Debate presupuestario

La CUP preguntará a la militancia si presenta enmienda a la totalidad a las cuentas

Los anticapitalistas y el Govern se encallan en las negociaciones justo antes de llevar los presupuestos al Parlament

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con Carles Riera y Eulàlia Reguant, de la CUP.

BarcelonaEl Govern aprobará el proyecto de presupuestos martes en el consejo ejecutivo, pero las negociaciones con la CUP están encalladas. Según ha podido saber el ARA , este viernes por la tarde ha habido una reunión con los equipos negociadores en que no se ha conseguido acercar posiciones, de forma que los cupaires pondrán en marcha la maquinaria para decidir si presentan enmienda a la totalidad. El encuentro ha durado menos de una hora y, según fuentes próximas a la CUP, el Govern no ha hecho ninguna contrapropuesta al último documento que ya le habían hecho llegar y les han apresurado a tomar una decisión definitiva. En cambio, desde el ejecutivo afirman que se ha seguido con "el intercambio de documentos" y que se volverán a ver en los "próximos días", antes de martes.

La CUP sospecha que el Govern no mueve ficha porque espera jugar la carta del PSC. Según fuentes presentes en la reunión, el equipo negociador del Govern no ha citado de manera explícita a los socialistas, pero sí que ha puesto sobre la mesa la necesidad de poder aprobar las cuentas de 2022. Una voluntad que, para los cupaires , implica buscar socios alternativos a pesar de que desde el ejecutivo oficialmente lo nieguen.

Ante este escenario, la CUP activa la cuenta atrás para decidir su posicionamiento con los presupuestos, tal como han confirmado a este diario dirigentes de la formación. Los cupaires han convocado domingo la Coordinadora Oberta Parlamentària (COP), integrada por representantes de las asambleas territoriales, independientes propuestos por la militancia por su experiencia política y un representante de cada organización política que apoya la candidatura, para decidir cuál es la pregunta que trasladan a la militancia. Una pregunta que pasa por decidir si se presenta enmienda a la totalidad a las cuentas o se dejan tramitar a la espera de arrancar algún compromiso más en los siguientes días. Las votaciones de las asambleas territoriales se harán del 9 al 19 de noviembre, que es la fecha límite para presentar una enmienda a la totalidad. "El debate no es si las aprobamos o no, es si las dejamos tramitar o no", advierten fuentes de la CUP. La diputada Eulàlia Reguant, en una entrevista en Catalunya Ràdio, ha asegurado este sábado que los cupaires "están más cerca del no que del sí" a las cuentas ahora mismo.

La diputada de la CUP Eulàlia Reguant este martes en el Parlament

A pesar de que la decisión la tomará la militancia, el posicionamiento que adopte la COP, que es el órgano que guía la acción del grupo parlamentario, marcará el rumbo a seguir a la espera que la militancia lo ratifique posteriormente. Las posiciones, hoy por hoy, siguen muy alejadas, a pesar de la voluntad del Govern de llegar a un entendimiento con los cupaires , a quienes consideran el único socio con el que validar las cuentas. El rechazo del ejecutivo a incrementar hasta los 1.000 millones de euros la partida en vivienda y que el 70% lo promuevan promotores privados o la falta de concreción, dicen, a internalizar el 061 son dos líneas rojas que la CUP considera innegociables.

Más optimismo en el Govern

La sensación que transmiten desde el Govern, en cambio, es que las conversaciones no van tan mal y que han hecho esfuerzos –en contra de lo que dice la CUP– para acercar posiciones. Fuentes gubernamentales remarcan que se trata de unos presupuestos expansivos –3.500 millones de euros más–, que incorporan partidas que tienen que provenir de los fondos europeos y que aumentan el dinero destinado a políticas sociales. También aseguran que se han estudiado fórmulas concretas para la internalización del 061 y el 112 –el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, se abrió a hacerlo durante el pleno de miércoles.

En términos de vivienda, a pesar de que admiten que no hay acuerdo, dicen que la distancia tampoco es tanta y que hay un incremento para esta partida respecto a las cuentas anteriores. Mientras los cupaires denuncian que el Govern solo ha presupuestado alrededor de 600 millones, fuentes gubernamentales lo matizan: aseguran que si se suman varias partidas relacionadas con la emergencia habitacional se llega casi a la cifra que pide la izquierda anticapitalista. Una de las discrepancias son las cantidades que se destinan a obra pública y al tanteo y retracto.

En lo que sí que afirman que no hay acercamiento es en la cuestión impositiva: Economía ha cerrado la puerta a aumentar los impuestos. El conseller Jaume Giró ha dicho por activa y por pasiva que no habrá un aumento de la presión fiscal en Catalunya y que si tiene que tocar este ámbito es para reducirlo. En esta línea va la ley de acompañamiento de los presupuestos: no se incorpora ninguna modificación fiscal para el próximo 2022. Lo único que sí que desarrollará el Govern son los tributos ya previstos en la ley del cambio climático y que hasta ahora no se han aplicado.

El 'president', Pere Aragonès, ayer con el líder del PSC, Salvador Illa, de fondo.

Posibles alternativas

La reunión de esta tarde era para abordar todos estos flequillos todavía pendientes, puesto que martes está previsto que el consejo ejecutivo dé luz verde ya al proyecto de presupuestos. Se iniciará el trámite parlamentario sin tener un acuerdo cerrado con la CUP: a partir de martes se abrirá un plazo de diez días naturales, de acuerdo con el reglamento del Parlament, para que los grupos valoren si presentan enmienda a la totalidad o no. Este momento será clave: si la izquierda anticapitalista la presenta, el Govern tendrá que decidir si asume que se queda sin presupuesto o busca socios alternativos. El PSC se ha mostrado dispuesto desde el principio, mientras que los comuns se abrieron a ello por primera vez miércoles a cambio de sacar adelante también las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona y del Estado. Este sábado, la líder de En Comú Podem en el Parlament, Jèssica Albiach, ha reiterado el ofrecimiento en el consejo nacional de partido, pero ha lanzado una advertencia a Aragonès: "Aragonès se equivocaría si nos presentara unos presupuestos de todo o nada. La política no es esto; la política es diálogo, negociación. Son momentos de excepcionalidad".

Si el Govern no renuncia a aprobar el presupuesto y busca otros socios, se puede abrir un escenario que hasta ahora el ejecutivo se ha negado a valorar: pactar con los socialistas, una cuestión tabú. Oficialmente tanto Junts como ERC lo niegan, pero algunas voces más pragmáticas de JxCat –no todas–, a pesar de la distancia en términos nacionales, creen que sería más fácil, en términos económicos, pactar con el PSC. De hecho, en este mandato ya han hecho piña para reclamar la ampliación del aeropuerto de El Prat o impulsar la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno, dos proyectos que los cupaires rechazan. Por el contrario, fuentes republicanas rechazan explícitamente esta idea en público y en privado –remarcan que tienen el pacto de investidura con la CUP–, a pesar de que en Madrid han apoyado al PSOE para superar el primer trámite de los presupuestos.

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