La CUP presiona a JxCat y ERC por un Govern que garantice la autodeterminación y un cambio de modelo económico

Los anticapitalistas piden una "mesa de diálogo" entre los actores independentistas para fijar una hoja de ruta compartida

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La diputada de la CUP Dolors Sabater durante la conferencia de esta tarde

BarcelonaPresión de la CUP a JxCat y ERC en plenas negociaciones para formar Govern. Las conversaciones entre los tres partidos independentistas continúan abiertas, pero los cupaires quieren concreciones. Piden saber hasta qué punto los republicanos y el partido de Carles Puigdemont están dispuestos a aceptar las propuestas que los anticapitalistas les han puesto sobre la mesa en materia social y también nacional antes de decidir el sentido de su voto. De hecho, no cierran la puerta a formar parte del ejecutivo –una opción que a estas alturas apuntan que es difícil–. Las medidas pasan, básicamente, por fijar una hoja de ruta compartida que sirva para volver a ejercer el derecho a la autodeterminación y para cambiar el actual modelo económico para responder a la crisis. De momento, según han explicado las diputadas Dolors Sabater, Laia Estrada y el diputado Carles Riera en una conferencia política en Barcelona, no han recibido ninguna respuesta lo bastante concreta ni de ERC ni de JxCat. Por eso, Sabater les ha pedido un "esfuerzo" para "estar a la altura" y no mirar "qué necesitan los partidos, sino el país". "Tenemos prisa", ha añadido.

Los cupaires son decisivos para investir al candidato de ERC, Pere Aragonès, pero, para hacerlo, quieren garantías que no se repetirán los "errores" de la legislatura pasada. Los anticapitalistas han puesto sobre la mesa tanto de los republicanos como de JxCat un plan de choque social para combatir los efectos de la crisis económica que contiene, entre otras medidas, el impulso de una renta básica universal, parar los desahucios, regular el precio del alquiler o avanzar hacia un modelo sanitario totalmente público. "No pedimos cambios de matiz, sino cambios de modelo", ha avisado Riera. "Ningún programa social se podrá desarrollar en el actual marco político. La ruptura con el estado español es inevitable", ha avisado Estrada, que ha puesto sobre la mesa también un cambio de modelo policial.

La CUP considera que el "colapso político" que vive Catalunya, en referencia al conflicto catalán y a los procesos judiciales abiertos contra el independentismo, solo se puede revertir ejerciendo el derecho a la autodeterminación. E insiste que el diálogo con el gobierno español no servirá para conducir a ella. Por eso piden a ERC y JxCat que salgan de su "zona de confort" y apuesten por "el embate" con el Estado a través de la movilización social que abra una negociación a escala internacional. Así, Riera ha vuelto a rechazar la mesa de diálogo con la Moncloa y ha exigido una entre los diferentes actores independentistas para fijar la estrategia "compartida" para lograr la independencia. En este sentido, Estrada ha reiterado que la apuesta de la CUP es hacer un referéndum a lo largo de esta legislatura (los anticapitalistas habían fijado el 2025 como fecha tope).

El estado de las negociaciones

Todas estas propuestas, según han explicado los tres diputados, las han compartido con JxCat y ERC sin obtener la respuesta que desearían. De hecho, Estrada ha explicado que con quien las están trabajando "básicamente" es con ERC. "Con JxCat no nos está resultando fácil. Enviamos el documento y todavía esperamos respuesta", ha reprochado la diputada. Al otro lado del atril lo escuchaban los diputados de JxCat Josep Rius y Aurora Madaula, así como también los dirigentes de ERC Pere Aragonès y Marta Vilalta. Las relaciones con el partido de Carles Puigdemont quedaron tocadas después de la primera fase de las negociaciones para constituir la mesa del Parlament. Los anticapitalistas se habían postulado para asumir la presidencia de la cámara, pero fue finalmente JxCat quién se la acabó quedando, eligiendo a Laura Borràs, en una votación en la que los diputados de la CUP votaron nulo. A pesar de mantener más conversaciones con ERC, los cupaires consideran que los republicanos los están dando "una respuesta demasiado abstracta". "Necesitamos aterrizar, valentía y concreción", ha presionado Estrada.

Los contactos entre las fuerzas independentistas siguieron ayer con discreción. Y es que queda poco más de una semana para que se lleve a cabo la primera votación de investidura de Pere Aragonès, el 26 de marzo. Hasta ahora se ha hablado de estrategia sobre el Procés –con la mesa de diálogo como epicentro y, tal como avanzó ayer el ARA, con la creación de un nuevo ente de coordinación estratégica– y se empieza a entrar en un terreno no mucho más fácil: la definición de las áreas del Govern. El punto de partida de Junts es intercambiar el reparto de carteras actual: que las que tiene Esquerra se las queden ellos y al revés. Ahora bien, esto no encaja con los planes de los republicanos, que, de entrada, ya quieren crear dos consejerías nuevas, Feminismos y Acción Climática, además de conservar las competencias más sociales.

Ahora bien, esto también tiene que encajar con los planes de la CUP, que oficialmente todavía reclama que se la tenga en cuenta en la negociación para formar gobierno. A pesar de que están lejos de incorporarse al ejecutivo –la mayoría de fuentes asumen que se rechazará–, los cupaires critican que Esquerra y Junts ya den por hecho que no estarán y empiecen a perfilar un gobierno de coalición a dos. "No enfocamos las negociaciones desde una perspectiva de acuerdos de sillas y de cuotas de poderes o cambios de cromos. Queremos aprovechar, por encima de todo, la condición que nos han dado las urnas de ser condicionantes y ser lo bastante imprescindibles para la formación de gobierno", ha defendido Sabater, que ha avisado que la CUP no será una "muleta".

La negociación será un tira y afloja contrarreloj para intentar tener presidente en el Parlament en el primer intento y se concentrará, sobre todo, a partir de la semana que viene. Será paralelamente, pues, a la ronda de contactos que tiene previsto poner en marcha la presidenta de la cámara, Laura Borràs, que se empezará a encontrar con todos los grupos parlamentarios para definir si hay algún candidato que reúna la mayoría.

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