El cordón sanitario que sólo funciona donde la extrema derecha no manda


BarcelonaLos cordones sanitarios contra la extrema derecha se diseñaron para evitar que llegara a tocar poder. En Francia, en Alemania o en Cataluña. La idea original era básicamente la misma y consistía en pensar que, sin capacidad de decisión ni altavoces, la extrema derecha acabaría invisibilizada. Por lo general, se ha ido evidenciando que contener la extrema derecha es bastante más complicado que aplicarle un cordón sanitario, pero tampoco se ha encontrado la receta mágica para conseguirlo. Lo curioso del caso catalán es que el cordón sanitario se aplica en teoría, pero no en la práctica.
El PSC, ERC, la CUP y Junts situaron en mayo del año pasado Aliança Catalana dentro del cordón en el que, desde el 2021, ya estaba Vox. "Esto no es un juego, es muy serio, la lucha contra la amenaza fascista debemos hacerla entre todos", decía entonces el líder de Junts, Carles Puigdemont. En el Parlament, ni Vox ni Alianza han tenido opciones de pactar iniciativa parlamentaria alguna. De hecho, sólo el PP les ha apoyado en algunas de las votaciones, todas ellas rechazadas por la mayoría de la cámara. Los signatarios del cordón no negocian, y los consideran fuerzas antidemocráticas. Claro que en el Parlament, los once diputados de Vox y, sobre todo, los dos de Aliança no tienen ningún tipo de incidencia en las votaciones. No son necesarios para nadie.
La extrema derecha, en cambio, sí manda en Ripoll y ahí no hay cordón sanitario: las fuerzas políticas no han aislado a Silvia Orriols y ERC y Junts incluso negociaron el presupuesto del 2025, que acabará aprobándose finalmente por el fracaso de la moción de censura. Ya en el 2023, la ausencia de un acuerdo entre ERC, Junts, PSC y la CUP permitió que Orriols se convirtiera en alcaldesa. Y este martes el concejal juntero Ferran Raigon verbalizaba que "en Ripoll no hay cordón sanitario". El argumento de los partidos de la oposición es que para conseguir que Ripoll funcione mejor deben intentar influir en las decisiones del gobierno municipal. ¿Y si, en lugar de Ripoll, fuera el gobierno de Cataluña?
El cordón sanitario catalán sólo funciona donde la extrema derecha no manda. Y eso hasta el momento, porque este miércoles, en declaraciones a TV3, el diputado de Junts Salvador Vergés ha reflexionado sobre el futuro de esta herramienta: "Se está demostrando en Europa y en todo el mundo que los cordones sanitarios, tal y como están entendidos en este momento, son un error".