La CUP abre a la militancia el debate sobre qué hacer con los presupuestos ante la falta de adelantos
Convocará la coordinadora abierta parlamentaria para valorar cómo actuar ante las cuentas del Govern
BarcelonaLa reunión de este martes con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha hecho cambiar las sensaciones de la CUP con los presupuestos. A pesar del encuentro, avanzado por el ARA, fuentes anticapitalistas explican a este diario que todavía no saben cuáles son las prioridades del ejecutivo catalán y que, por lo tanto, continúan lejos de poder aprobar las cuentas. Ante este escenario, las mismas fuentes explican que en los próximos días se convocará el órgano de toma de decisión de la candidatura parlamentaria –la coordinadora abierta parlamentaria (CAP) del partido– para debatir cómo afrontan la negociación de las cuentas a partir de ahora. La CAP representa las asambleas territoriales de la CUP, candidaturas municipalistas y de las organizaciones y los movimientos que apoyan.
Así, los cupaires quieren trasladar a la militancia en qué punto están las negociaciones y cómo actuar ante la propuesta que el Govern les ha puesto hasta ahora sobre la mesa. Según fuentes de la CUP, a día de hoy todavía no tienen "ninguna propuesta concreta de presupuestos por parte del Govern", sino que solo han visto algunas partidas, muchas de las cuales ni siquiera se les han mostrado desglosadas. Unos contenidos que los cupaires consideran ahora mismo insuficientes. "No sabemos todavía cuáles son las prioridades del Govern", lamentan las mismas fuentes, que subrayan que ya hace días que avisan el Govern de que tiene que cambiar de políticas y de prioridades. "No vamos bien", remarcan.
El aviso de la CUP y la convocatoria del órgano de toma de decisión parlamentaria llega después de que, tal como avanzó el ARA, este martes hubiera una reunión del máximo nivel en el Palau de la Generalitat entre representantes de los anticapitalistas y la cúpula del Govern, con Aragonés al frente pero con la presencia también del vicepresiden, Jordi Puigneró; del conseller de Economía, Jaume Giró, y de la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà.
A pesar de este encuentro y de que ya había habido varias reuniones antes entre Giró y Eulàlia Reguant, en los últimos días los anticapitalistas han subido el tono de sus críticas y han avisado de que la negociación no va bien. El debate de política general celebrado hace un mes en el Parlamento hizo saltar las alarmas en las filas cupaires, puesto que, más allá de rechazarse su propuesta de celebrar otro referéndum esta legislatura, vieron cómo Junts per Catalunya y Esquerra se aliaban alternamente con los socialistas para defender medidas como la ampliación del aeropuerto o la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno.
En el acuerdo de investidura firmado entre la CUP y ERC, los cupaires se comprometían a garantizar la estabilidad del ejecutivo también en materia presupuestaria, pero lo condicionaban al hecho de que hubiera progresos en el resto de compromisos del pacto. Unos adelantos que el ejecutivo considera que sí que han existido, pero los anticapitalistas no lo ven del mismo modo.
- Una de las piedras en el zapato de la relación entre el Govern y la CUP son las causas contra activistas donde la Generalitat hace de acusación particular. Justamente este miércoles los llamados 'nueve de Lledoners', encausados a raíz de las protestas del 1 de febrero de 2019 contra los traslados de los presos independentistas de Lledoners a Madrid, han hecho una comparecencia en el Parlamento junto a la CUP exigiendo a la Generalitat que no se presente como acusación popular en su caso. Seis de los encausados se enfrentan a 3 años de prisión, y el resto a siete, y se les acusa de delitos de desórdenes públicos, lesiones y atentado a la autoridad. La portavoz del grupo, Txus Merino, ha denunciado las "falsas acusaciones de los Mossos d'Esquadra", pero también el Govern de JxCat y ERC de hacer de "muleta al Estado español reprimiendo el independentismo popular". "La Generalitat nos quiere silenciadas, nos necesita calladas", ha reprochado Merino al ejecutivo: "La negociación con el Estado no tiene ningún otro objetivo que cerrar desde arriba aquello que hemos iniciado desde bajo".