerte y determinado, y su voluntad es lógicamente la de volver a Catalunya, pero si una cosa no ha hecho en ningún momento es buscar una solución judicial o personal en su situación.

¿Harán un congreso este verano para renovar la dirección?

— Los estatutos de Junts prevén que cada dos años se celebre un congreso y, por lo tanto, este congreso se tendrá que hacer; lo más normal sería entre julio y septiembre. Pero no le puedo contestar sobre los órganos de dirección porque es una de las cuestiones que todavía no hemos tratado.

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