El Consell per la República crea un "ministerio libre de Exteriores"

Puigdemont avisa a Aragonès que el regreso de los exiliados no puede ser "un pacto político" con el Estado: "No queremos atajos"

BarcelonaEl Consell per la República ya tiene un gobierno, con Carles Puigdemont al frente, una asamblea de representantes, con 121 escaños, y ahora también una conselleria, "el ministerio libre de Exteriores". El ente con sede en Waterloo se quiere nutrir de "representantes en todo el mundo" que se dedicarán a "explicar el conflicto catalán". Pueden ser voluntarios.

La principal diferencia con el departamento de Acción Exterior de la Generalitat, destacan desde el Consell, es que el ministerio no tendrá limitaciones, sino "la libertad suficiente para explicar cosas que el gobierno autonómico" no puede hacer.

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Así lo ha anunciado la organización liderada por Puigdemont en una rueda de prensa desde Bruselas con la participación del expresidente y los miembros del Consell Adrià Alsina y Neus Torbisco. "Hemos superado el momento fundacional", ha dicho Puigdemont, y ha añadido que lo han hecho con más complicaciones "externas que internas" –el Consell fue uno de los grandes escollos entre Junts y ERC para pactar el nuevo Govern–. Ahora, uno de sus "ejes básicos" es la internacionalización del conflicto, y lo harán "tejiendo complicidades con estados, instituciones y organizaciones no gubernamentales". Todo, en palabras de Torbisco, para hacer efectiva la vía que Puigdemont ya hace años que ha acuñado: una confrontación "inteligente y efectiva" con el Estado.

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El Consell, sin embargo, cree que esta confrontación no la puede hacer un Govern que tiene "una especie de 155 permanente" que lo "vigila" y lo "limita". "Hemos de asumir una función que le es prohibida al Govern", ha reafirmado el expresidente. Uno de los primeros pasos es esta "diplomacia civil" y, por eso, la organización ha abierto un formulario para que personas que están repartidas por el mundo se puedan hacer embajadores. En este sentido, Adrià Alsina ha explicado que están "en contacto" con el departamento de Acción Exterior y que no le quieren hacer la "competencia". "El Consell nunca quiere sustituir al Govern", ha dicho Puigdemont.

Con esta herramienta, el Consell quiere obtener "reconocimiento internacional" para la causa independentista, a pesar de que Puigdemont ha asegurado que el ministerio todavía será más útil cuando "se consolide el fracaso de la mesa de diálogo" y se tenga que entrar "en un escenario de confrontación". El expresidente, no obstante, no ha querido poner plazos a la negociación, si bien ya la ha dado por amortizada. Con todo, después del llamamiento a la unidad independentista del president, Pere Aragonès, en la conferencia de lunes, Puigdemont ha abogado por crear un espacio "donde todo el independentismo se ponga de acuerdo" y ha defendido un "liderazgo coral".

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El fin del exilio no puede ser un pacto político con el Estado

A diferencia de lo que hizo este martes el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, Puigdemont –que ha recibido una llamada del mismo Aragonès– no ha entrado a criticar el discurso del president, pero sí que le ha advertido que el fin del exilio no puede ser "un pacto político" con el Estado. Este ha sido su mensaje después de que el jefe del ejecutivo pidiera a la Moncloa que el abordaje del conflicto empiece por retirar las causas contra los exiliados. La respuesta del expresidente es clara: "No queremos atajos, pedimos explícitamente que no se busquen soluciones personales a la situación personal de los exiliados. Nuestro regreso tiene que descansar en una victoria de los derechos fundamentales". Poco después, Puigdemont ha querido poner en valor el trabajo hecho desde Waterloo: "El exilio es un elemento político clave".

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Por otro lado, escudándose en el hecho de que se trataba de un acto del Consell per la República, Puigdemont ha evitado valorar tanto la gestión de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, del caso Juvillà como los efectos de la pérdida del escaño en la estrategia de confrontación abanderada por Junts. Sobre el acta de Juvillà ha dicho que les ayudará a internacionalizar "el abuso" del Estado, y ante el fracaso de la desobediencia, ha contestado que quién tendría que responder es "la portavoz de JxCat". Durante todas estas semanas no se ha oído ninguna valoración del caso por parte de Puigdemont, que ahora hace unos días se reunió con Borràs en Bruselas.