La CUP aboga por "desestabilizar" al Govern por su "deriva autonomista"

Los cuperos denuncian en la ponencia política que el ejecutivo vuelve a la "lógica sociovergente"

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Uno de los momentos de la votación de la Asamblea Nacional de la CUP de este sábado en Barcelona

El debate de los presupuestos ha roto las relaciones de la CUP con el Govern de ERC y Junts. Así lo pone de relieve la ponencia política, pendiente de ratificación por la militancia que participó en la asamblea nacional extraordinaria del sábado. El documento, que ha avanzado VilaWeb y al que ha tenido acceso el ARA, defiende que la acción parlamentaria de los cuperos tiene que ir encaminada a "desestabilizar" al ejecutivo. "Ninguno de los elementos que sirvieron para que la CUP decidiera votar a favor de la investidura de Pere Aragonès se ha materializado en acción legislativa y de gobierno, más bien al contrario: solo se han dedicado a promover la pervivencia de un modelo que tan solo beneficia a unos pocos", remarca la ponencia. La diputada Eulàlia Reguant ya avisó en la rueda de prensa posterior a la asamblea de que el Govern "hoy no superaría ninguna cuestión de confianza" y le pidió que volviera "al punto de partida".

Unas advertencias que los cuperos trasladan a una ponencia muy crítica con el ejecutivo que marcará su hoja de ruta los próximos dos años, así como el rumbo de la legislatura actual. La sintonía de la CUP con ERC se ha desvanecido porque durante la asamblea nacional se aprobó una enmienda que endurece el texto base que había elaborado el secretariado nacional. Después de abogar por "señalar el inmovilismo" de las dos grandes fuerzas independentistas, la formación anticapitalista insta a fomentar "la desestabilización" del ejecutivo y a hacer de "oposición frontal a la deriva autonomista del soberanismo gubernamental". En este sentido, la CUP deja claro que los dos grandes partidos independentistas no tratarán de aprobar medidas legislativas “que choquen frontalmente con los límites autonómicos y constitucionales”. “No porque no queramos que se produzca este choque” –aclaran–, “sino porque sabemos que ERC y Junts no desarrollarán estas medidas”. Ante este escenario, la CUP se posiciona como el agente "que se oponga claramente al escenario actual de reasientamiento autonomista que se dibuja con las alianzas presupuestarias" en Barcelona, Catalunya y el Estado y "que encaja con los pactos de gobernabilidad en los ejecutivos del País Valenciano y las Islas".

Aludiendo a macroproyectos incluidos en las cuentas como el de Hard Rock, la ampliación del aeropuerto de El Prat –que ha quedado paralizada– o la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno, la CUP lamenta el regreso a "la lógica sociovergente" con "prácticas que apaciguan el conflicto con la patronal y que realizan grandes macroinfraestructuras aunque contravengan la legislación contra la emergencia climática aprobada por el propio Parlamento". También acusa al partido de Oriol Junqueras de apagar el conflicto con el Estado. "Los movimientos políticos que ERC ha llevado a cabo de forma acelerada en este inicio de legislatura van en la línea de estabilizar el escenario político y de profundizar en las mejoras de gestión autonómica que le ofrece la colaboración con el PSOE y Podemos", critica la ponencia. Unos movimientos que los cuperos consideran que también valida la formación de Carles Puigdemont, "a pesar de ciertas escenificaciones de discrepancia efectuadas en clave partidista". "Esta apuesta política del tándem ERC-Junts en la Generalitat dibuja un marco difícil para la generación de embates políticos y parlamentarios con el Estado durante los próximos dos años", avisa la formación asamblearia.

De hecho, la CUP advierte de que las dos grandes fuerzas independentistas no piensan plantear un referéndum esta legislatura, como creen que quedó reflejado en el debate de política general cuando rechazaron su propuesta de volver a poner las urnas. "Convencer a los otros dos actores será como picar hierro frío en un primer momento", lamentan en el texto, pero defienden trabajar para ejercer la autodeterminación acumulando fuerzas y aprovechando la oportunidad de un posible referéndum en Escocia. La CUP llama a la movilización permanente en las calles para profundizar en un conflicto que cree que ERC y Junts quieren cerrar desde arriba. Lo que tiene que hacer la CUP es “construir un embate con el Estado desde las calles", resalta la ponencia. Los cuperos se desmarcan del ejecutivo solo ocho meses después de avalar la investidura de Pere Aragonès.

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