Cs vuelve a la Generalitat cinco años después para reunirse con Aragonès

Carrizosa se compromete a hacer oposición "leal" en lo que no "implique saltarse la ley"

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el líder  de Cs en el Parlamento , Carlos Carrizosa.

BarcelonaHacía casi cinco años que un líder de Ciudadanos no aceptaba reunirse de forma bilateral con el president de la Generalitat en el marco de la ronda de contactos con los partidos. La pasada legislatura, Inés Arrimadas se negó a encontrarse con Quim Torra si no retiraba la pancarta en apoyo a los presos políticos de la fachada del Palau de la Generalitat. El nuevo presidente del grupo parlamentario naranja, Carlos Carrizosa, ha cambiado de criterio y ha aceptado la invitación de Pere Aragonès –que ha invitado a todos los partidos excepto a Vox–. En una intervención posterior al encuentro, ha defendido que la pandemia y la crisis económica han comportado un cambio de contexto político que justifica la necesidad de diálogo político, y ha advertido a Aragonès de que Cs hará "oposición leal y constructiva en el ámbito político", pero "firme e incluso dura en lo que implique saltarse la ley". Por su parte, la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha negado que haya "un problema de convivencia en Catalunya" y ha explicado que Aragonès se ha reafirmado en la propuesta de un "referéndum" como la opción más "inclusiva", puesto que da voz a los independentistas y a los que no lo son.

La última vez que un líder de Cs se reunía en solitario con el presidente fue en septiembre de 2016, cuando Inés Arrimadas se encontró con Carles Puigdemont en el marco de una ronda de consultas de cara a la cuestión de confianza a la que se tenía que someter el ex president. Antes también se habían encontrado en enero de 2016 en el marco de la ronda de contactos con los partidos. Como este jueves ha hecho Carrizosa, Arrimadas calificó entonces el encuentro de "cordial". Incluso el expresidente del partido naranja, Albert Rivera, se encontró con Puigdemont en abril de 2016 en un contacto para "normalizar la discrepancia", según había justificado un mes antes. No obstante, incluso estas relaciones puntuales se agrietaron durante 2017, y en los años posteriores no solo no se habían vuelto a producir contactos sino que la propia Arrimadas había llegado a presentarse en el Casal de la República de Waterloo (Bélgica) para manifestarse junto con diputados del partido en contra de Puigdemont, que estaba en el exilio. "¡La república no existe, Puigdemont!", decía su pancarta. Incluso después de haber viajado en avión a Bélgica, la líder naranja se negó a reunirse con el ex president en el exilio. "Yo no hablo con fugados", argumentó.

Carrizosa exige "respeto a los sentimientos de españolidad"

El cambio de tono, sin embargo, ya se inició en marzo de 2020, en plena crisis sanitaria, cuando Carrizosa asistió a la cumbre que el ex president Torra organizó con todos los grupos parlamentarios para informar de la situación provocada por la pandemia. Además del cambio de contexto por la pandemia, Carrizosa ha argumentado la necesidad de Cs de "llevar las reivindicaciones" de "buena parte de la sociedad catalana que no se siente representada" en las "concesiones" del presidente español, Pedro Sánchez, al que ha acusado de estar "absolutamente desatado dando la razón al independentismo". Así, el partido naranja ha trasladado a Aragonès un documento de ocho puntos acordados con entidades unionistas como Societat Civil Catalana (SCC), S'ha Acabat, Impulso Ciudadano, Lliures o la Asociación Española por el Bilingüismo, entre otros.

"Respecto al ordenamiento democrático y la separación de poderes y la lealtad institucional", una ley electoral que "garantice el principio de una persona, un voto", "respecto a los sentimientos de españolidad de la mayoría de los catalanes", un "abandonamiento del desprecio institucional al castellano", "convertir Tv3 y Catalunya Ràdio en medios públicos plurales" y "dejar de usar la política de subvenciones a los medios de comunicación como palanca para ganar adhesiones a la causa separatista" son algunas de las reivindicaciones que Cs ha presentado a Aragonès. Las mismas reivindicaciones, ha explicado el líder naranja, tomarán forma de interpelación al Govern y de moción a debatir en el último pleno del periodo de sesiones. Carrizosa ha definido al president como "una persona con la que podemos tener un trato cordial, formal, pero con quien efectivamente estamos alejadísimos en las cuestiones políticas". En este sentido, ha explicado que Aragonès ha recogido las críticas del dirigente naranja con naturalidad: "No esperaba otra cosa". En el encuentro también han participado Vilagrà y la secretaria general del partido naranja, Marina Bravo.

Vilagrà: "Estamos a las antípodas"

El Govern ha vuelto a dejar claro que no cuenta con Cs para esta legislatura. Si ya no lo hacía cuando los naranjas tenían 36 diputados en el Parlament, ahora con seis todavía tiene menos incentivos para hacerlo. La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha considerado que la reunión entre Aragonès y Carrizosa ha servido básicamente para constatar las diferencias abismales que los separan: "Estamos a las antípodas". El ejecutivo tiene pendiente ahora encontrarse con los representantes del PP, mientras que no ha invitado a la extrema derecha al Palau de la Generalitat.

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